LAS INSTITUCIONES DEBEN DEFENDERSE DE LAS INSIDIAS DE LA SECRETARIA GENERAL DEL PP Y LA CLASE POLÍTICA DEBE EXIGIR SU DIMISIÓN
Espero que la osadía de Maria Dolores de Cospedal no quede impune. Como ciudadano y sobre todo como demócrata exijo que Fiscalía General del Estado, Policía Nacional y Gobierno actúen con diligencia en defensa de las instituciones que presiden y de su honorabilidad personal. Alguien debe querellarse frente a las repugnantes acusaciones gratuitas de una señora que nos pierde el respeto a todos al poner en duda el trabajo y la dedicación de todos aquellos que nos representan en el ámbito político, judicial y policial. Si la señora De Cospedal no demuestra sus acusaciones debe abandonar la política. Cualquier otro resultado sería una humillación a los ciudadanos y una nueva bofetada a la izquierda española. Si les permitimos un paso más será para pisarnos el cuello, metafóricamente hablando.
El gobierno debe ser contundente y de no serlo, estará permitiendo que en un futuro estos impresentables sigan destrozando la credibilidad de nuestras instituciones. Señor Zapatero, señores ministros, respondan a las acusaciones exigiendo explicaciones donde corresponde, en sede judicial. Hay que sentar a De Cospedal en el banquillo porque acusar de delitos sin pruebas en un delito. Señores del grupo parlamentario socialista, que no pase un solo día en el que ustedes no pidan la dimisión de la secretaria general del PP. Se hable de economía, ecología o del sexo del pulpo del ártico. Por dignidad ustedes deben pedir sin parar, sin cesar, su dimisión. Recuerden el caso "Bermejo".
Que no pase un día sin recordar la indignidad de Federico Trillo, quien no se conforma con el desastre de la gestión del accidente del Yak-42 o su posición favorable a la invasión en Irak, si no que además se dedica a avergonzarnos con sus circos mediáticos, poniendo en duda el honorable trabajo de las instituciones. Él es el último político, la última persona, el último español, que debe dar lecciones de nada a los demás mientras no dimita de su cargo. Que no pase un día sin que el PSOE no acorrale al PP con los temas de corrupción, más concretamente con la respuesta que este partido tiene cuando sus cargos son imputados. Recordemos como ganaron las elecciones del 96 "tolerancia cero con la corrupción" Hay que interpelar al señor Rajoy, todos los días si es necesario, hay que acorralar a los cargos públicos imputados y hay que exigirles, cuando existan claros indicios que apuntan a su culpabilidad, explicaciones y responsabilidades, como ellos las pedían cuando estaban en la oposición.
Que no pase un día sin que la izquierda utilice un lenguaje populista que explique que mientras miles de personas están en paro algunos sinvergüenzas se hacen de oro pasándose la ley por el forro de los testículos, con la ayuda de altos cargos del Partido Popular. Que mientras piden recortes de derechos sociales y laborales, defienden y amparan a la corrupción. Que para salir de la crísis tenemos que recuperar la honradez exquisita y que no podemos seguir amparando a los corruptos, porque ellos, los grandes corruptos, son los que nos han llevado a la quiebra, a nivel mundial y tambien en el ámbito nacional. Que no pase un día sin que la izquierda se movilice y clame contra la corrupción, que no pase un día sin que jueces, fiscales y policías conozcan el clamor. Que no pase un día sin que nos indignemos por estas conductas que degradan la vida pública y que convierten el interés general en negocio.
La izquierda debe deslegitimar en la calle la corrupción. No podemos seguir mirando para otro lado. El gobierno, Fiscalía y Policía Nacional tampoco debería hacerlo. Es legítimo disentir de una decisión judicial pero no acusar de delitos, gravísimos, sin pruebas. ¿En qué clase de país viviríamos si todos hiciésemos con nuestros vecinos, amigos o conocidos como De Cospedal? ¿Y no debería alguien de su rango, representación y sueldo dar ejemplo en el respeto por el Estado de Derecho? Por eso deben querellarse contra De Cospedal, por eso los políticos decentes deben pedir su dimisión y por eso deben defendernos de aquellos que defienden a los delincuentes de cuello blanco. Y que alguien le diga a Trillo tres cosas bien dichas, que se las merece, por favor. Tenemos que ser contundentes, ni un paso atrás más, ni un gramo más de permisividad o de mirar para otro lado. Basta ya señores del Partido Popular.
