
Estimad@ murcian@,
Te escribo esta carta con el ánimo de hacerte reflexionar. Como sabes el próximo 22 de mayo tenemos elecciones autonómicas y municipales en la Región de Murcia. Decenas, centenares de políticos tratarán de convencerte de que votes a una determinada opción política aunque seguramente tú ya tengas muy claro el sentido de tu voto, o quizá no y aun dudes qué hacer. Tranquil@, este escrito no es propaganda política de ningún partido político sino una iniciativa personal sin ánimo electoral. Quiero dejarte muy claro que con esta carta “no pretendo venderte ninguna moto”, no aspiro a convencerte de nada, no busco que cambies tu voto, ni que apoyes a una candidatura concreta, no estoy a sueldo de ningún partido político. Solo quiero hacerte reflexionar, y si lo consigo, aunque mantengas o decidas cambiar tu voto (esa será tu decisión personal), me sentiré satisfecho.
Soy un joven murciano preocupado por el futuro de su tierra, como lo puedes estar tú. Por supuesto, como tú, tengo mis inclinaciones políticas y mis simpatías hacia una determinada ideología, seré honesto contigo desde la primera hasta la última línea de este texto. Pero esta carta, te repito, no es un mitin político para pedirte el voto para un partido político, insisto, solo pretendo hacerte reflexionar. Aunque se me pueda acusar de no ser objetivo, en esta carta utilizaré datos y argumentos que sí lo son, y algunas reflexiones que me gustaría compartir contigo y que creo están cargadas de sentido común. Serás tú quién decida si estoy siendo honesto contigo o no. Puedes romper esta carta en mil pedazos o seguir leyendo, seguirá siendo tu decisión. Simplemente me gustaría dejar muy claro, a riesgo de resultar repetitivo, que no me importa si votas o vas a votar a PP, PSOE, IU, UPYD o al partido del “pimentón murciano”. Solo pretendo que reflexiones y votes a conciencia y con información, con toda la información, y no solo la información que a los políticos le interesa que conozcas.
El Partido Popular de la Región de Murcia viene gobernando nuestra comunidad autónoma desde hace 16 años, así como la mayoría de ayuntamientos de nuestra región. Ciertamente el cambio que se produjo en 1995 cuando Ramón Luís Valcárcel ganó por primera vez las elecciones fue un necesario revulsivo ante el desgaste y la inoperancia de los socialistas de aquellos años. Ciertamente el Partido Popular ha hecho cosas positivas para nuestra tierra, como también sería de justicia reconocer que los anteriores gobiernos socialistas lograron importantes logros y avances para nuestra tierra. Desde entonces el Partido Popular exhibe un apoyo electoral aplastante en la región. Nunca, ningún partido político tuvo tanto poder en ninguna comunidad autónoma como el que ahora dispone el Partido Popular murciano. No nos equivocaríamos si dijéramos que el gobierno de Ramón Luís Valcárcel lleva 16 años dirigiendo el rumbo de esta comunidad autónoma, y de la mayoría de los ayuntamientos de esta región, sin ataduras políticas, gracias a sus holgadas mayorías absolutas. Incontestablemente nunca nadie concentró tanto poder político, ni tanto apoyo social y económico como el que ha disfrutado estos años el Partido Popular.
Los murcianos durante la última década hemos vivido una etapa de prosperidad y crecimiento económico espectacular. El gobierno regional murciano apostó por un modelo de crecimiento basado en la construcción residencial que se tradujo en la creación de miles de puestos de trabajo y la circulación de enormes cantidades de dinero. Un modelo que la oposición política y algunas organizaciones y movimientos ciudadanos denunciaron como insostenible y antisocial. El sentido común, tanto el tuyo, como el mío, como el de la mayoría de murcianos, nos decía que no era razonable planificar miles y miles de viviendas año a año, campos de golf y resorts multiplicados por toda la geografía regional y otros desmanes mientras se desatendían servicios públicos imprescindibles como la educación, sabíamos que antes o después algún día llegaría el final de ese “boom”. Éramos conscientes de que no era buena estrategia poner “todos los huevos en la misma cesta”, pero hicimos caso omiso cegados por el dinero y miramos para otro lado, y ciertamente no fuímos la única región en cometer ese error pero sí una de las que con más intensidad metió la pata. Efectivamente las advertencias y críticas hacia ese modelo terminaron por hacerse realidad. Hoy la región de Murcia tiene una tasa de paro cercana al 27% y casi 200.000 parados. Lideramos la destrucción de pequeñas empresas y autónomos en España, así como estamos a la cabeza en destrucción de tejido empresarial, fracaso escolar o morosidad de nuestras administraciones regionales y municipales, que adeudan casi 2000 millones de euros a miles de pequeñas empresas. Nuestra comunidad autónoma está en una situación de quiebra técnica, y nuestras cuentas permanecen en números rojos incumpliendo compromisos que habíamos firmado con el Estado, por lo que desde el Ministerio de Hacienda nos han exigido que dejemos de gastar más de lo que ingresamos, o entraremos en una situación de suspensión de pagos.
Mi primera reflexión como joven murciano es la sorpresa que me causa la poca capacidad crítica de los murcianos hacia sus gobernantes regionales y su excesiva beligerancia hacia el gobierno central. Creo sinceramente que desde el gobierno regional se está jugando a eludir cualquier responsabilidad en su gestión para trasladarla en exclusiva y tramposamente al gobierno de España. Se nos está engañando intencionadamente para que no reparemos en la responsabilidad que tienen en la gestación de nuestra particular crisis económica, la que explica que Murcia esté en peor situación que otras muchas regiones españolas. Si en 1995 castigamos al entonces gobierno regional del PSRM-PSOE por el paro y la corrupción, es sorprendente que los murcianos, como dicen las encuestas, vayan a premiar al Partido Popular cuando el paro y la corrupción superan con creces a los de la última legislatura socialista. La explicación lógica a todo esto es que los murcianos atribuimos en exclusiva la responsabilidad de la crisis al gobierno central que preside Zapatero. Ciertamente el gobierno de la nación tiene una parte responsabilidad ineludible en la misma. Pero antipatías aparte sabemos no es el único responsable. Ese discurso no es razonable, es tramposo y además injusto. Para empezar la crisis se origina en el sistema financiero-bancario privado, y posteriormente termina contagiando al sector público (los estados y administraciones públicas), y no al revés. Por otro lado, la administración central del estado no es única en nuestro ordenamiento jurídico, sino que vivimos en un Estado de las Autonomías, con otras dos administraciones además de la central: las autonómicas y las locales o municipales. Los ciudadanos deberíamos por lo tanto pedir responsabilidades, en la medida de sus diferentes competencias, a las tres administraciones públicas (central, regional y municipal), y no solo a una, y además hacerlas extensibles al resto de agentes económicos (bancos, empresarios, sindicatos, consumidores). Es puro sentido común.
Sin embargo en la región de Murcia observamos una especie de pensamiento único. Mayorías absolutas del PP, la oposición en mínimos nacionales. Ni siquiera la crisis merma el apoyo electoral del partido en el gobierno. ¿Por qué? Veamos. ¿No te parece sospechoso que cada vez que aparece algún dato o indicador negativo de la región de Murcia, automáticamente el gobierno regional murciano diga que la culpa es de Zapatero? Que el gobierno central cometa errores o tome alguna decisión que no favorezca a nuestra comunidad es posible: entra dentro de las probabilidades, las comunidades autónomas siempre tienen alguna razón para sentirse desfavorecidas en comparación con otras. Pero que siempre, siempre, la culpa sea del gobierno central, que siempre, siempre, el señor Zapatero castigue a la región de Murcia…¿no suena a discurso político planificado? ¿No es demasiado infantil cuando el señor Zapatero es el primer interesado en que los suyos vuelvan a gobernar en esta región? Piénsalo sinceramente. ¿No será una estrategia? Es curioso, pero ese mismo discurso (“nos maltrata Zapatero”) se utiliza en Valencia, Madrid, Canarias, La Rioja, Galicia…justamente donde gobierna el Partido Popular. Es curioso que el señor Valcárcel lleve semanas denunciando que el gobierno de España discrimina a la región de Murcia en favor de comunidades gobernadas por los socialistas en el tema del endeudamiento, y finalmente, Murcia reciba la autorización y 4 importantísimas regiones presididas por socialistas no la hayan recibido. Es curioso que denuncien que el sistema de financiación actual no reconoce a 450.000 murcianos cuando la realidad es que sí lo hace, algo que ha demostrado con documentos de la propia consejería de Economía un periódico poco sospechoso de simpatizar con los socialistas como “La Verdad de Murcia”.
La trampa de nuestros gobernantes regionales se descubre fácil, por ejemplo en el discurso del paro. Si ahora Valcárcel dice que la culpa de que nuestra región tenga un 27% de paro es del gobierno central, basta preguntarse el por qué durante los años de crecimiento económico nuestro presidente regional siempre se apropió del mérito de los buenos datos de paro. No suena razonable ni justo que con las mismas reglas (éstas no han cambiado) cuando las cosas van bien es gracias a “nosotros” y cuando van mal es por culpa de “otros”. ¿Verdad que no? Si somos justos y razonables, independientemente de que nos caiga mejor o peor un político o un partido político, tenemos tres opciones posibles que nacen del sentido común. La primera es que si el mérito de la caída del paro hasta hace unos años era en exclusiva de Valcárcel, la destrucción de empleo actual también debería atribuirse exclusivamente a su gestión. La segunda opción sería reconocer que si la destrucción de empleo actual es culpa de Zapatero entonces la anterior creación de empleo y el crecimiento espectacular de nuestra región se debe atribuir también en exclusiva a Zapatero. Y la tercera y para mí la más certera, sería afirmar que tanto la creación de empleo de hace unos años, como la destrucción de empleo actual, es responsabilidad de todos, de Zapatero, de Valcárcel, de los alcaldes, de los empresarios, de los sindicatos, de los bancos y de las cajas de ahorros. Todos tienen parte de responsabilidad en los éxitos y los fracasos.
Las elecciones del 22 de mayo son autonómicas y municipales. Y como tales elegimos al presidente nuestra comunidad autónoma y a nuestro alcalde, no al presidente del gobierno. Ya llegará ese debate y ese momento. Por lo tanto hemos de juzgar qué ha hecho bien o mal nuestro presidente regional, nuestro alcalde o alcaldesa, y si la oposición merece la confianza o no para un cambio de gobierno. Para ello necesitamos información. Nuestro gobierno regional maneja un presupuesto autonómico de 5000 millones de euros. Recauda impuestos autonómicos propios y además recibe del Estado el 50% de lo recaudado en IRPF y el 58% de lo recaudado por IVA. De cada 3 euros de gasto público que manejan las 3 administraciones, 2 lo manejan las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y solo uno el Estado. El 80% de los fondos públicos que en los últimos años ha destinado la Unión Europea a España han sido transferidos a las comunidades autónomas. Las comunidades autónomas tienen competencias en Economía (por eso tenemos una consejera de Economía), Empleo (por eso tenemos un consejero de Empleo), política industrial y turismo (por eso tenemos un consejero de Industria y Turismo), Educación (por eso tenemos un consejero de Educación), Sanidad (por eso tenemos una consejera de Sanidad), y otras como Cultura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, y Medio Ambiente. Nuestros alcaldes tienen a su vez competencias municipales, asuntos sociales, urbanismo, policía local, tráfico, basuras, impuestos municipales, etc.
Nuestro país ya no se compone de una sola administración. Cada comunidad autónoma es un pequeño estado, con su dinero, sus competencias y sus propias políticas y decisiones “autónomas”, y por es por eso que se denominan “comunidades autónomas”. La responsabilidad del paro en la región no es responsabilidad exclusiva de un señor de Madrid, y basta ser un poco sensatos y reflexionar sobre algo muy evidente para reconocerlo. Zapatero es el mismo presidente del gobierno para la Región de Murcia (27% de paro) que para El País Vasco (11%), Navarra (13%) o Cantabria (16%). Algo habrán hecho mejor en Cantabria que en la región de Murcia. Y no es cuestión de un partido político u otro. En Andalucía donde gobierna al PSOE están igual o peor que aquí. Quizá el principal problema no sean los colores sino los equipos, los dirigentes, las personas, y en última instancia, los colores influyan. Y así vemos comunidades del PP con datos más positivos y otras con datos muy negativos, comunidades gobernadas por el PSOE con datos más positivos y otras con datos más negativos. Que en Murcia tengamos un 27% de paro y en nuestro mismo país haya comunidades con la mitad de desempleo bajo una misma legislación laboral, significa que los gobiernos regionales tienen mucha responsabilidad en el crecimiento económico, entre otras razones porque tienen las competencias en políticas activas de empleo e intermediación y la capacidad y potestad de diseñar el modelo económico. Nuestras comunidades autónomas son las que más competencias manejan para planificar y desarrollar la actividad económica en cada territorio. Basta recordar que no fue Zapatero quién aprobó construir 20.000 viviendas en Nueva Condomina o urbanizar Novo Carthago. Mientras en esta tierra se apostaba irresponsablemente por el ladrillo, en Navarra se apostaba por la investigación y en País Vasco por la industria competitiva.
Ahora tienes más información. Y ahora tienes que decidir si el gobierno regional y tu alcalde merecen seguir gobernando, si merecen tu confianza o no. Es posible que sí. En ese caso, adelante, vota al partido del gobierno. Pero hazlo de forma crítica, no como un cheque en blanco. No podemos trasladar el mensaje a los políticos de que vamos a apoyarles incondicionalmente. Los datos objetivos hablan de que ésta legislatura, el trabajo no ha sido adecuado en el gobierno regional. Tienen que mejorar y ponerse las pilas. Por eso decía unos párrafos atrás que si castigamos a los socialistas en 1995 no entiendo que vayamos a premiar a los populares en 2011 con una gestión mucho peor. Seguramente los socialistas no merezcan tu confianza. Seguramente aún no merezcan gobernar esta región, ni ellos, ni los comunistas, ni las nuevas opciones como UPyD u otras. Pero me preocuparía después de tantos escándalos de corrupción, después de haber gestionado tan mal los presupuestos regionales, de haber errado en el modelo de crecimiento que necesitaba nuestra región, de tener abandonadas nuestra educación y sanidad públicas, me escandalizaría que después de haber incumplido tantas promesas, esas mismas personas que hoy lideran el PP obtuviesen todavía más apoyo popular. En cualquier caso es tu decisión, es la decisión de los murcianos. Será la más justa, la correcta y la más idónea. Solo pretendía hacerte reflexionar. Solo quería que leyeras con atención parte de la información que el poder político, económico y empresarial esconde para que no conozcas. Ahora vota, libremente, plenamente consciente, y con información. Vota con sentido crítico sea cual sea tu preferencia.
Un abrazo
Soy un joven murciano preocupado por el futuro de su tierra, como lo puedes estar tú. Por supuesto, como tú, tengo mis inclinaciones políticas y mis simpatías hacia una determinada ideología, seré honesto contigo desde la primera hasta la última línea de este texto. Pero esta carta, te repito, no es un mitin político para pedirte el voto para un partido político, insisto, solo pretendo hacerte reflexionar. Aunque se me pueda acusar de no ser objetivo, en esta carta utilizaré datos y argumentos que sí lo son, y algunas reflexiones que me gustaría compartir contigo y que creo están cargadas de sentido común. Serás tú quién decida si estoy siendo honesto contigo o no. Puedes romper esta carta en mil pedazos o seguir leyendo, seguirá siendo tu decisión. Simplemente me gustaría dejar muy claro, a riesgo de resultar repetitivo, que no me importa si votas o vas a votar a PP, PSOE, IU, UPYD o al partido del “pimentón murciano”. Solo pretendo que reflexiones y votes a conciencia y con información, con toda la información, y no solo la información que a los políticos le interesa que conozcas.
El Partido Popular de la Región de Murcia viene gobernando nuestra comunidad autónoma desde hace 16 años, así como la mayoría de ayuntamientos de nuestra región. Ciertamente el cambio que se produjo en 1995 cuando Ramón Luís Valcárcel ganó por primera vez las elecciones fue un necesario revulsivo ante el desgaste y la inoperancia de los socialistas de aquellos años. Ciertamente el Partido Popular ha hecho cosas positivas para nuestra tierra, como también sería de justicia reconocer que los anteriores gobiernos socialistas lograron importantes logros y avances para nuestra tierra. Desde entonces el Partido Popular exhibe un apoyo electoral aplastante en la región. Nunca, ningún partido político tuvo tanto poder en ninguna comunidad autónoma como el que ahora dispone el Partido Popular murciano. No nos equivocaríamos si dijéramos que el gobierno de Ramón Luís Valcárcel lleva 16 años dirigiendo el rumbo de esta comunidad autónoma, y de la mayoría de los ayuntamientos de esta región, sin ataduras políticas, gracias a sus holgadas mayorías absolutas. Incontestablemente nunca nadie concentró tanto poder político, ni tanto apoyo social y económico como el que ha disfrutado estos años el Partido Popular.
Los murcianos durante la última década hemos vivido una etapa de prosperidad y crecimiento económico espectacular. El gobierno regional murciano apostó por un modelo de crecimiento basado en la construcción residencial que se tradujo en la creación de miles de puestos de trabajo y la circulación de enormes cantidades de dinero. Un modelo que la oposición política y algunas organizaciones y movimientos ciudadanos denunciaron como insostenible y antisocial. El sentido común, tanto el tuyo, como el mío, como el de la mayoría de murcianos, nos decía que no era razonable planificar miles y miles de viviendas año a año, campos de golf y resorts multiplicados por toda la geografía regional y otros desmanes mientras se desatendían servicios públicos imprescindibles como la educación, sabíamos que antes o después algún día llegaría el final de ese “boom”. Éramos conscientes de que no era buena estrategia poner “todos los huevos en la misma cesta”, pero hicimos caso omiso cegados por el dinero y miramos para otro lado, y ciertamente no fuímos la única región en cometer ese error pero sí una de las que con más intensidad metió la pata. Efectivamente las advertencias y críticas hacia ese modelo terminaron por hacerse realidad. Hoy la región de Murcia tiene una tasa de paro cercana al 27% y casi 200.000 parados. Lideramos la destrucción de pequeñas empresas y autónomos en España, así como estamos a la cabeza en destrucción de tejido empresarial, fracaso escolar o morosidad de nuestras administraciones regionales y municipales, que adeudan casi 2000 millones de euros a miles de pequeñas empresas. Nuestra comunidad autónoma está en una situación de quiebra técnica, y nuestras cuentas permanecen en números rojos incumpliendo compromisos que habíamos firmado con el Estado, por lo que desde el Ministerio de Hacienda nos han exigido que dejemos de gastar más de lo que ingresamos, o entraremos en una situación de suspensión de pagos.
Mi primera reflexión como joven murciano es la sorpresa que me causa la poca capacidad crítica de los murcianos hacia sus gobernantes regionales y su excesiva beligerancia hacia el gobierno central. Creo sinceramente que desde el gobierno regional se está jugando a eludir cualquier responsabilidad en su gestión para trasladarla en exclusiva y tramposamente al gobierno de España. Se nos está engañando intencionadamente para que no reparemos en la responsabilidad que tienen en la gestación de nuestra particular crisis económica, la que explica que Murcia esté en peor situación que otras muchas regiones españolas. Si en 1995 castigamos al entonces gobierno regional del PSRM-PSOE por el paro y la corrupción, es sorprendente que los murcianos, como dicen las encuestas, vayan a premiar al Partido Popular cuando el paro y la corrupción superan con creces a los de la última legislatura socialista. La explicación lógica a todo esto es que los murcianos atribuimos en exclusiva la responsabilidad de la crisis al gobierno central que preside Zapatero. Ciertamente el gobierno de la nación tiene una parte responsabilidad ineludible en la misma. Pero antipatías aparte sabemos no es el único responsable. Ese discurso no es razonable, es tramposo y además injusto. Para empezar la crisis se origina en el sistema financiero-bancario privado, y posteriormente termina contagiando al sector público (los estados y administraciones públicas), y no al revés. Por otro lado, la administración central del estado no es única en nuestro ordenamiento jurídico, sino que vivimos en un Estado de las Autonomías, con otras dos administraciones además de la central: las autonómicas y las locales o municipales. Los ciudadanos deberíamos por lo tanto pedir responsabilidades, en la medida de sus diferentes competencias, a las tres administraciones públicas (central, regional y municipal), y no solo a una, y además hacerlas extensibles al resto de agentes económicos (bancos, empresarios, sindicatos, consumidores). Es puro sentido común.
Sin embargo en la región de Murcia observamos una especie de pensamiento único. Mayorías absolutas del PP, la oposición en mínimos nacionales. Ni siquiera la crisis merma el apoyo electoral del partido en el gobierno. ¿Por qué? Veamos. ¿No te parece sospechoso que cada vez que aparece algún dato o indicador negativo de la región de Murcia, automáticamente el gobierno regional murciano diga que la culpa es de Zapatero? Que el gobierno central cometa errores o tome alguna decisión que no favorezca a nuestra comunidad es posible: entra dentro de las probabilidades, las comunidades autónomas siempre tienen alguna razón para sentirse desfavorecidas en comparación con otras. Pero que siempre, siempre, la culpa sea del gobierno central, que siempre, siempre, el señor Zapatero castigue a la región de Murcia…¿no suena a discurso político planificado? ¿No es demasiado infantil cuando el señor Zapatero es el primer interesado en que los suyos vuelvan a gobernar en esta región? Piénsalo sinceramente. ¿No será una estrategia? Es curioso, pero ese mismo discurso (“nos maltrata Zapatero”) se utiliza en Valencia, Madrid, Canarias, La Rioja, Galicia…justamente donde gobierna el Partido Popular. Es curioso que el señor Valcárcel lleve semanas denunciando que el gobierno de España discrimina a la región de Murcia en favor de comunidades gobernadas por los socialistas en el tema del endeudamiento, y finalmente, Murcia reciba la autorización y 4 importantísimas regiones presididas por socialistas no la hayan recibido. Es curioso que denuncien que el sistema de financiación actual no reconoce a 450.000 murcianos cuando la realidad es que sí lo hace, algo que ha demostrado con documentos de la propia consejería de Economía un periódico poco sospechoso de simpatizar con los socialistas como “La Verdad de Murcia”.
La trampa de nuestros gobernantes regionales se descubre fácil, por ejemplo en el discurso del paro. Si ahora Valcárcel dice que la culpa de que nuestra región tenga un 27% de paro es del gobierno central, basta preguntarse el por qué durante los años de crecimiento económico nuestro presidente regional siempre se apropió del mérito de los buenos datos de paro. No suena razonable ni justo que con las mismas reglas (éstas no han cambiado) cuando las cosas van bien es gracias a “nosotros” y cuando van mal es por culpa de “otros”. ¿Verdad que no? Si somos justos y razonables, independientemente de que nos caiga mejor o peor un político o un partido político, tenemos tres opciones posibles que nacen del sentido común. La primera es que si el mérito de la caída del paro hasta hace unos años era en exclusiva de Valcárcel, la destrucción de empleo actual también debería atribuirse exclusivamente a su gestión. La segunda opción sería reconocer que si la destrucción de empleo actual es culpa de Zapatero entonces la anterior creación de empleo y el crecimiento espectacular de nuestra región se debe atribuir también en exclusiva a Zapatero. Y la tercera y para mí la más certera, sería afirmar que tanto la creación de empleo de hace unos años, como la destrucción de empleo actual, es responsabilidad de todos, de Zapatero, de Valcárcel, de los alcaldes, de los empresarios, de los sindicatos, de los bancos y de las cajas de ahorros. Todos tienen parte de responsabilidad en los éxitos y los fracasos.
Las elecciones del 22 de mayo son autonómicas y municipales. Y como tales elegimos al presidente nuestra comunidad autónoma y a nuestro alcalde, no al presidente del gobierno. Ya llegará ese debate y ese momento. Por lo tanto hemos de juzgar qué ha hecho bien o mal nuestro presidente regional, nuestro alcalde o alcaldesa, y si la oposición merece la confianza o no para un cambio de gobierno. Para ello necesitamos información. Nuestro gobierno regional maneja un presupuesto autonómico de 5000 millones de euros. Recauda impuestos autonómicos propios y además recibe del Estado el 50% de lo recaudado en IRPF y el 58% de lo recaudado por IVA. De cada 3 euros de gasto público que manejan las 3 administraciones, 2 lo manejan las comunidades autónomas y los ayuntamientos, y solo uno el Estado. El 80% de los fondos públicos que en los últimos años ha destinado la Unión Europea a España han sido transferidos a las comunidades autónomas. Las comunidades autónomas tienen competencias en Economía (por eso tenemos una consejera de Economía), Empleo (por eso tenemos un consejero de Empleo), política industrial y turismo (por eso tenemos un consejero de Industria y Turismo), Educación (por eso tenemos un consejero de Educación), Sanidad (por eso tenemos una consejera de Sanidad), y otras como Cultura, Ordenación del Territorio y Urbanismo, y Medio Ambiente. Nuestros alcaldes tienen a su vez competencias municipales, asuntos sociales, urbanismo, policía local, tráfico, basuras, impuestos municipales, etc.
Nuestro país ya no se compone de una sola administración. Cada comunidad autónoma es un pequeño estado, con su dinero, sus competencias y sus propias políticas y decisiones “autónomas”, y por es por eso que se denominan “comunidades autónomas”. La responsabilidad del paro en la región no es responsabilidad exclusiva de un señor de Madrid, y basta ser un poco sensatos y reflexionar sobre algo muy evidente para reconocerlo. Zapatero es el mismo presidente del gobierno para la Región de Murcia (27% de paro) que para El País Vasco (11%), Navarra (13%) o Cantabria (16%). Algo habrán hecho mejor en Cantabria que en la región de Murcia. Y no es cuestión de un partido político u otro. En Andalucía donde gobierna al PSOE están igual o peor que aquí. Quizá el principal problema no sean los colores sino los equipos, los dirigentes, las personas, y en última instancia, los colores influyan. Y así vemos comunidades del PP con datos más positivos y otras con datos muy negativos, comunidades gobernadas por el PSOE con datos más positivos y otras con datos más negativos. Que en Murcia tengamos un 27% de paro y en nuestro mismo país haya comunidades con la mitad de desempleo bajo una misma legislación laboral, significa que los gobiernos regionales tienen mucha responsabilidad en el crecimiento económico, entre otras razones porque tienen las competencias en políticas activas de empleo e intermediación y la capacidad y potestad de diseñar el modelo económico. Nuestras comunidades autónomas son las que más competencias manejan para planificar y desarrollar la actividad económica en cada territorio. Basta recordar que no fue Zapatero quién aprobó construir 20.000 viviendas en Nueva Condomina o urbanizar Novo Carthago. Mientras en esta tierra se apostaba irresponsablemente por el ladrillo, en Navarra se apostaba por la investigación y en País Vasco por la industria competitiva.
Ahora tienes más información. Y ahora tienes que decidir si el gobierno regional y tu alcalde merecen seguir gobernando, si merecen tu confianza o no. Es posible que sí. En ese caso, adelante, vota al partido del gobierno. Pero hazlo de forma crítica, no como un cheque en blanco. No podemos trasladar el mensaje a los políticos de que vamos a apoyarles incondicionalmente. Los datos objetivos hablan de que ésta legislatura, el trabajo no ha sido adecuado en el gobierno regional. Tienen que mejorar y ponerse las pilas. Por eso decía unos párrafos atrás que si castigamos a los socialistas en 1995 no entiendo que vayamos a premiar a los populares en 2011 con una gestión mucho peor. Seguramente los socialistas no merezcan tu confianza. Seguramente aún no merezcan gobernar esta región, ni ellos, ni los comunistas, ni las nuevas opciones como UPyD u otras. Pero me preocuparía después de tantos escándalos de corrupción, después de haber gestionado tan mal los presupuestos regionales, de haber errado en el modelo de crecimiento que necesitaba nuestra región, de tener abandonadas nuestra educación y sanidad públicas, me escandalizaría que después de haber incumplido tantas promesas, esas mismas personas que hoy lideran el PP obtuviesen todavía más apoyo popular. En cualquier caso es tu decisión, es la decisión de los murcianos. Será la más justa, la correcta y la más idónea. Solo pretendía hacerte reflexionar. Solo quería que leyeras con atención parte de la información que el poder político, económico y empresarial esconde para que no conozcas. Ahora vota, libremente, plenamente consciente, y con información. Vota con sentido crítico sea cual sea tu preferencia.
Un abrazo