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    jueves, 27 de mayo de 2010

    A COSPEDAL SE LE VA EL PLUMERO CON LAS PENSIONES



    Sin comentarios.

    miércoles, 26 de mayo de 2010

    ¿QUIÉN ESTÁ DANDO REALMENTE BANDAZOS? ¿LOS GOBIERNOS O LOS MERCADOS?



    Os dejo una cita de José Andrés Torres Mora en su último artículo "Los mercados son malos gobernantes" que me ha parecido especialmente interesante para reflexionar, porque, ¿quién da realmente bandazos? Es cierto que el gobierno sufre un enorme desgaste, que incurre en enormes errores de comunicación, y que ofrece una imagen de improvisación. ¿Pero realmente es mala la improvisación en un escenario como el actual? ¿Es fácil mantener una política económica resistente a los enormes cambios que se producen en los mercados internacionales? ¿Quién está cambiando continuamente de parecer, de criterios, abocando a la confusión de los gobiernos? ¿No será que el mercado es incapaz de "gobernarse" y no sabe ni lo que quiere, y que esto provoca la indefensión de los estados?


    "Desde hace dos semanas los gobiernos han tenido que cambiar una estrategia de estímulo estatal a la inversión y al consumo por una drástica reducción del déficit, como consecuencia del chantaje insoportable de los mercados sobre las deudas de sus países. Pero el mercado resultó ser el mono con la ballesta, e inmediatamente después de conseguir su objetivo de reducción del déficit, los mercados cayeron de nuevo, esta vez porque temían que un menor gasto público deprimiera el consumo y pusiera en peligro la recuperación. Los gobiernos sabían que debían soportar el miedo al déficit para no provocar que se deprimiera el consumo, pero el mercado no sabe soportar ni el miedo al déficit, ni el miedo a la bajada del consumo. El mercado no sabe soportar el miedo. Los neoliberales atribuyen al mercado una inteligencia estratégica que no tiene, el mercado persigue el beneficio inmediato con la misma ceguera que las especies persiguen el éxito reproductivo: si triunfan acaban con el medio, siempre mueren de éxito."


    Es curioso, siempre estamos hablando de la mediocridad del gobierno y del poco acierto de sus medidas. La gente se queda en la superficie del problema, que nunca es el estado, y siempre está en el desaforado mercado. Pero si después de esta grave recesión no hemos aprendido ésto, que es lo más elemental, y consideramos a quienes son parte de la solución como problema, y los que son parte del problema como solución, ¿a dónde vamos a llegar? A una nueva era neocon donde los poderosos tienen una doble ronda de beneficios. Para cambiar esta situación necesitaríamos un gobierno mundial verdaderamente progresista, socialdemócrata y de izquierdas. Hoy no es posible, y en el futuro, es poco probable. Habrá que seguir pasando por el aro.

    jueves, 20 de mayo de 2010

    MEDIDAS INJUSTAS PERO NECESARIAS


    Empieza el calendario de movilizaciones de los sindicatos en protesta por la rebaja del 5% en las nóminas de los funcionarios y la congelación de las pensiones. Protestas, manifestacions, concentraciones coordinadas en todo el país que amenazan con encender la conflictividad laboral, y lo que es peor, debido a la consiguiente desafección hacia los políticos, se abren espacios propicios para mensajes populistas, siempre bien aprovechados por un PP que está encantado de conocerse en su nuevo papel de justiciero social. Voy a dar mi opinión como siempre hago, con sinceridad y siendo honesto con vosotros. En primer lugar quiero decir que efectivamente no es justo que los funcionarios, los pensionistas y los trabajadores paguen la factura de una crísis que los grandes capitales financieros y la banca originaron. En segundo lugar me gustaría reconocer que los mercados han derrotado la utopía que se nos vendía desde el gobierno; creímos, inocentes nosotros, y creyó el gobierno, inocente él, que un estado que representa apenas el 2% del peso económico mundial podía imponer una salida socialdemócrata a la crísis, cuando los grandes países del mundo son dirigidos por gobiernos liberales y conservadores, y por lo tanto, más complacientes con el libre mercado. En tercer lugar, y a pesar de mis dos primeras reflexiones, quiero sostener que las medidas adoptadas son necesarias. Repito, necesarias; no digo justas, digo "necesarias". Explicaré en este artículo "por qué" y lo haré porque no me gustan algunos argumentos demagógicos que estoy empezando a escuchar incluso en ciertos colectivos manifestantes (de la propia izquierda).


    Servidor parte de una premisa fundamental: el gobierno de no ser obligado por las circunstancias y por los requerimientos de sus socios comunitarios, nunca hubiese adoptado estas medidas. Creo sincero el gesto compungido de Zapatero en el Congreso de los Diputados mientras trasladaba los dolorosos recortes que hemos conocido. Creo honestamente que este gobierno es el que más fuerte ha apostado por aumentar y consolidar derechos sociales. No pongo en duda, por lo tanto, que el gobierno y el partido socialista han "parido" con mucho dolor y resignación estas medidas. No están felices ni orgullosos. No las plantean desde la convicción ideológica como ha exigido históricamente la oposición. Eso a mí me hace marcar una distancia emocional. Puede parecerme injusto lo que ha aprobado el consejo de ministros. Pero ésto no es contradictorio con el hecho de que sé, creo y reconozco que este gobierno se ha visto obligado a adoptar estos recortes y que éstos nunca habrían nacido de una posición independiente sin ingerencias externas.


    Son recortes necesarios. ¿Por qué necesarios? Simple y llanamente porque los inversores que financian y compran nuestra deuda los han exigido; porque la situación de Grecia ha convulsionado de nuevo los mercados y se estaba atacando nuestra solvencia como país; porque nuestros socios comunitarios han puesto sobre la mesa un fondo multimillonario para proteger a la zona euro de esos ataques especulativos (injustificados en el caso español, con una deuda 20 puntos inferior a la media europea); y porque como contrapartida por blindarnos han exigido adelantar un esfuerzo extra en la reducción de nuestro déficit, reducción con la que no se contaba hace 15 días: es decir, Alemania y Francia ponen mucha pasta encima de la mesa para que los especuladores no nos sangren, pero a cambio quieren una prueba contundente de que nosotros vamos a cumplir nuestra parte. Una prueba que además contente a los mercados (es decir, no vale cualquier prueba)


    Esto me lleva a considerar que las medidas son necesarias porque satisfacen a los mercados de deuda, y porque "otras" que se proponen como alternativas, no lo harían, a pesar de éstas seguramente sean mucho más justas. Intentaré explicarme. Se afirma que en vez de rebajar los sueldos a los funcionarios el gobierno podría intensificar la lucha contra la economía sumergida, subir los impuestos a las rentas altas, eliminar tantos cargos/asesores/ministerios o recuperar el impuesto de patrimonio. Muy bonito todo. Pero esto desgraciadamente no satisface a los mercados de deuda. ¿Por qué? Porque en el caso de lanzar un plan contra el fraude fiscal, los resultados no se pueden cuantificar, anticipar ni garantizar: puedes apretar las tuercas y no obtener buenos resultados o puede que sí, no se sabe. No puedes prometer que vas a recaudar tantos millones más. No es algo cuantificable de antemano; rebajar los sueldos a los funcionarios sí. Subir los impuestos a las rentas medias o altas o recuperar el impuesto de patrimonio tampoco satisface a los mercados de deuda: elemental, nuestros deudores entienden que si se estrangula más a quienes tienen capital para invertir y movilizar actividad económica, la situación del país no mejorará, el paro no disminuirá y España tendrá entonces serias dificultades en el futuro para devolver lo que debe. Congelar las pensiones, aunque sea injusto, es un gesto de enorme contundencia, con un impacto mínimo sobre el consumo, y de nuevo, concreto y cuantificable, "se pueden fiar". Sin embargo si los mercados no exigen esas subidas de impuestos en las rentas, sí dan la bienvenida a la subida del IVA, de nuevo porque el impacto sobre el consumo es mínimo, y segundo y de nuevo porque al ser una medida tan impopular, si el gobierno la adopta, significa que ese gobierno está realmente dispuesto a hacer lo que sea para devolver su deuda. Es un mensaje a quienes nos financian (a quienes financian a nuestra economía, a nuestras empresas, a nuestros hogares): "oiga miren ustedes, que si tengo que subir el IVA lo subo, aunque sea impopular". Eso sí satisface a los mercados.


    Dejo para lo último la demagogia en el planteamiento de alternativas: ¡que se bajen los sueldos los políticos! ¡que reduzcan asesores! ¡que cierren dos ministerios! ¡que graven a los ricos! Etc, etc. Ciertamente los políticos se van a bajar el sueldo y van a reducir sus asesores. Ciertamente sería un buen gesto subir algunos tramos del IRPF. Pero no nos engañemos, eso, tampoco satisface a los mercados; esto, no nos engañemos, es calderilla. Si la solución fuese eliminar los 200 asesores de Zapatero, apañados vamos, porque el ahorro llegaría a 5-6 millones de euros. Se van a rebajar altos cargos, pero solo será un gesto, como subir impuestos a los ricos, pero no tendrá un impacto importante sobre la recaudación y el déficit. Dejemos las demagogias aparte. Quitar dos ministerios es una ridiculez si tenemos en cuanta que hay que recortar 15.000 millones de euros (antes se habían recortado tantos más). El super plan de Rajoy supone ahorrar 111 millones de euros. Ya le hubiese gustado al gobierno que quitando unos cuantos asesores y cortando la cabeza de 3 ministerios, se ahorrara lo que los mercados de deuda nos exigen para mantener nuestra credibilidad y solvencia. Ya le hubiese gustado al gobierno que el capital exigiese medidas para gravar al capital. Pero el capital manda, y se impone una vez más sus intereses, no los nuestros. ¿Hablaríamos de la misma situación si Alemania y Francia tuviesen un gobierno socialista? Esa es la incognita. Para bien o para mal, España está encuadrada en una economía globalizada, y en una unidad económica y monetaria europea.


    El gobierno tiene su cuota de responsabilidad en la crísis, más por sus omisiones que por sus decisiones, que siempre han sido consensuada con el resto de potencias mundiales. Pero desde luego no podemos olvidar que no son los estados los principales culpables de esta crísis. Son los estados, los gobiernos, los que han evitado un colapso económico mundial, han sido parte de la solución, no del problema como nos quiere vender el PP. Es el libre mercado el que ha fallado. Lo triste es que los estados se hayan endeudado para salvar al mercado, y ahora el mercado castigue a los estados por haberse endeudado para salvar al mercado. Sí, ya lo dije en el artículo anterior. Pero es que hay que repetirlo hasta la saciedad. Habría que lanzar muchos dardos antes de disparar contra Zapatero: mercados, banca, cajas de ahorros, empresarios especuladores, alcaldes, concejales, presidentes autónomicos. Todos ellos han contribuido, unos en mayor medida, otros en menor, a la situación que estamos viviendo. Pero aquí parece que solo existe un tal Zapatero, el muñeco, el cubo de la basura. Lo más ha sido oir esta tarde gritar a un sindicalista de UGT que Zapatero nos ha llevado a la crísis. Estamos perdiendo el norte incluso en la izquierda. Doble victoria de los tiburones de la derecha: se imponen sus reglas y encima, dividen al enemigo. Si es que somos un chollo.

    martes, 18 de mayo de 2010

    PARTIDO POPULAR: CAMPEONES EN POPULISMO, DEMAGOGIA Y DESPILFARRO



    Las duras medidas de ajuste anunciadas por el gobierno socialista han provocado un evidente malestar político y social. En las filas socialistas cunde el desánimo e incluso se dan por perdidas las elecciones, mismo pálpito que se tiene en la calle, donde la imagen de Zapatero se encuentra en mínimos históricos. Es cierto, yo diría que innegable, que ha habido una quiebra en el discurso del presidente del gobierno; que el recorte anunciado lo podría haber adoptado el mismísimo PP; que ha sido muy doloroso y que ha ocasionado un duro revés en la propia línea de flotación de la izquierda progresista española. Pero no es menos cierto que esa quiebra ha sido forzada por las exigencias coyunturales (volatibilidad y turbulencias en los mercados a raiz del caso griego) y la consiguiente respuesta de los estados europeos, quienes han contestado a los especuladores con un multimillonario blindaje para la zona euro, que implica indirectamente, que nos abrochemos más si cabe el cinturón. Desgraciadamente el gobierno español es una isla progresista en medio de un enorme océano conservador en Europa y en el mundo. Es curioso, los estados salieron al rescate de los mercados, y ahora son los mercados quienes están atacando a los estados...¡por haber incurrido en déficit para salvarlos! Así de triste.


    El gobierno ha tomado una serie de decisiones que pueden gustar más o menos, pero que se antojan necesarias. Los mercados exigían esas reformas, y subrayo "esas" concretamente, y por eso se han tomado. Una reformas que hasta hace pocos días muchos los sectores de la sociedad española exigían, y con especial virulencia desde el principal partido de la oposición. ¡Que el gobierno haga algo! ¡Que tome medidas duras y contundentes! El Partido Popular, el mismo partido que viene exigiendo largo tiempo la materialización de esas duras medidas de ajuste para atajar el déficit, ahora parece querer jugar al despiste con los ciudadanos, opiniéndose a sus propias premisas, y presentándose como el adalid de la defensa de los derechos sociales (risas). Si el gobierno no hace nada: "malo". Y si hace algo, también "malo". ¿Esa es la alternativa política que tenemos en España? En esta loca crísis, no solo Zapatero se ha pisado la cola. En Génova se llevan la palma en cuanto a discursos contradictorios y ventajistas. Es lo que pretendo demostrar en este artículo.


    Os sonará un discurso que ha calado mucho en la población: "el gobierno socialista ha despilfarrado", "por culpa de ese despilfarro ahora los funcionarios y los pensionistas van a pagar la irresponsabilidad del gobierno", etc, etc. Son palabras que oímos a diario en boca de Rajoy, Cospedal y Pons, un bombardeo masivo y ventajista que la calle ya ha asimilado. Es fácil conversar con un amigo, un pariente, un conocido ocasional, incluso en la cola del pan, y que alguien diga "claro, estos se han dedicado a gastar y gastar, y ahora nos toca a nosotros pagar". Es un discurso que me enerva mucho. En primer lugar porque todos los paises del mundo decidieron que para salir de la crísis y evitar el colapso financiero había que gastar, gastar mucho, incluso incurriendo en déficit. Una política keynesiana, socialdemócrata, progresista en toda regla. Bush lanzó un plan de rescate multimillonario, quien lo iba a decir entonces. Si el sector privado se hunde, parece lógico que el sector público salga a amortiguar el golpe. ¡Hasta Díaz Ferrán pedía un receso en la economía de libre mercado! En segundo lugar me cabrea mucho que los dirigentes del PP hagan declaraciones incendiarias olvidando su propio pasado reciente, sus propias propuestas y soluciones antes, durante y después de la crísis. Es necesario una vez más refrescarles la memoria, porque si nos remitimos a los hechos, ellos son los menos indicados para tildar al gobierno de "despilfarrador". Demostraré que el PP no predijo la crísis, que incluso prometió mejorar las políticas de gasto del gobierno, y que sus soluciones suponen incurrir en más déficit, en definitiva, que Rajoy nunca ha sido una alternativa real de gobierno frente a Zapatero. Rebatamos pues algunas de las ideas más importantes del discurso del PP.


    EL GOBIERNO NO SE ENTERÓ DE LA CRÍSIS ECONÓMICA: RAJOY ERA INCLUSO MÁS OPTIMISTA

    Empezaré atacando la primera gran idea que la maquinaria mediática del PP lanzó acerca de esta crísis: que el gobierno no supo preveerla, que todo el mundo la veía, pero Zapatero ni se enteró, es más, que fue el único en el mundo que no reconoció la importancia de que lo que se nos venía encima. Basta echar un vistazo a uno de mis artículos para rebatir el sectarismo de este punto de vista. Pero escuchando a los miembros del PP aleccionar sobre el tema, daría la impresión de que entonces unicamente el PP acertó a reconocer la gravedad de lo que sucedería a partir de la segunda mitad del año 2008. ¿Pero fue así realmente? Bastaría echar un vistazo a las previsiones económicas que los populares llevaban en la memoria económica de su programa electoral para salir de dudas:

    Los visionarios del PP estaban tan enterados de la crísis que para el año 2009 preveían que la economía española crecería nada más y nada menos que un 3%, en 2010 (este año) un 3,6% y el año que viene un 3,9%, todos los años con superavit incluído. Brillante, ¿verdad? No es que el PP no oliera la gravedad de la crísis, no pretendo culparlos de ello, es que tampoco lo hizo Bruselas, el FMI o los bancos y cajas de ahorros, quienes en plena campaña electoral afirmaban que España crecería entre el 2,4% y el 3,3% (Europa fijó un 2,7%). Lógicamente, tampoco Zapatero. Conclusión: el PP jugó a poner en duda la economía sin ninguna convicción y por puro rédito electoral: los hechos demuestran que ellos tampoco la predijeron.


    EL DESPILFARRO DE LOS 400 EUROS: LA REFORMA FISCAL DEL PP NOS COSTABA 5 VECES MÁS


    El Partido Popular atacó desde el primer momento esta medida, los famosos 400 euros que ZP nos regalaba a cambio de un voto. El PP planteó un caballo de batalla continuo, con ataques durísimos; y a día de hoy sigue presentando esta rebaja del IRPF como ejemplo de despilfarro, cuando el objetivo real de la medida era que los trabajadores y pensionistas recuperaran poder adquisitivo en una coyuntura donde la inflación superaba al 4%. Cierto es que una vez superado ese escenario de inflación desbocada la rebaja ya no tenía sentido. Pero la realidad es que entonces, a la hora de la verdad, el PP no votó en contra de esta medida en el Congreso de los Diputados, se abstuvo:


    Las medidas de impulso económico se aprueban con el voto a favor del PSOE y la abstención del PP (29/04/2008)


    El Partido Popular no solo no se opuso a esta rebaja sino que anteriormente en su programa electoral planteó una reforma fiscal que Rajoy tituló como "la reforma fiscal más importante de la democracia". Consistía en eximir del pago del IRPF para las rentas inferiores a 16.000 euros. Pues bien, si la rebaja de 400 euros nos costó 5000 millones de euros, la propuesta del PP habría costado a las arcas públicas alrededor de 25.000 millones de euros según reconoció Hacienda. 5 veces más. ¿5000 millones son un despilfarro? ¿Entonces qué serían 25.000 señores del PP?


    VOTA POR EL PLENO EMPLEO: EL PP PROMETIÓ CREAR 200.000 PUESTOS MÁS


    Cuánto cachondeo y tardes de gloria sigue dando la promesa de Zapatero de crear 2 millones de puestos de trabajo en esta legislatura. Zapetero no se enteraba, es cierto, de lo que venía por el camino. Pero desde luego en el PP no pueden dar lecciones de nada. No solo sus predicciones económicas eran mucho más optimistas que las del gobierno, es que además Mariano Rajoy garantizó la creación de 2,2 millones de puestos de trabajo (200.000 más que Zapatero).


    Solo unos días antes de esta promesa desde el PP criticaba la propuesta socialista para crear 2 millones de puestos de trabajo porque "no es el gobierno el que crea empleo, sino las empresas".

    Surrealista, ¿verdad?


    EL PLAN E, PLAN ZAPATERO, PLAN DESPILFARRO: EL PP NO VOTÓ EN CONTRA


    La brusca caída de la actividad económica resolvió la necesidad de lanzar planes de estímulo. Si en todo el mundo se fomentó la obra pública para contrarrestar el parón del sector privado, en España, un país de curritos, la medida era incluso más necesaria si cabe, y por ello nació con el consenso de empresarios y sindicatos. El principal objetivo del Plan E nunca fue crear empleo estable, pues la obra pública no lo puede generar a gran escala; el objetivo fue mantener la actividad económica artificialmente para no provocar un daño mayor a la economía y permitir que no aumentaran los impagos a autónomos y empresas del sector de la construcción.


    El PP en sus declaraciones se opuso, ferozmente. A la hora de la verdad Rajoy no se atrevió a votar en contra, se abstuvo. Mientras tanto sus ayuntamientos fueron los primeros en presentar proyectos y en coger el dinero.


    ¿En qué quedamos entonces y qué clase de seriedad es esa? ¿El PP no vota en contra de medidas que considera un despilfarro?


    LA INSOLIDARIA AYUDA A LOS BANCOS: EL PP VOTÓ A FAVOR


    Que los bancos están en el orígen de esta crísis es algo que nadie se atreve a negar, ni siquiera en el PP de Mariano Rajoy. Aunque fuese profundamente injusto, los estados tuvieron que salir al rescate del sistema financiero. En casi todo el mundo y en concreto en países tan importantes como EEUU, Alemania o Reino Unido se tuvo incluso que nacionalizar gran parte de la banca y adquirir basura y activos tóxicos con fondos públicos; en España, afortunadamente, bastó con avales públicos y compras de activos de máxima calidad, a la espera de la tan ansiada reestructuración de las cajas de ahorros.


    El discurso de Robin Hood, indirectamente azuzado por el PP en sus medios "el gobierno ayuda a los bancos y castiga a los trabajadores" tiene un recorrido muy corto. Que nadie olvide, y si no, aquí estoy para recodarlo, que el Partido Popular fue el único grupo parlamentario del Congreso que apoyó con su voto el famoso rescate bancario.


    Menos lobos caperucitos.


    EL CHEQUE BEBÉ, MÁS DESPILFARRO: AL PP SE LE QUEDABA INCLUSO CORTO


    El denominado cheque bebé fue aprobado como apoyo a la natalidad, constituyendo una política de estímulo familiar. Debido a la situación económica actual el gobierno ha tenido que retirar dicha ayuda, con el consiguiente pitorreo y mofa del Partido Popular, estirando como es habitual su coletilla de que aquella medida fue electoralista, populista, y como no, "un despilfarro".


    Mala memoria deben tener en Génova, porque al PP se le quedó en aquel momento incluso corta la ayuda. El por entonces portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, planteó en nombre de su grupo que la ayuda se elevase a los 3000 euros por nacimiento, y con efectos retroactivos al 1 de enero. Incluso en su propuesta pedía un aumento progresivo de 500 euros por cada nuevo hijo. En algunas comunidades como la valenciana se prometieron 500 euros adicionales que nunca, nadie, disfrutó, por cierto.


    ¿No es asombrosa la doble moral del PP?


    LA AYUDA AL ALQUILER, DINERO TIRADO: PUES AL PP TAMBIÉN SE LE QUEDABA CORTA


    El gobierno apostó en la legislatura anterior por reforzar la política de alquiler en vivienda, y para ello puso a disposición de jóvenes de entre 22 y 30 años con rentas inferiores a 22.000 euros una ayuda mensual de 210 euros. ¿Qué hizo el PP, gran tote del control del déficit público, enemigo de los despilfarros en forma de ayuda, ante esta propuesta? ¿Se opuso? ¿Votó en contra? ¿Denunció ante el Tribunal Constitucional el despilfarro de fondos públicos?


    Pues va a ser que no tampoco. Arias Cañete secretario ejecutivo de política económica del PP consensuó con sus compañeros del grupo parlamentario presentar una proposición no de ley para modificar las ayudas del gobierno. No para reducirlas no. El PP quería aumentarlas hasta los 240 euros mensuales, ampliando los receptores potenciales a jóvenes de hasta 35 años y jubilados mayores de 65.


    A estas alturas algunos debéis estar sintiéndo un leve hormigueo, entre cachondeo y cabreo.


    ESA OBSESIÓN SOCIALISTA POR ENDEUDARSE: PREGUNTEN POR LAS CC.AA Y AYUNTAMIENTOS DEL PP


    Los ciudadanos suelen decir y con razón "no me des palabras, dame hechos". Es cierto que el PP siempre ha subrayado en sus discursos la necesidad de mantener controlado el déficit. Pero tan cierto es que a reglón seguido se enmendaban la plana con sus propuestas (hemos visto algunos ejemplos), como el hecho de que en las comunidades y ayuntamientos donde gobernaba los populares desarrollaban una política bien distinta. Bastaría juntar dos pizcas de vergüenza para tener la casa propia limpia antes de hablar de lo sucia que está la del vecino. Sentido común.


    Sin embargo nos encontramos con que las comunidades donde gobierna el PP lideran los niveles de deuda y déficit. Madrid acumula la mitad de la deuda de todas las capitales de provincia de España. La diputación de Valencia es la más endeudada de toda España. Y Valencia ciudad tiene más deuda que Barcelona a pesar de su menor tamaño y población, solo por detrás de Madrid. Estos son solo algunos ejemplos, hay muchos más.


    Solo una muestra más del cinismo y la contradicción del PP. Todo el día con la cantinela de reducir el déficit, pero luego los populares se abstienen en la votación del plan para la reducción del déficit en las administraciones públicas. ¿Alguién lo entiende?


    Y es que el gobierno de España venga a endeudarse gastando como un poseso...menos mal que los barones del PP tomaron otro camino desde el principio. (esta es buena)

    (risas y aplausos)


    CONCLUSIÓN


    El Partido Popular acusa al gobierno de haber dilapidado ingentes cantidades de dinero en subvenciones, ayudas y cheques. Asumen el discurso de que nuestros males se deben a los planes de estímulo y las políticas sociales desarrolladas por el gobierno socialista. Sin embargo el argumentario de los populares no resiste la hemeroteca. Hemos aprendido en este artículo que el PP:


    - No solo no predijo la crísis, sino que sus propias previsiones eran más optimistas que las del gobierno


    - Prometió crear más empleo que el propio Zapatero, al que curiosamente acusan de vivir en los mundos de yuppi


    - Propuso una reforma fiscal 5 veces más lesiva para las arcas públicas que los famosos 400 euros. Curiosamente en el congreso los populares tampoco votaron en contra de la famosa medida del "cheque-voto zp"


    - No votó en contra del PLAN E, y sus ayuntamientos fueron los primeros en sumarse la petición de fondos para la realización de los proyectos


    - Votó a favor del rescate bancario que ahora esgrimen contra el gobierno de forma populista


    - El cheque bebé se les quedó corto, querían aumentar su cuantía de forma considerable


    - Las ayudas al alquiler también les parecían insuficientes, exigieron aumentar su cuantía


    - Allí donde gobierna, el PP es ejemplo de políticas que incurren en déficit


    - La única gran medida en la que el PP se ha diferenciado del gobierno ha sido la subida del IVA. Pero que pregunten a los ciudadanos de algunas comunidades donde gobiernan los populares cómo se las gastan con los impuestos autonómicos y locales.


    Si sumamos que las propuestas que el PP llevó al pacto de Zurbano suponen incurrir en 15.000 millones más de déficit, y que el plan de ajuste que propone actualmente Rajoy no supera los 111 millones de euros, estamos ante un auténtica caricatura-disparate de la política económica que representa el Partido Popular. Un análisis que hemos hecho simple y llanamente tirando de hemeroteca. Y sin mencionar en una sola línea la corrupción y el caso Gürtel...que también tiene tela y es dinero, mucho dinero, despilfarrado en trajes y otros menesteres.


    Que nos nos tomen el pelo. Críticos sí, amnésicos no.