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    lunes, 26 de septiembre de 2011

    LA CAMPAÑA DEL CANDIDATO RUBALCABA NO PROGRESA ADECUADAMENTE



    Si Rubalcaba pensaba que la campaña electoral iba a suponer un impulso a su candidatura se equivocaba, sobre todo si nos atenemos al panorama que dibujan las encuestas electorales, una tras otra, sin excepción, a cual peor. La última conocida -El Periódico de Catalunya- anticipa un resultado desastroso para los socialistas, peor incluso que el obtenido por Almunia en el año 2000, y con el PP alcanzando los 185 diputados, la mayoría absoluta. El efecto Rubalcaba se ha diluído finalmente. Su figura y trayectoria ya no pesan, lastrado por una campaña que desaprovecha sus virtudes como parlamentario, aburriendo a las ovejas. Ciertamente la coyuntura económica y social del país puede explicar gran parte de este descalabro, pero las encuestas -y el pálpito de la calle- demuestran que el equipo de campaña de Rubalcaba no da con la clave para revertir -al menos- la tendencia bajista en la demoscopia. El problema está en que los asesores de Rubalcaba no entienden los mecanismos básicos que van a llevar a los electores a apostar por un cambio político y de gobierno. No parecen entender qué va a llevar a tantos ciudadanos, tan diferentes y variados en intereses y prioridades, a votar a un mismo candidato, el candidato conservador que representa la figura de Mariano Rajoy. Como consecuencia están errando -a mi modo de ver- en el enfoque que quieren dar a su campaña. Se están equivocando y lo están pagando en las encuestas y lo que es peor, en la profunda desafección que el estancamiento de su candidato-estrella está provocando en la moral de la tropa socialista, hasta ahora confiada en su apabullante superioridad frente al líder de la oposición peor valorado en la historia de la democracia y cabeza de cartel del Partido Popular.

    Hay errores que corregir con celeridad. Para empezar hay que señalar una cierta candidez y una especie de "buenismo patológico" en la pre-campaña del candidato socialista, que nos recuerda demasiado a la sobredosis de "talante" de Zapatero, que terminó por indigestarnos a todos. La filosofía de su campaña está equivocada al pensar que los ciudadanos no quieren una confrontación radical de ideas y candidatos, discusiones encendidas y politica "de barro". El equipo de Rubalcaba piensa -de ahí su candidez- que los ciudadanos quieren que los políticos den ejemplo, que sus representantes no se hagan pupita en público y que no se metan el dedo en el ojo, que queda muy feo y desmoviliza. Suena muy bonito pero esta visión no es real, al revés, el PSOE necesita -siempre lo ha necesitado- tensión, mucha tensión en campaña. La ciudadanía presta más atención a las "contras", a los ataques a las propuestas, más que a las propias propuestas; la política es sucia y eso es lo que se espera de la campaña, que sea dura y sucia. La política para que interese debe tener esos ingredientes o aburre, es como una comida sin sal. Sucede lo mismo en la televisión. Desgraciadamente los documentales de la 2 no tienen gran audiencia, son magníficos, pero aburren. Sí entretienen y llaman la atención del espectador los "Sálvame" y los programas del corazón donde se arrancan la piel a tiras, aunque no sea lo más pedagógico ni lo más deseable. Rubalcaba se equivoca porque está apostando por aburrir a los españoles "con documentales de la 2". Y Rajoy está encantado con la siesta. No se trata de llegar al extremo de provocar bochornosos espectáculos, entiéndase mi ejemplo solo de forma retórica. Pero la campaña debe ser caliente, y debe anclarse en el descrédito del oponente y de sus propuestas. Si alguien apostó por Rubalcaba fue precisamente porque lo consideramos el único capaz de desarmar y desenmascarar a Rajoy. Es el mejor en esa tarea, único. ¿Por qué se está desaprovechando? Lo único que están consiguiendo es que echemos de menos a Alfonso Guerra.

    La confrontación política en campaña es necesaria y debe versar sobre esta premisa: ¿Es Rajoy un candidato solvente y el PP un partido capaz de levantar la economía del país? A estas alturas cuando todos dan ganador a Rajoy no importan demasiado las propuestas de Rubalcaba aunque tenga que hacerlas: si alguien vota a Alfredo será por su solvencia personal y su valía, por simpatía política o por miedo al PP, desconfianza en Rajoy. Lo que los socialistas se juegan realmente es ver si son capaces de "desmontar" en campaña el truco de Rajoy. Rajoy ha llegado a donde ha llegado golpeando a Zapatero, y solo golpeando a Zapatero, sin proponer nada. ¿Por qué no debería funcionar al revés? Hay que poner el foco en Mariano. Hay muchos ciudadanos que van a votar a Rajoy con pinzas, por desesperación personal o para ver si suena la flauta mágica y un cambio político trae consigo un cambio en la inercia de nuestra economía. No se trata de averiguar por lo tanto quien es más creíble, quien es más confiable, quién tiene mejor pulso para llevar el país, sino que se trata de averiguar si el casi seguro ganador Mariano Rajoy es creíble, confiable y tiene mejor pulso que el denostado Zapatero, si llega a mejorarlo; y digo Zapatero porque la gente ya descuenta que Rubalcaba es mejor candidato de largo que Rajoy (y que el propio Zapatero). Por eso hay que jugar siempre en el terreno de Rajoy, en el de sus propuestas inconcretas, en el de sus incongruencias, porque de lo contrario se jugará en el de Rubalcaba, y lo que es peor, se volverá al recuerdo que pesa sobre él, el de la losa de Zapatero. El foco en Rajoy, siempre en Rajoy. Pongámoslo en aprietos, que sude la camiseta, que pase vergüenza, que se pille los dedos.

    Los ejes de la campaña de Rubalcaba están por lo tanto equivocados en fondo y forma. Es bastante mejorable la puesta de escena que bien intencionadamente busca ofrecer una imagen de "modernidad", de "I+D tecnológico", de partido 3.0, y que sin embargo es totalmente contraproducente en época de austeridad económica, cuando los recortes se sienten con enorme crudeza en la calle. La escena de unos chavales rodeados de ordenadores y herramientas digitales en Ferraz, como si estuviésemos en la sede central de IBM o Apple es una mala foto, pésima, porque subraya una lejanía del candidato y su equipo -que no es tal- con los problemas reales de la calle. Ese "mirad que modernos somos" no funciona en estos momentos porque no estamos en el año 2008 ni en la campaña de Obama. Más útil sería una puesta de escena en el epicentro de los problemas de los ciudadanos, en hospitales y centros de salud cerrados, colegios públicos con barracones, empresas y comercios quebrados por impagos de administraciones gobernadas por el PP. O la apuesta por un escenario sobrio y solemne. Sería suficiente. La digitalización de la campaña en época de crísis es una soberana estupidez. Ese ánimo de demostrar que "somos modernos" es un insulto a la gente que lo pasa mal, y una forma de entender que la juventud española es tan superficial como para votar a un partido que se comporta "guay" en la red abusando de "facebook" y "twitter". Hay que hacer una campaña en Internet, cierto. Pero debe ser sobria, mesurada, y austera porque no va a suponer ningún plus, ningún avance, ningún voto ganado. No hay que alardear de medios a riesgo de que te pinten la cara en medio día, como ha sucedido en twitter con los apoyos de Rajoy.

    Si en las formas no están acertando en el fondo andan igual de desencaminados. Política en positivo: muchas propuestas, hablar lo justo del rival político, "fair play" y la intención de convencer con argumentos racionales a unos ciudadanos que se van a mover en parámetros emocionales. Si el equipo de Rubalcaba espera avanzar por ese camino se equivoca. No existe a día de hoy una propuesta política capaz de generar ilusión al electorado. Los electores apenas van a prestar atención a 2 o 3 mensajes-fuerza en campaña, y dedicarán pocos segundos a atender otro tipo de razonamientos político-económicos. El Partido Popular se mueve con inteligencia en esta coyuntura y hace volar como nadie esos 2-3 mensajes-fuerza que maneja entre su electorado potencial, contagiando y captando a nuevos electores. Movilizan a sus voceros y medios afines, preparan y coordinan a todos sus candidatos para que ese día todos digan lo mismo al unisono... y machacan, machacan, machacan, esas 2-3 ideas, a cual más simple, hasta que resuenan en el coco de todos los españoles. La única oportunidad de Rubalcaba reside por lo tanto, no ya tanto en presentar sus magníficas propuestas de gobierno, como en contestar a esas 2-3 ideas-fuerza de la candidatura de Rajoy, que fijan los apoyos del PP y erosionan diariamente la confianza en el PSOE. Mientras no se de oportuna respuesta, continua y machaconamente, a esas ideas fuerza, las encuestas no pintarán mejor. No valdrán de nada las buenas propuestas y la campaña será un fracaso estrepitoso.

    A saber estas ideas son:

    1. "Si el gobierno cambia de color político es muy posible que se produzca un cambio a mejor en lo económico. Este país necesita un cambio radical y dirigentes que devuelvan la confianza a nuestra economía para que los empresarios vuelvan a inventir y crear empleo". Millones de personas creen que con un gobierno del PP la economía mejorará. Que serán fiables con sus recetas y que éstas lograrán que la confianza vuelva a fluir en los actores económicos del país y en los mercados internacionales.

    2. "La derecha gestiona mejor las crísis económicas y tiene la voluntad de acometer la reformas necesarias sin contemplaciones, por muy duras que sean. El Partido Popular ya resolvió la crísis del 96 y nos fue muy bien con ellos durante muchos años, lo pueden volver a conseguir, si lo hicieron una vez, lo harán de nuevo". Rajoy y los suyos han trabajado muy bien esta idea. La creencia popular de que la derecha gestiona mejor las turbulencias es otro "haber" en la cuenta de los populares. Su mejor gestión de las cuentas públicas otra leyenda urbana muy conseguida. Sus recetas para crear empleo -el todo vale- tiene muchos adeptos, acuciados por la desesperación. Es la figura del obrero de derechas que nació al calor de la burbuja inmobiliaria y que progresa por la expectativa de un retorno al boom de la construcción.

    3. "El gobierno anterior ha despilfarrado mucho dinero en cosas innecesarias, los socialistas han vuelto a arruinar el país, como siempre". Si de algo se ha acusado al gobierno socialista es de despilfarrar, de gastar ingentes cantidades de dinero en ayudas y subvenciones que no han servido para nada. Curiosamente los socialistas jamás han respondido a tales acusaciones, y como consecuencia, ha cundido la sensación de que los populares tenían razón. Este razonamiento es populista y tiene tirón en el sector privado. Un ataque a la política y al sector público que solo pagará la izquierda en votos, y que esconde el verdadero objetivo, el desmantelamiento y privatización del Estado del Bienestar. El "san Benito" de partido "arruina España" es otra arista que merma la confianza del los ciudadanos en el proyecto socialista. Esa mala fama tampoco ha tenido respuesta, ni siquiera la tuvo en la anterior crísis económica, donde el PP logró identificar crísis y gobierno socialista. Lo han vuelto a hacer y conseguir.

    4. "PP y PSOE son lo mismo, no hay diferencias: PPSOE". Es el "frame" que erosiona a los socialistas por la izquierda y que desmoviliza a gran parte de su electorado más "purista". Los partidos de izquierda minoritarios y los nuevos movimientos ciudadanos son especialistas en acusar al gobierno de Zapatero de ser amigo de banqueros y grandes empresarios, de defender sus intereses por encima de los de los trabajadores. Saben que están golpeando al núcleo duro- histórico del partido, el voto de castigo del que se nutren. Esta idea-fuerza es tan poderosa y efectiva que hasta el Partido Popular se ha atrevido a jugar con ella señalando al PSOE como "el partido de los recortes", para congraciarse con la clase obrera y pedir su voto, en versión "Partido de los Trabajadores".

    Extraordinaria: "Rubalcaba es lo mismo que Zapatero, no representa ningún cambio". En efecto Rubalcaba se ha diluído en Zapatero. No ha tomado ninguna distancia con su antedecesor. No ha enmendado su política, solo ha modificado algunas trazas. ¿Pero puede hacerlo a estas alturas? Esta idea es la más difícil de modificar. No hay tiempo. Esta es la gran losa que impide que el PSOE gane las elecciones. Rubalcaba no es Milliband, es Gordon Brown. La derrota del PP es difícil, pero romper su apabullante victoria es posible. Refutar las otras cuatro ideas-fuerza es condición suficiente para evitar una mayoría absoluta del PP y conseguir un resultado más que digno. A estas alturas, sin renunciar a la sorpresa, parece lo más factible.

    En definitiva, estas 4 ideas-fuerza más la "extraordinaria" destrozan las expectativas del PSOE. Hay que responderlas con inteligencia. Hay que trabajarlas para responderlas adecuadamente. Hay que "atacarlas" ya, refutarlas sin perder más tiempo. Y machacar la nueva versión. Cualquier otro esfuerzo en campaña o propuesta es un parche inservible. Hay que desenmascar a Rajoy. Bajarlo del cielo y desmontar esa especie de aura inmaculada de salvador que nos está vendiendo. Por qué no, hay que utilizar incluso el miedo como herramienta de movilización y fidelización, estaría más que justificado, porque nadie puede sentirse seguro en su puesto de trabajo, simple y llanamente por esa obsesión por la austeridad que puede alcanzar a cualquiera, hasta a los propios funcionarios. Dirán que es la versión 2.0 de aquel Guerra asustando a las masas con la derecha y las pensiones (por cierto se logró una dulce derrota cuando las cosas pintaban mucho peor), pero es que estamos viendo que allá donde el PP gobierna los populares están empezando a acometer medidas terriblemente lesivas con lo público, contra el estado del bienestar. Existe el precedente Cameron, ese "bluff" que hoy perdería abultadamente las elecciones, cuando llegó al poder hace poco más de un año como la gran esperanza que metería en cintura y reactivaría la economía británica, eso sí, con un plan que ocultó en campaña -como Rajoy- para no despertar a los progresistas desmovilizados por la desconfianza en la labor de Gordon Brown. Vendría bien recordarlo más a menudo.

    Hay razones y ejemplos de sobra para desenmascar a Rajoy. Lo debe hacer el propio Rubalcaba, con su magnífica oratoria, buscando las cosquillas a su oponente, desnundándolo ante la opinión pública, recordándole Gurtel, la deuda de la ciudad de Madrid, el déficit de la comunidad valenciana, la corrupción de la región de Murcia, la tasa de paro de las comunidades gobernadas por el PP, los recortes de Aguirre, el hecho de que una mayoría de ciudadanos se empiece a arrepentir en las encuestas de los cambios de mayo en Castilla La Mancha y Extremadura, de su admiración por Cameron, de su defensa de Fabra, de su tendencia a huir de las decisiones difíciles, de su incapacidad para gobernar su propio partido...hay tanto "material" para utilizar en contra del "mesias Rajoy" que no se entiende esta campaña "buenista" y de perfil bajo. Hay que aprovechar las cualidades del candidato. Hay que pasar al ataque. Para eso te elegimos, Rubalcaba. Para pasar al ataque. Para hacer lo que estás haciendo, nos bastaba y sobraba con Zapatero. Que se pongan las pilas.

    domingo, 18 de septiembre de 2011

    LAS LISTAS DEL PSRM-PSOE


    Ya conocemos las listas electorales del PSRM-PSOE para el Congreso de los Diputados y el Senado. Finalmente la pugna entre secretario general y el delegado del gobierno -que terminó trascendiendo a la prensa- se resolvió con una solución de consenso: María Gónzalez Veracruz, miembro de la ejecutiva de Ferraz y del equipo de campaña del candidato Rubalcaba, liderará la lista al Congreso, relegando a Saura a un segundo lugar. Rafa Gónzalez Tovar quedaría al margen, con Ramón Ortiz encabezando la candidatura al Senado. Se cierran las listas oficialmente -con casi un 40% de rechazo- pero el debate no se ha cerrado: la herida sigue abierta y sangrando. ¿Son éstos los nombres más adecuados para representar al PSOE en la región el 20-N? ¿No son las mismas caras de siempre, las que nos han llevado de derrota en derrota? ¿Ha funcionado de nuevo la famosa "mesa de camilla" del PSRM? El desánimo cunde entre los militantes. Hay quien ya ha bautizado estas candidaturas como las de "la mayor derrota electoral de la historia del PSRM-PSOE en la región de Murcia". Todo parece indicar que así será. La cuestión es si esa derrota aplastante puede o no atenuarse "jugando" con otros nombres, con otros candidatos; la incógnita de si existe la posibilidad de que "con otros nombres" el resultado pudiese ser -a estas alturas- mejor o de lo contrario "todo el pescado está vendido de antemano".

    Ciertamente si los simpatizantes y militantes se muestran cabreados, frustrados e indignados con las "listas de la discordia" se pueden perder importantes apoyos, porque el voto de castigo existe, y en algunos foros se está empezando a proponer seriamente. Hay quienes tras conocer las listas al Congreso y al Senado amenazaban publicamente con no votar al partido donde militan desde hace décadas, mientras que otros en frío dudaban y afirmaban que de hacerlo, lo harían en cualquier caso con "pinzas en la nariz". Entiendo y comparto el hastío de muchos de estos compañeros. Pero si alguien piensa que el PSOE puede conseguir en esta región -a estas alturas- un puñetero voto más porque el cartel no lo lidere Pedro Saura, Gónzalez Veracruz, u Ortiz -y lo haga otro- se engaña. Se llame Pedro, Rafa, Begoña o "la virgen María" el relevo tampoco seduciría -con total seguridad- al electorado socialista; el resultado no sería muy distinto en las urnas. ¿Por qué? Principalmente porque estamos "encabronados" con nosotros mismos. Ya se buscaría una razón para desprestigiar publicamente a los "nuevos" candidatos, sean quienes sean, dado el estado psicológico y decandente en el que se encuentra el partido. La organización está rota, dividida, anquilosada en luchas de familias, agrupaciones y clanes: ésto impide cualquier renovación, bloquea cualquier atisbo de ilusión . El PSRM es una federación fagocitada porque mantiene una estructura rígida, caduca, especialmente proclive al clientelismo, al amiguismo, en definitiva, al parasitarismo, de la que se sirven un puñado de dirigentes desde hace demasiados años. Nada ha cambiado al respecto. El PSRM es como un coche sin motor. Da igual que el piloto se llame Pedro Saura o Fernando Alonso. El resultado será el mismo.

    Quienes están pidiendo una renovación en las listas en realidad están pidiendo una purga profunda y definitiva en el partido. Es el grito desesperado de miles de militantes y simpatizantes que se sienten reiteradamente estafados por ejecutivas que promenten cambios contudentes e inmediatos que nunca acometen porque ponen en peligro la propia superviviencia de las ejecutivas y la de sus miembros dentro del partido. Los militantes están pidiendo un gesto de honestidad y grandeza en sus líderes, una señal de esperanza. Necesitan ver que alguien con peso en la organización considera al partido por encima de su propia trayectoria o interés personal. La militancia y el electorado buscan a alguien que lidere y piense en el grupo en su conjunto por encima de cualquier factor individual. Pero los que están pilotando la nave no captan el mensaje. No se trata de simplificar o banalizar el problema; de que un nombre sea mejor que otro, sino de gestos políticos -y sacrificios- que requiere una militancia que se descompone de desesperación. A veces un gesto es capaz de movilizar y esperanzar por muy arbitral o banal que se pueda considerar. Pero el gesto debe ser genuíno. No basta con decir que no te presentas en una determinada lista pero te "quedas" en la recámara con un cargo orgánico. Eso no es generosidad ni altura de miras. Es tan malo quedarse a medias como "no hacer nada". La decepción es la misma. Si no cuidamos la moral de la tropa empezaremos a quedarnos sin tropas. Y sin tropas no hay batalla -ni cargo- posible.

    Los críticos y los "indignados" con las listas aprobadas el viernes tienen razón en el fondo de sus lamentos y sus quejas están plenamente justificadas. Pero seguramente equivocan el momento, el lugar y la fecha de la protesta, queriendo plantear una batalla que no procede en estos momentos -elecciones generales- pero que sí procederá en el próximo Congreso extraordinario del PSRM que elegirá nueva ejecutiva y secretario general. Ahí se jugará el futuro del partido. Se puede ser crítico -también ahora- y se debe dar un toque a los jerifaltes del partido siempre que se pueda. Yo mismo soy crítico con el PSRM y con el propio Pedro Saura, pero sin olvidar un dato importante, demoledor: que la mayoría de militantes de este partido ha elegido, reiteradamente, a Pedro Saura como su secretario general. Pedro no ha caído del cielo, lo han puesto ahí los militantes del PSRM. Éstas listas, lideradas por María Gónzalez, están avaladas por una mayoría absoluta de delegados de la organización. ¿Qué queremos entonces? Elegimos unas listas que luego criticamos. Quizá no solo fallen los nombres, las familias y los clanes, tambien, los propios militantes.

    El debate de los nombres es solo la punta del iceberg. Una excusa para, a la desesperada, intentar despeñar a los que se aferran al poder protegidos por la estructura caduda del partido. Sí, los socialistas murcianos estamos cabreados, frustrados y cansados de la derrota, y no nos fiamos de nadie, ni de nosotros mismos. Este sentimiento derrotista lo pagaría -en estos momentos- cualquiera que se presentara con estas siglas en la región, se llame como se llame, estando o no estando Saura, con él y sin él, por muy nuevo o renovado que sea. Hay "marcas" que nos recuerdan que el problema también es de personas pero no es solo de personas. Todos estábamos de acuerdo en que Begoña mejoraba el cartel de Saura y sin embargo consiguió menos apoyos que éste. Tenemos una clara contradicción para quienes piden renovación en la listas. Sara García es una chica joven, licenciada y con preparación académica, sin aparentes losas ni enemigos declarados en su cortísima trayectoria. Me consta que no gusta -dicen que no ha hecho nada en Madrid- y que no tiene el aprecio y reconocimiento de los militantes. Luego tenemos a María Gónzalez, que también es joven y que además está en el propio equipo de Rubalcaba, y en la ejecutiva de Ferraz con Zapatero. Dos mujeres jóvenes, preparadas académicamente y que podrían representar lo que se entiende por "renovación". Pero no gustan. Se resaltan sus defectos, su procedencia, su falta de méritos, sus ambiciones personales...tampoco valen. Entonces el problema principal no es la renovación de caras, hay algo más. De nuevo lo que en realidad se busca es una purga: de clanes, de familias, de rivales, de las caras que representan el "Saurismo", el "Tovarismo" o el "Zapaterismo". Por eso ser cabeza de cartel en estos momentos no es una suerte, es una "jodida papeleta".

    ¿Quiénes podrían ir en unas listas alternativas? Hoy por hoy: si pones a alguien nuevo tendrá como "pero" que no lo conoce ni dios. Si pones a alguien joven que es "inexperto". Si pones a un dirigente experimentado dirán que "lleva muchos años viviendo de la política". Si pones a fulano de tal agrupación las otras agrupaciones dirán que tienen más peso y prioridad, o menos, y que no es justo. Si eliges a Pedro es que "es un inútil" -reconociendo que los militantes del PSRM lo son por elegirlo-, si eliges a Rafa Gonzalez Tovar es porque "se le acaba el chupe de la delegación", si eliges a María es porque "el padre la ha enchufado", si vuelve Ortiz es porque "quiere un retiro dorado", etc. Quizá éstas críticas, al menos algunas, sean fundadas. Puedo compartir algunas, otras no. Pero en realidad estamos queriendo derribar personas cuando lo que hay que tirar de arriba a abajo es el proyecto, con personas incluídas si así se decide. Pero esto no toca ahora, tendrá su momento. Siento decir que no podemos -y no debemos- tirar abajo el proyecto de Rubalcaba por inquina a Saura, Rafa, María o Sara. Ya llegará la hora en un futuro congreso extraordinario de exigir responsabilidades si procede.

    ¿Caras nuevas para el mismo proyecto? ¿Para cambiar de caras no habría que cambiar antes de proyecto? Si los que exijen profundos cambios y renovaciones en las listas piensan que "otros" deberían liderarlas se equivocan. La derrota será de tal envergadura que esos nombres quedarían -y quedarán- inhabilitados para líderar el partido en un futuro, de por vida. Saura y Ortiz pintan muy bien en esa lista. Pintaba perfectamente Gónzalez Tovar. Creo que María comete un enorme error aceptando ir de cabeza de lista. Ella es la única que, al menos sobre el papel, tenía cierto recorrido en el futuro, aunque ultimamente estaba levantando muchas antipatías heredadas de los enemigos de su padre. Liderar una lista abocada al desastre electoral te pone en una situación cercana al punto y final. Cualquier otro nombre -de la familia de los renovadores- hubiese significado su entierro y olvido político, dado los resultados que se esperan. ¿Con qué cara se puede presentar en primavera un candidato a secretario general que apenas ha conseguido un 20% del voto en la circunscripción murciana? Quienes piden cambios ahora, renovaciones y purgas inmediatas, se equivocan de momento y de lugar. No procede. Y quienes lideran las listas, críticas aparte, hay que reconocerles que ponen la cara y el cuello para que se lo corten en nuestro nombre. Los murcianos volverán a darnos una patada y será en sus traseros. Si les compensa el sueldo y el viaje a Madrid es otra cosa. Hay que reconocerles también cierto grado de compromiso y valentía. Seamos prácticos. El 20-N el partido lo juega Rubalcaba, y los votantes mirarán a Rubalcaba, no a los representantes por Murcia; salvo que nosotros mismos pongamos el foco en ellos para descargar nuestra rabia y frustración por las sucesivas derrotas.

    Seamos todavía más prácticos. Los socialistas murcianos tendremos muy pronto la oportunidad de elegir nuevo proyecto, nuevo secretario general, y nuevas personas. De arriba a abajo. Con nuevas caras, las mismas caras, o mejores caras. Lo decidirán como siempre los militantes, los mismos que eligieron en el último Congreso al señor Saura, los mismos que apostaron por Begoña, los mismos que el viernes se expresaron a través de sus delegados y apostaron por una lista que curiosamente a nadie convencía. No hay mal que por bien no venga por las razones que he expuesto. Pero mientras llega el congreso extraordinario los propios militantes y las propias agrupaciones tendrán que reflexionar profundamente sobre cúales serán sus prioridades: ganar una cuota de poder y un cargo dentro de partido o ganar unas elecciones. Hasta ahora no solo los "Sauras" han pensado en lo primero por encima de lo segundo, gran parte de la militancia ha jugado a lo mismo. Que reflexionen los militantes porque serán ellos los que decidirán cómo, dónde y cuando se renovará definitivamente este partido. Mientras tanto no estaría de más recordar que nuestro rival político tiene un nombre. No se llama María, Pedro, no se llama Ramón. Se llama Partido Popular.

    viernes, 16 de septiembre de 2011

    LO QUE MARIANO RAJOY DEBE A LA REGIÓN DE MURCIA (PARA QUE NO SE OLVIDE)


    Todo parece indicar que Mariano Rajoy Brey será el próximo presidente del gobierno. No solo las encuestas dibujan una probable mayoría absoluta o parcial del PP, sino que en la calle se respira ansiedad y expectación por el cambio político, esperando que éste traiga de la mano un cambio profundo en lo económico. Hay muchas expectativas puestas en un futuro gobierno conservador, más de las que el propio Rajoy desearía. De ahí que en los últimos días el líder popular alterne mensajes en positivo ("España tendrá un gobierno fiable que favorecerá la recuperación económica") con llamadas a la sensatez ("no tenemos una varita mágica para resolver los problemas"). El todavía jefe de la oposición y su equipo electoral saben la enorme responsabilidad que representa el hecho de que el Partido Popular vaya a concentrar en muy pocas semanas un poder político sin precedentes en la historia democrática española: gobierno central, practica totalidad del poder autonómico, practica totalidad del poder municipal. Sin el escudo de Zapatero y con una mayoría absoluta o suficientemente holgada, Rajoy tendrá que responder a las expectativas y demandas de una ciudadanía que ha entregado las llaves de todas las administraciones del país -y su confianza casi ciega- al Partido Popular.

    Nunca un líder de la oposición llegó al poder con una valoración ciudadana tan baja como Rajoy. Es un hecho que Mariano es un tipo poco querido y con escaso tirón para el conjunto de los ciudadanos a pesar de su inevitable victoria en las urnas el próximo 20-N. En realidad hay una excepción a esta desafección personal por Rajoy, una pequeña región española del sureste, la región de Murcia, la única comunidad autónoma de este país donde Mariano Rajoy aprueba en valoración ciudadana y donde el PP se ha disparado bajo su dirección, elección tras elección, sin encontrar un techo en apoyo electoral, mientras la oposición sigue sin encontrar un suelo donde parapetar el golpe. Si en la España donde no se "vibra" con Rajoy -suspende en valoración- los populares suscitan expectativas positivas, en Murcia éstas están mucho más justificadas por la valoración y el apoyo anteriormente referido. Rajoy tiene cuentas pendientes con los españoles y dentro de ese grupo, especialmente con los murcianos. Cuentas que, más pronto que tarde, una oposición digna y renovada debe poner encima de la mesa, recordar y reclamar para su adecuado cumplimiento. Con todo el poder en sus manos, Rajoy, Valcárcel y los alcaldes populares de la región ya no podrán justificar omisiones, maltratos o errores con el parapeto de Zapatero. El vértigo para algunos dirigentes del PP acostumbrados al recurso fácil del "enemigo exterior" puede ser considerable.

    Sería bueno recordar y refrescar lo que Mariano Rajoy nos debe, por justicia, a los ciudadanos de la región de Murcia. Lo que durante 8 años nos ha prometido gracias al empuje y la beligerancia de los diputados, senadores, alcaldes, concejales y gobernantes autonómicos del PP murciano. Ha llegado el momento -está al llegar- de que esas demandas sean convenientemente atendidas. De lo contrario, los dirigentes del Partido Popular nos habrían estafado. Nos habrían engañado. Tamaño apoyo electoral en la comunidad autónoma y en nuestros ayuntamientos merece una respuesta acorde, rápida y generosa por parte del futuro gobierno presidido por Mariano Rajoy, sopena de dejar en la estacada a quienes desde sus púlpitos regionales han vociferado supuestos maltratos de Madrid hacia nuestra región. Si como han defendido reiterada y machaconamente los miembros del PP sus demandas al gobierno de Zapatero eran justas, suponemos -por lógica aplastante- que Rajoy las atenderá para subsanar el maltrato -que no es tal con los datos en la mano- o de lo contrario, esos mismos miembros del PP, que presumen de ser "murcianos antes que del PP", se verán obligados a denunciar y combatir la desidia de su propio presidente y líder en el gobierno y en el partido. De momento, démosles el beneficio de la duda.

    Muchos tenemos claro lo que pasará, pero de momento solo podemos hipotetizar. Sí podemos hacer algo desde ya. Recordar lo que Rajoy debe a los murcianos, lo que tiene que cumplir a partir del momento en que tome posesión como presidente del gobierno, con la misma celeridad, estado en las cuentas públicas y situación económica que se exigió al presidente del gobierno socialista Jose Luís Rodríguez Zapatero. Es decir, sin demora ni excusas de ningún tipo, pues lo que es justo y lo que nos pertenece, debe ser repuesto inmediatamente, siguiendo el argumentario del Partido Popular de la Región de Murcia. A saber:

    - Un trasvase del Ebro y la consolidación del trasvase Tajo-Segura
    - 4600 millones de euros de deuda histórica y aumento de la inversión pública en los PGE de 2012 para la región de Murcia
    - Un AVE directo a Madrid por Albacete a más de 3oo kms/h
    - Apoyo político y presupuestario para el corredor mediterráneo
    - Desarrollo de las autovías y obras públicas pendientes de competencia estatal
    - "Plan Lorca" mejor dotado presupuestariamente
    - La rebaja del IVA del 18% al 16% que perjudicaba a consumidores y empresarios murcianos
    - La reposición del 5% rebajado a los funcionarios de la región de Murcia
    - El aumento porcentual de las pensiones contributivas congeladas por el gobierno socialista
    - Reforma del Régimen de Financiación Local para dotar de fondos adicionales a los ayuntamientos murcianos
    - La rebaja a la mitad de la tasa de paro en la Región de Murcia como prometió Rajoy para España en 2010 (o su equivalente de los 3,5 millones de puestos de trabajo)
    - Eliminación de la rebaja en la indemnización al despido desarrollada en la última reforma electoral del gobierno socialista
    - Cumplimiento estricto del objetivo de déficit sin reducir el gasto social (educación, sanidad, prestaciones)
    - Flexibilización de la Ley Antitabaco que perjudica a los hosteleros murcianos
    - Abolición de la ley del matrimonio homosexual y de la última reforma del aborto que amenazan a las familias de la región de Murcia
    - Reposición del cheque-bebé (3000 euros prometidos en su momento por el PP)
    - Etc

    El PP ha apoyado explícitamente algunas de estas propuestas, y ha combatido y se ha opuesto al desarrollo o supresión del resto, a pesar de entrar en evidente contradicción con sus principios de austeridad en el gasto público. Las primeras se refieren principalmente a promesas electorales, a supuestos maltratos e incumplimientos del gobierno socialista con la región de Murcia y algunas reformas que no se acometieron o se acometieron mal en perjuicio de la economía española. Las segundas se refieren principalmente a medidas de ajuste y reformas estructurales que fueron duramente combatidas por los populares porque atacaban a los más débiles, a la clase trabajadora, junto a algunas leyes sociales ampliamente censuradas porque atacaban la "libertad económica y social y de culto" de los españoles.

    No se entendería que las primeras no fueran acometidas a la mayor brevedad. No se entendería que las segundas no fueran enmendadas con la misma celeridad para sustituírlas por las recetas y alternativas que en su momento planteó el Partido Popular. El poder es responsabilidad. Las promesas están grabadas a fuego. Las excusas, de la índole que fueran, no valían para Zapatero, por lo tanto tampoco deben valer para Rajoy. Se acerca la hora de cumplir lo prometido. Se acerca la hora de la verdad. Llega el momento donde el PP podrá pasar de las pancartas a los hechos. Rajoy, Valcárcel, señorías, senadores, diputados regionales, los murcianos estamos expectantes. ¡Mariano, no nos falles!

    PD: Tengo la absoluta convicción de que Rajoy no cumplirá ninguno de los compromisos adquiridos con la región de Murcia. Quedará en evidencia, o no. Como el PP murciano que callará, otorgará y justificará. Quedarán también en evidencia, o no. Depende de si enfrente, en esta región, el PSRM-PSOE logra conformar un proyecto y un equipo capaz de representar una alternativa creíble y sensata a los gobiernos del Partido Popular. A partir del 20-N los socialistas deben ponerse a ello y renovar, de una vez por todas, las estructuras, los líderes, las ideas y las propuestas para volver a ser un partido importante, que cuente de nuevo para los murcianos.

    PD2: Echo de menos que algún dirigente nacional y regional ponga en este tipo de aprietos al señor Rajoy. Y de paso, que alguien le apriete las tuercas a Valcárcel en nuestra propia región.