CARLOS FABRA: PRESUNTO CHORIZO, FRANQUISTA CONFESO

Carlos Fabra, descendiente de los caciques de mismo apellido que han venido "mandando" en la provincia de Castellón desde hace más de un siglo, sigue ofreciéndonos farándula y espectáculo, al más puro estilo de sus antepasados, recordándonos son desparpajo esos orígenes franquistas de los que parece enorgullecerse. Su último atrevimiento ha sido la edición de un libro, pagado con dinero público, en el que se ensalza el franquismo y se niega entre otras lindezas el genocidio de Guernika. Un paso más en su estrategia de burla constante a los ciudadanos y a la Justicia porque Carlos Fabra parece gustarse y exhibirse, cuando cualquiera en su situación procesal estaría durmiendo el sueño de los justos, acurrucado en un rincón para no hacer mucho ruído, por si acaso.

El poder de este señor asusta. Los bancos y cajas de ahorros se enrocan para negar información a la fiscalía anticorrupción ante la pasividad de un juez (el quinto que lleva el caso) que se niega a tomar medidas contundentes contra los directores de esas sucursales que boicotean las investigaciones. ¿Es lógico que se tarden más de 2 años en dar una información requerida judicialmente sin que a esos "encubridores" se les caiga el pelo? Esto demuestra que en la España del PP existen ciudadanos de primera y de segunda. Prueben a defraudar 100 euros a Hacienda y verán lo poquito que tarda la administración y la justicia en ponerlo delante de su señoría. Pero Carlos Fabra es inmune, tan temido por los rivales políticos como por los compañeros de partido. Provoca pavor por encima de las siglas.

Nadie se explica como este señor se atreve a tanto y tiene tantos apoyos, desde el propio Mariano Rajoy hasta el hoy cuestionado presidente Camps. Está tan seguro de que no le va a pasar nada que no ha solicitado como otros compañeros entrar en el Parlamento valenciano y así conseguir su aforamiento, lo que evitaría al menos la vergonzosa imagen de su detención, en el caso de producirse. ¿Qué sabe Carlos Fabra? ¿A quién tiene cogido por sus partes que todos le temen? El caciquismo, la chulería y la desvergüenza política son el modus operandi de este personaje, sobre el que caen 11 graves imputaciones por corrupción, cuenta con centenares de cuentas corrientes y de momento que se sepa no puede justificar al menos 6 millones de euros. No son razones suficientes para expulsarlo del partido o cortar su candidatura en las anteriores elecciones. Muy lejos de la contundencia requerida en estas situaciones, Don Carlos es un "ciudadano ejemplar" para el líder de la oposición.

Cuesta entender la pasividad de los socialistas y el poco provecho que se saca del asunto Fabra. No basta con tratar el asunto a nivel local, por cierto, con el magnífico trabajo de Francesc Colomer. Tampoco es suficiente el tratamiento regional por parte del Pspv debido al boicot de los medios de comunicación controlados por el poder y dependientes de las subvenciones de la Generalitat, los llamados estómagos agradecidos, guardia pletoriana de Camps. Hay que traspasar la línea provincialista y darle a este escándalo una difusión nacional. Este asunto debe ser conocido en toda España, tratado en el Congreso de los Diputados, razón de muchas ruedas de prensa para pedir explicaciones a Mariano Rajoy. Día sí, día también, hay que machacar mediáticamente con el asunto para poner en un apuro a más de uno. No basta, como es costumbre, plantear un día el tema y olvidarse el resto de la semana. Hay que repetir, repetir, repetir, preguntar, preguntar, preguntar, como hacen ellos, hasta que el último de los ciudadanos se haya enterado. Y aunque las competencias de Justicia están transferidas a la Comunitat Valenciana, el ministerio de Justicia debería proponer una investigación a fondo del tema Carlos Fabra y la desidia de la Justicia, promoviéndo el estudio del caso por el CGPJ. Sin más dilación.