EL DOBLE RASERO DEL PARTIDO POPULAR CON LOS NACIONALISMOS PERIFÉRICOS.

Recuerdo lo que desde las filas populares se dijo cuando Felipe Gonzalez cedió el 15% del IRPF a Cataluña como contrapartida al apoyo de CIU en 1993: "que España se rompía, que era el fin de la caja única, que Cataluña se quedaba con el dinero de los españoles, que era un chantaje inaceptable, que era un gobierno débil que se achantaba ante quienes no creían en España" y un largo etcetera de aquellos que entonces tampoco reconocieron su derrota en las urnas. Todo eso y más dijeron los populares liderados por Jose María Aznar en versión pitbull. La misma noche de la victoria del PP en 1996 aún cantaban con sorna y descaro lo de "Pujol enano habla castellano", porque sí amigos, entonces como ahora la lengua fue otro caballo de batalla de los Cascos y compañía para erosionar al gobierno socialista y exprimir el voto en la España más cerrada y conservadora.

La hipocresía más repugnante se dió pocas semanas después cuando en los Pactos del Majestic Aznar cedía el 30% del IRPF a Cataluña como contrapartida a CIU por apoyar al gobierno del Partido Popular. Se pasó del "Pujol enano" a hablar catalán en la intimidad y la crísis lingüistica se apagó como por arte de magia. Ceder el 15% del IRPF era romper España pero ceder el 30% no; es la matemática pepera. El catalán ya no era un dialecto, era un bonito idioma que encandilaba a los más beligerantes dirigentes populares. Y Pujol (aquel que pocos años atrás robaba a España) llegó a recibir ofrecimientos para entrar al gobierno con algunos ministros, ¡Tal era el idilio de Aznar con los enemigos de la patria, con aquellos que buscaban enterrar el castellano en Cataluña!

Más curioso fue ver a Aznar dandose palmaditas en Moncloa con Javi Arzalluz, quién también terminó apoyando al gobierno popular a cambio de algunas competencias, entre las más señaladas las de Interior (en otras comunidades autónomas las manifestaciones las autorizan las delegaciones del gobierno, en Euskadi no) y el reforzamiento del cupo vasco. Pero quizás la cita que mejor resume la actitud complaciente y desesperada de los populares fue cuando ese mismo dirigente del PNV (ahora considerado de nuevo un peligroso antiespañolista proetarra) dijo que "en 14 días hemos conseguido más de Aznar que en 14 años con Gonzalez". Más claro, agua del Ebro. Eran tiempos dulces en los que Aznar negociaba con el Movimiento Vasco de Liberación y se acercaban presos a gogo.

Una vez los Aznar boys perdieron el poder, aunque su cambio de personalidad se inició con severidad en sus años de absoluta, se empeñaron en una campaña de acoso y derribo contra las sensibilidades nacionalistas periféricas, tan respetables y legítimas como las suyas (el PP es un partido nacionalista españolista en toda regla), demonizando a aquellos que pensaban, sentían y se expresaban de forma distintiva y diferencial. Ya sin la necesidad de apoyos, el catalán retornó a ser un vulgar diálecto diana de bromas, chistes e insultos varios. El PNV se equiparó a ETA y el "o conmigo o contra mí" se hizo una costumbre en los debates. Se pretendió a imagen y semejanza del franquismo "castellanizar" toda la península. Ya no hacía falta bajarse los pantalones ante los "demonios nacionalistas", al menos hasta nueva orden. Tensar la cuerda fue la premisa.

El resultado más evidente, gracias a esta política de altura en nombre de "Epaña", fue el crecimiento desmesurado del sentimiento separatista en Euskadi, Galicia y sobre todo Cataluña. ERC pasó de ser inexistente a conseguir 8 diputados en las cortes, el PNV presentaba su Plan Ibarretxe y el BNG ganaba posiciones. Nadie mejor que Aznar para dar votos a los Rovira y compañía. Históricamente la presencia de la derecha en el poder, y su empeño homogeneizador, ha dado como resultado el crecimiento descontrolado de sentimientos disgregadores. Por algo será. Creo que 4 años más de Aznar y yo mismo me hago separatista. Porque la España del PP puede que sea la España de hace 40 años pero no la España real, ni siquiera la España constitucional.

Rajoy perdió las elecciones de manera catastrófica y tocaba acentuar el discurso del "España se rompe". Después de 3 años demonizando los pactos de los socialistas en el gobierno con este tipo de fuerzas (democráticas y legítimas como las que más, al menos tan legítimas como cuando pactaron ellos mismos con ellas) ahora nos encontramos con que el PP de Rajoy, consciente de que volverá a necesitar a esos peligrosos separatistas para gobernar, se despendola en guiños hacia los amigos del PNV y CIU. Es más, la masa social de los populares ya pide que se tiendan puentes con ellos, con los mismos que han destruído España con el Estatut, los mismos que quieren cederlo todo a la Eta. ¿No son graciosos estos peperos?

No, no tienen ni puta gracia. Son hipócritas y cínicos, pero nada más. Su trayectoria les delata y a nadie pueden engañar ya. Yo soy de los que piensa que, en el caso improbable de que gobiernen en 2008, en tres semanas están acercando presos a Euskadi. Besarían el Estatut y lo harían su Biblia particular. Principios, los justos. Esta es la derechona que nos toca aguantar. Su único propósito es pillar poder para hacer negocio ya sea con el tinglado urbanístico, ya sea vía seguridad privada. No entienden otro lenguaje que no sea el del euro y el dolar. Son capaces de decir hoy una cosa y mañana otra: eso los hace especialmente peligrosos. Hipócritas de pacotilla.

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