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    jueves, 9 de diciembre de 2010

    ¿LA IZQUIERDA ESPAÑOLA HA DECIDIDO YA QUE EL PP VUELVA AL PODER EN 2012? SERVIDOR SE TOMA UN MERECIDO DESCANSO: ¡HASTA PRONTO!


    Después de algunos artículos en los que he compartido mi opinión con vosotros, creo que ha llegado el momento de darme otro merecido descanso. No tengo mucho más que aportar a lo ya dicho. La derecha española pero sobre todo la izquierda de este país ha decidido que el PP vuelva al poder. Los argumentos no parecen hacer entrar en razón a esa masa social desencantada que no entiende lo que está haciendo el gobierno socialista aplicando recortes y reformas antipáticas en nuestra economía. Queda claro que, el PSOE con Zapatero como presidente salvará al país de la quiebra financiera y la suspensión de pagos, como también es evidente que por esa misma razón perderá pavorosamente las elecciones. Ya no queda nadie, ni en la blogosfera, ni en la prensa, ni en la radio, que entienda y apoye las medidas del gobierno. Ni un ápice de empatía. Lees en los foros progresistas, en los blogs, en las webs, y te das cuenta de que se ha instalado una postura crítica radical contra Zapatero. Me siento solo en la batalla, me siento como un bicho raro, y realmente me afecta, porque yo lo veo muy claro y no logro que nadie lo entienda. Las personas de izquierdas, en su mayoría, no entienden lo que está pasando. Creen que tenemos alternativas y que en esta situación de quiebra técnica tenemos las manos libres para tomar decisiones a nuestro antojo, al margen de las instituciones europeas y mundiales. Están equivocados y por eso venden recetas antisistema, no aplicables en esta coyuntura. Interesantes pero irrealizables.

    No merece la pena gastar una línea más en este sentido porque todo parece más que decidido. Ya he dicho todo lo que tenía que decir, hasta que vuelva a tener que decir algo. o me apetezca batallar contra los "míos", cosa que nunca me ha hecho demasiada gracia. La derecha volverá al poder, si el gobierno no lo remedia con una campaña explicativa bestial, y la economía, se recupera a tiempo. Solo ambos factores, sumados, y poco probables, evitarían el desplome del PSOE, y la mayoría absoluta del PP. Luchar contra la derecha fáctica es de lo más divertido. Hacerlo contra tus propios compañeros y conocidos, no lo es. Ellos han decidido que mejor el PP (copia original) que el PSOE, y que "son lo mismo", volvemos a viejos tiempos, a la época de las pinzas contra los socialistas. Los que piensan como yo, que también son muchos, están callados, y parece que avergonzados. En meses no he leído ningún empujón a Zapatero. No dan la cara. Parece que la gente piensa que han comprado a nuestro presidente, o que lo han abducido, y por eso aplica recortes. Traidor, vendido, amigo de la banca, y un largo etc, como mínimo. Nadie piensa que si adopta ciertas medidas es porque no tiene margen de maniobra ni alternativa. Que se ponga en duda su sensibilidad social ya me parece el colmo. Que se diga que el PSOE es igual al PP, algo que no estoy dispuesto a digerir. Paso.

    No seré yo el único que se queme defendiendo a este gobierno, cuando ni sus propios miembros y dirigentes en el partido lo hacen con la mínima convicción. Perderemos en 2012 , antes en 2011 y conoceremos los verdaderos ajustes del PP, que vendrán con una época de crecimiento económico (una vez hechas las reformas impopulares) que venderán como suyo. Al menos 8 años de gobierno del PP nos esperan. Será divertido para algunos y triste para otros. Pero este blog ya ha dicho todo lo que tenía que decir, hasta que tenga que volver a decir algo más. No merece la pena con tanta gente radicalizada a un lado y al otro de la trinchera. La gente ya no escucha ni atiende a razones. El ambiente está muy cargado y hay demasiada hipocresía. Pronto nos acordaremos de Zapatero, como pocos meses tardamos en acordarnos de Gónzalez en 1996. Pero mejor el PP en el gobierno que el país en suspensión de pagos. Eso me consuela al menos.

    Un descanso me vendrá bien para observar cómo todo se cae y cómo nadie ha querido defender el castillo y el proyecto progresista que encarna el PSOE. Buena suerte. Nos vemos espero que pronto. Yo ya he dicho todo lo que tenía que decir y me tomo un descanso. Si queda alguien, valiente y capaz, que levante la voz. Que alguien de la cara por este proyecto y por gente como Rubalcaba, Chacón, Jimenez, Zerolo, Tomás Gómez, y tantos y tantos "traidores". Yo ya me he cansado. Zapatero eres, con tus aciertos y tus errores, el presidente más honrado y honesto que he conocido. Te has inmolado con tal de que España no caiga en manos del rescate financiero. Gracias presidente. Ahora a esperar que la crísis pase y veamos a Rajoy saltando en el balcón de Génova. "Hemos ganado las elecciones" dirán. Les habrá tocado el gordo, una vez más. Con nuestra estimable colaboración.

    Me despido con un fragmento de un texto curiosamente de uno de los más destacados miembros del colectivo ATTAC, Pedro Montes, en su artículo "Reforma o ruptura: no hay salida progresista a la crísis". Resume muy bien los planteamientos que estos últimos días he tratado de trasladaros, que tantas críticas han desatado, que esa izquierda irreal no es capaz de comprender y que terminarán fracturando sin vuelta atrás a las fuerzas progresistas, políticas y sociales, de este país.

    "Surge muchas veces una competición entre la fuerzas de la izquierda por radicalizar sus propuestas para salir de la crisis, al punto que se pierde de vista que las batallas políticas no se ganan sobre el papel sino sobre la realidad social. Una guerra virtual programática es ridícula cuando los objetivos que se proponen son inalcanzables y se olvidan las palancas para ejercer la fuerza que los hagan posibles. Cabe entender el radicalismo como un aspecto necesario de la propaganda e, incluso, de la agitación para expresar el proyecto social que cada fuerza política tiene y la distingue de los demás, pero hay que evitar utilizar los programas como armas arrojadizas para dividir artificialmente la izquierda cuando tanto terreno ideológico y material nos ha sido arrebatado por la derecha. Unas pinceladas sobre la revolución, el socialismo, el socialismo libertario,… bastan para entender el ideario de las fuerzas políticas pero no conviene construir la sociedad del futuro con un radicalismo verbal inútil, surgido de la impaciencia y con base en la imaginación.

    Sobre la realidad económica

    Y, en efecto, no acaban aquí los problemas relacionados con la salida progresista a la crisis. Es preciso comprender la realidad económica de nuestro país, inserto en la globalización capitalista, abierto de par en par, sin frontera alguna protectora y con un Estado sin resortes ni instrumentos para imponer una política económica propia, tras las importantes cesiones de soberanía que tuvieron lugar con la integración en el euro. Hay que destacar su debilidad competitiva por factores históricos y recientes. Los problemas acumulados -endeudamiento de todos los agentes económicos y déficit público descontrolado-; el contexto en que ha de resolverse la crisis -una crisis financiera internacional no resuelta y pendiente de nuevas sacudidas, una Europa desgarrada, una moneda única insostenible por los desequilibrios que ha causado-; las presiones existentes -de los mercados financieros, las instituciones internacionales y los gobiernos ajenos preocupados por la inestabilidad que se puede transmitir y los agujeros financieros que puede originar un país como el nuestro, relevante por su dimensión a escala europea-; un sistema crediticio en convulsión y con problemas de solvencia y liquidez casi irresolubles; una economía que ha sufrido un estallido inmobiliario. En fin, un caso claro de siniestro total.

    Este conjunto de hechos condiciona de tal modo y restringe de manera tan acusada las posibilidades de afrontar la crisis que ésta ha dejado de ser una cuestión interna, aséptica y pura de lucha de clases en nuestra sociedad para convertirse en un verdadero atolladero de carácter histórico.

    Hay que reconocer que la creación de situaciones como ésta, inmanejables y con contradicciones graves cualquiera que sea la opción que se adopte, es una de las victorias del neoliberalismo: haber maniatado a los países, dejándoles inermes y conduciéndoles a un callejón sin salida, donde la alternativa en apariencia menos traumática y más lógica es seguir aplicando el dogmatismo neoliberal. Eso sí, en dosis crecientes. Se ha creado un orden, desorden queremos decir, en el que muchas veces la lucha deja de tener sentido porque las mejoras que puedan conseguirse llevan aparejados efectos tan contraproducente que las hacen discutibles. Las mejoras salariales implican pérdidas de competitividad que, en economías sin protección alguna, implican pérdidas de empleo. Mejoras de los gastos sociales aumentan el déficit público, lo que ocasiona desconfianza de los mercados y elevaciones de los tipos de interés a satisfacer con perjuicios de todo tipo. Avance fiscales progresistas inducen a salidas de capitales que estremecen a las instituciones crediticias y los Gobiernos. Los ejemplos pueden extenderse, al punto de que realmente estamos en un “impasse”, que aprovecha a fondo la derecha.

    El necesario afirmar, y está en la conclusión que pretendo destacar, que, en la actualidad y con los problemas vigentes, en el marco de la globalización neoliberal y en el contexto de la unión monetaria, no hay salida progresista a la crisis. El giro emprendido por el Gobierno Zapatero no se debe a su perversidad, sino a la imposibilidad de preservar el estado de bienestar existente en el marco y las condiciones actuales."

    Si no empezamos a asumir la verdadera situación y nos equivocamos de enemigo, muy pronto, la segunda parte de este video:



    Hasta pronto, me tomo un merecido descanso. Toca reflexionar. Volveré cuando me reponga.

    ¡Un abrazo!

    miércoles, 8 de diciembre de 2010

    LA DEMAGOGIA DE LAS PROPUESTAS DE ATTAC, LA NUEVA POLICÍA DEL PROGRESISMO ESPAÑOL


    Un grupo de intelectuales de izquierdas, asociados en ATTAC y con el profesor Viçent Navarro a la cabeza vienen presentando a la sociedad a través de su página web alternativas progresistas a la salida de la crísis. Bajo análisis más o menos sesudos, estos señores, cuyas opiniones respeto y en parte comparto, se han convertido en los verdaderos policías del ideario izquierdista español. Llevan ya algunos meses repartiendo carnets de lo que es verdadera izquierda y de lo que es progresista (o no lo es), acusando al PSOE de traicionar su ideario para complacer a esos terribles mercados financieros que tanta manía y tirria nos tienen. No pretendo ponerme a la altura del profesor Navarro ni de otros grandes intelectuales de este movimiento, pero en sus argumentaciones advierto enormes contradicciones, en el mejor de los casos, y un exceso de utopía en el peor de ellos. Creo que ATTAC se ha convertido en el peor enemigo del gobierno socialista por el evidente hecho de que sus propuestas han calado en el electorado progresista. Pero son propuestas tramposas en su afán de demonizar al presidente Zapatero: algunas son irrealizables a corto plazo, otras superan con creces los ámbitos de decisión nacionales y otras tantas se basan en una ruptura del sistema que requeriría que España, cuando menos, tuviese fuerza y poder para influir en las grandes potencias, o en caso contrario, procurar la salida del país del propio sistema económico imperante (capitalista). La principal crítica sobre ATTAC es que su acción política y social carga el peso, la responsabilidad y la crítica de las medidas y reformas adoptadas para salir de la crísis sobre el gobierno español más progresista que hemos conocido, como si éste tuviese libertad de acción o no estuviese conglomerado en unas instituciones que por mayoría, imponen algunas decisiones. El peso de la crítica, y el origen de las propuestas de ATTAC debería recaer sobre instituciones que están muy por encima del gobierno español. Pero además hay un problema de fondo: sus propuestas bienintencionadas no son realistas, y rozan la demagogia. No son verdaderas soluciones. Demontemos de una vez por todas una a una las propuestas demagógicas de ATTAC, que exhiben con una malsonante superioridad moral.

    BANCA PÚBLICA

    Una de las principales propuestas de este colectivo es la reconversión de nuestro sistema financiero (banca y cajas de ahorros) en entidades públicas: una banca pública que sea capaz de hacer fluir el crédito hacia empresarios y trabajadores, sin los abusos de la banca privada. No queda muy claro en sus propuestas si apuestan por una banca pública (con fondos públicos) o una banca privada con directivos "públicos", algo que por otra parte sería muy similar a lo que ya conocemos como "cajas de ahorros". Podríamos fijarnos para refutar la quimera de una banca pública en la propuesta que presentó IU y que consiste en convertir el ICO en un banco directo a través de las oficinas del Banco de España o de las oficinas postales, con objeto de hacer llegar el dinero a la “economía real” y saltarse así el paso intermedio de los bancos privados.

    Esa izquierda intelectual que vive en Babia piensa que una banca pública equivale a fluidez del crédito como una fórmula casi matemática. Piensan que, si son gestores públicos los que dan los "ok" para conceder créditos a empresarios y particulares, éstos serán más benévolos que los señores de la banca privada. La realidad desmiente rotundamente esa visión utópica. Veamos precisamente el ejemplo del ICO, quien lleva años avalando operaciones financieras para empresarios y autónomos. Que pregunte ATTAC por las condiciones leoninas que el ICO (Instituto de Crédito Oficial) exige a esas Pymes y autónomos para concederles un crédito. Que pregunte ATTAC cuántos españoles pueden cumplir con esas garantías. Y verán, conocerán, que el ICO por avalar con dinero público exige unas condiciones que hacen muy difícil la obtención del crédito. Cómo serían esas condiciones sin en vez de hablar de avales hablásemos de dinero público. La ecuación banca pública = más crédito se cae como un castillo de naipes en el momento que se baje a la realidad de la calle. No se sostiene.

    Pero pongamos que, como sueña ATTAC, esa banca pública nutrida con fondos públicos (nuestros impuestos) pierde la cabeza como la banca privada, y concede créditos con mano ancha. Pongamos que fluye el dinero a expuertas, por cierto como ha pasado con la banca privada esta última década. Vendrán con toda probabilidad en el futuro nuevas crísis, y vendrán impagos, con o sin recesiones por medio, porque la actividad económica es inherente al riesgo, ¿verdad? Nadie nos garantiza que si montamos un negocio vaya a funcionar. No sería una banca privada la que tendría el pufo de tal fracaso empresarial y/o personal. Seríamos todos los españoles. Todos. Y no "vale" sacar a relucir que con la banca privada también hemos tenido que salir al rescate. La cifra del rescate actual a la banca española sería ridículo comparado con el agujero que el Estado tendría en sus cuentas públicas con miles de impagos de particulares y empresarios. El Estado quebraría con la más leve brisa de desaceleración económica. Basta decir que hoy, con banca pública, ya estaríamos rescatados por el FMI y la UE. Seguramente desde hace muchos meses. No hay que ser intelectual para darse cuenta de esto.

    Por último si ATTAC y la policia progresista de este país se refiere en sus propuestas a la fórmula tramposa de una banca privada dirigida y supervisada por la autoridad pública, decirles que es el momento de despertar, porque esto es algo que ya existe con nuestras cajas de ahorros y con el llamado Banco de España ¿Y cúal es el resultado? Que las cajas de ahorros están en peor situación que nuestros bancos privados, por cierto, punteros en el mundo financiero. Es cierto que las cajas de ahorro no son públicas, pero no tienen accionistas y están controladas por los políticos, que son representantes de lo público. Así que en la práctica están haciendo dicha función que reclama IU. Todos conocemos que representan como nadie el "coño de la Bernarda". Miedo da pensar a una banca pública dando créditos a empresarios del ladrillo todos estos años (porque los hubiesen dado, no seamos ventajistas a toro pasado) y hoy recibiendo impagos a cuenta del Estado. Miedo no, pánico. Hay alguna otra razón, dada por el propio gobierno, que responde a argumentos más técnicos, como el hecho de que una banca pública no es operativa en un breve espacio de tiempo; no se trata de montar un chiringuito donde sea y como sea. Se necesita una infraestructura que hoy por hoy, no se tiene. Conclusión. No es una medida realizable, realista, ni siquiera operativa y haría más díficil y más caro el crédito para la mayoría de españoles.

    TASAS BANCARIAS

    Robin Hood encarna el tópico del justiciero que roba a los ricos para repartir a los pobres. La izquierda más izquierda de este país propone una tasa o impuesto que grave las transacciones bancarias, para financiar al Estado o sufragar futuros rescates bancarios. Suena bien y vende mejor, como en el caso de una Banca Pública. Pero la realidad vuelve a demostrarnos que es una mala idea. La principal razón por la que el gobierno de la nación no respalda tal propuesta se justifica en que al fin y al cabo, volveríamos a ser los usuarios de la banca los que pagaríamos la tasa bancaria. La banca tiene demasiadas herramientas en sus manos como para recuperar lo que la dichosa tasa muerda en sus balances; terminarían repercutiéndo sobre nosotros el pellizco. Ese impuesto a los bancos lo terminaríamos pagando los ciudadanos vía intereses, comisiones y restricciones en el crédito. La idea de una tasa Tobin o similar es justa pero tiene un efecto pernicioso para los usuarios del crédito. Es mucho mejor, puestos a boicotearnos el bolsillo, pedir una subida de impuestos generalizada, que al menos no iría a parar a los balances de los bancos, y sí al presupuesto público del estado. Tasa bancaria, otra utopía que no se sostiene y que perjudicaría a los ciudadanos más humildes de este país. Por último, y como argumento final, habría que decir que en España no sería preciso aplicar esta tasa a la banca, porque, a diferencia de otros países, ya tiene un Fondo de Garantía para proteger los depósitos de los clientes y acumular fondos para futuras crisis.

    MÁS GASTO PÚBLICO

    Dice el señor Viçent Navarro que de la recesión se sale aumentando el gasto público. Y si hay que hacerlo a expuertas, se hace. Señores de ATTAC, despierten, porque la recesión, al menos de momento, la hemos dejado atrás gracias a esos planes de estímulo, por eso España ha llegado a rozar al 12% de déficit cuando venía de un superavit presupuestario. Esa parte de la historia ya la hemos cumplido con creces. Pero para gastar, señor Navarro, hace falta que alguien te preste dinero, en un mercado financiero, porque con los ingresos y los gastos de un Estado no es suficiente. ¡Cachis! Hemos topado con los señores del mercado. Al final parece que, hasta para gastar los necesitamos. Sí señor Navarro y señores de ATTAC, para seguir aumentando el gasto público necesitamos acudir al mercado de capitales, y lo tendríamos que hacer aún subiendo enormemente los impuestos como piden, cosa que desde luego, no haría nada bien a nuestra economía y sobre todo a los posibles emprendedores empresarios, potenciales empleadores de parados. Precisamente porque en un futuro, lo más cercano posible, queremos incrementar nuestro gasto público para mejorar nuestro Estado del bienestar, tenemos que reducir el déficit. Porque esos mercados que permiten en gran parte que gastemos más de lo que ingresamos han dicho BASTA, que no prestan más, que con nuestras cuentas, empezamos a no ser fiables. Que para PRESTAR necesitan FIARSE. Y que no se fian de un estado con un 12% de déficit y con un 20% de paro (que costará años reducir) porque corremos el riesgo de entrar en suspensión de pagos. Los mercados exigen entonces ajustes para creer, fiarse, y volver a prestar dinero con el que financiar políticas sociales.

    ATTAC es una contradicción total. Vemos por un lado a señores que atacan y demonizan a los mercados pero que a su vez exigen medidas de estímulo económico que dependen de que esos mercados presten el dinero para estimular la economía. Es un sinsentido. Tendremos, nos guste o no, que cumplir primero con los requisitos que esos mercados, y nuestras instituciones supranacionales nos exigen para acceder a los créditos que permitan al estado, a las empresas y a los particulares, vivir cada vez un poquito mejor (eso se llama progreso, progresismo). El gobierno español no tenía muchas alternativas: responder a esos mercados u obviarlos. La diferencia entre ambas posiciones es el ligero margen que supone que España sea un país solvente o que entre irremediablemente en una quiebra o suspensión de pagos. El gobierno "traidor" entiende que mejor dar un paso atrás para poder dar dos hacia adelante lo antes posible, cuando la confianza retorne a los mercados y vuelva a fluir el crédito. Que mejor reducir un 5% el sueldo de los funcionarios que hacerlo un 15% como en Grecia o no poder pagar las nóminas de sus empleados. Porque es más socialista, más progresista, sostener la viabilidad de un estado que mandarlo a la suspensión de pagos. ¿Verdad? Algunos lo ponen en duda, todavía.

    NO A LOS RECORTES SOCIALES

    El malísimo gobierno socialista ha congelado también las pensiones, aunque sube las mínimas, cuando el año anterior las subió a pesar de la deflación (no tocaba). Dicen en ATTAC, muy lumbreras ellos, que recuperando el Impuesto del Patrimonio esa congelación se podría haber evitado, pero ésto para el mundo real es muy simplista. Siguen en Babia. No entienden lo que está pasando ni nuestra situación. Los mercados, esos pensionistas alemanes, franceses o italianos, inversores grandes y pequeños, potentes empresarios y particulares que invierten en deuda pública española, imponen, lógicamente sus condiciones para prestar su dinero. Nosotros tenemos la opción de acudir a ellos o no acudir. Insisto, esos mercados empiezan a dudar de que España pueda devolver lo prestado con un 20% de paro y con números rojos en las cuentas públicas. Esos mercados entienden que España solo es de fiar si reduce de forma importante gastos y aumenta muy moderadamente los ingresos. ¿Por qué esa obsesión con el gasto y no con los ingresos? Los mercados, formados también por particulares como usted o como yo (los que compramos bonos del tesoro, por ejemplo) entienden que subir impuestos en un país con una tasa de paro como la nuestra es contraproducente. Que hay que hacerlo pero priorizando la reducción del gasto. Porque temen que esos empresarios que pueden crear empleo, si son excesivamente "sangrados", no vayan a contratar nuevos empleados cayendo en una espiral de desconfianza económica que lastre la recuperación del consumo interno. Es muy elemental si reflexionamos sobre el asunto con serenidad, y dejamos aparte las demonizaciones. Necesitamos esos ajustes aunque no sean simpáticos.

    REFORMA PENSIONES

    No cabe en la cabeza que desde este colectivo se dude de la necesidad de aumentar la edad de jubilación para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones. Las cuentas son muy simples, basicamente cada vez morimos más tarde, cada vez empezamos a trabajar más tarde, y cada vez tenemos menos hijos. Felipe González lo argumentó muy bien alarmando sobre el hecho de que la pirámide poblacional se está invirtiendo, de manera que en 2030 faltará población activa en España. Decía Felipe en una de sus últimas apariciones: "Hay un argumento fácil: si se retrasa un año la edad de jubilación, hay 200.0000 trabajos menos de oportunidad para los jóvenes. Nos va a faltar población activa, la pirámide se esta invirtiendo". El ex mandatario defiende el sistema público de pensiones como "lo más justo", pero considera que hay que reformarlo "para que sea sostenible". Las previsiones apuntan a que el 30% de la población tendrá más de 65 años en 2030. Llegará un momento en que habrá casi tantos trabajadores como pensionistas. ¿Eso es sostenible? Si vivimos más años, tendremos que trabajar más años. Es de sentido común. La cuestión no es pues si hay que subir 2 años o ninguno la edad de jubilación, sino si queremos cobrar una pensión de jubilación o no.

    CONCLUSIÓN

    El gobierno español con Zapatero a su cabeza ha demostrado una sensibilidad social exquisita con un expediente y una trayectoria política repleta de derechos conquistados y logros en materia social, inimaginables hace tan solo unos años. Pero la coyuntura ha cambiado y estamos sufriendo un estado excepcional, la peor crísis económica en 80 años. Estamos en una fase de emergencia nacional, que pasará o no dependiendo de si hacemos las reformas que necesita el país o no, por muy duras que sean. Es injusto y demencial que la izquierda considere a este gobierno traidor por garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas, y con ello el futuro de nuestra economía. Si Zapatero congela pensiones o recorta sueldos no es por convicción, sino por imperiosa necesidad, porque no le queda otra. Si tuviera la más mínima posibilidad de evitarlo, no lo haría. Pensionistas, funcionarios, parados, nunca han estado mejor protegidos que con este gobierno socialista. Olvidar eso de un plumazo es tremendamente descorazonador. Obviar que somos un pequeño país dentro un sistema económico globalizado y que pertenecemos a instituciones superiores, a nivel político y económico, es querer cargar las tintas sobre un líder que con sus aciertos y sus errores, es honrado y leal a los españoles. Esconder que la mayor parte del peso en la salida de esta crísis no está en Bruselas o en el BCE culpabilizándo la figura de Zapatero es apostar por dejar vía libre al PP para que con la alfombra de ATTAC, IU y otros, vuelva al poder.

    Señores de ATTAC dejen de hacer demagogia, y dejen de engañar con trucos de magia a la izquierda social española. Zapatero no puede aumentar el gasto público, ni puede desarrollar una banca pública, ni debe imponer una tasa a los bancos: porque los grandes perjudicados de tales medidas seríamos los ciudadanos, y en mayor medida de lo sufrido hasta ahora. Los ajustes son un mal menor para lo que podría pasar si no se adoptan con celeridad. Todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y todos hemos cometido errores y toca ajustar. También el gobierno ha cometido errores. Pero está haciendo lo correcto. Está tomando las mejores medidas, las más necesarias, las más realistas. Cuando un país está al borde de la quiebra las utopías sobran, y el tiempo apremia. La salida de la recesión fue posible gracias a las políticas keynesianos que con convicción todos los gobiernos aplicaron. La consolidación de la recuperación llegará por medio de la austeridad y la sostenibilidad de las cuentas públicas, como condición indispensable para financiar nuevas políticas sociales en el futuro. Estamos en una situación de emergencia nacional y europea. Hay mucho por reformar, y muchas injusticias que resolver. Pero la practica totalidad de esas reformas de calado que ustedes exigen están por encima de las competencias del gobierno español, y dependen de la implicación de todos los Estados (con Alemania a la cabeza), de todas las instituciones, y del BCE, entre otros. ¿Por qué cargan el peso sobre Zapatero? ¿No hay un ápice de empatía en este colectivo?

    Señores de ATTAC dejen de hacer demagogia y de confundir a la gente. Si se suprime la ayuda de los 426 euros a los parados de larga duración es porque es una medida extraordinaria que el Estado ya no puede mantener y porque son las CC.AA las que tienen que asumir esa prestación por ley, al ser las administraciones competentes; porque se ligarán esas ayudas a cursos de formación en la reforma de las políticas activas de empleo. Porque no hay otra manera de reducir la temporalidad que hacer más atractivo para el empresario el contrato fijo. Que no hay otra manera de evitar que en la próxima crísis se destruya empleo que procurar que se destruyan horas de trabajo y no puestos de trabajo. Y por eso esta reforma laboral abarata el despido, permite reducciones de jornada, e implica al estado en tales conceptos con fondos públicos como en los países más desarrollados y con los mercados laborales más eficientes. Señores de ATTAC, y de esa izquierda ensoñada, ¿por qué patalean y se indignan cuando se rebaja el impuesto de sociedades a las Pymes? ¿A las Pymes más Pymes? A esos pequeños empresarios, en su mayoría honrados, que no sacan los pies del barro, y que sostienen el 80% del empleo en España. ¿Qué tiene de malo echarles una pequeña mano? En ATTAC tampoco lo ven bien. Quieren reducir la temporalidad a cañonazos o crear empleo invocando trucos de magia. En el mundo real, en el que vive Zapatero y en el que yo me muevo, las cosas no son como ustedes cuentan, señores de ATTAC. El empleo lo crean los pequeños empresarios, y el crecimiento del gasto, lo permite el sistema financiero. Reformas sí, demagogia no. No sea que los traidores al progreso vayan a ser ustedes, tanto que se relamen señalando a los demás.

    Si el gobierno debe explicarse mejor, ustedes señores de ATTAC, también deben hacerlo. De lo contrario, veremos al Partido de los Trabajadores en el gobierno. Muy pronto, y no es lo queremos, procuraremos evitarlo. Al menos creo, que coincidimos todavía en eso. Espero. A veces lo dudo. Crítica sí, demagogía no, por favor. Pies en el suelo. Y apuntemos bien a los objetivos, que luego pasa lo que pasa, y nos arrepentimos. Buena suerte. Les leo atentamente. Pero yo sigo creyendo en Zapatero, en su honradez, en su honestidad, y en sus medidas. Me fío más de él que de ustedes, aunque lo llamen traidor, aunque haciéndolo, también me lo llaman a mí, por cierto. Yo al parecer también lo soy para esa policía progresista. Y yo les respondo a todos, que entonces lo soy, a MUCHA HONRA. Estoy orgulloso de este GOBIERNO y de este PARTIDO SOCIALISTA. Lo digo alto y claro. Muchos otros que también lo piensan deberían empezar a gritarlo. Que no nos coman la moral.