Las encuestas de intención de voto reflejan un panorama desolador para los socialistas semana tras semana, y los pronósticos parecen acercar a Mariano Rajoy a la presidencia del gobierno, mientras la figura de Zapatero se desvanece entre el descontento de su propio electorado. Si bien es general la percepción de que los socialistas sufrirán un importante desgaste electoral en las elecciones autónomicas y municipales de mayo, quedan aun por despejarse dos incognitas a corto-medio plazo, muy decisivas para el futuro del partido: conocer la magnitud del castigo tras el 22-M, y dilucidar si ese castigo tendrá continuidad en las elecciones generales de 2012. Hay teorías para todos los gustos al respecto: quienes dan por ganador a Mariano Rajoy, incluso con mayoría absoluta; y quienes aún atisban ciertas posibilidades de reacción para el PSOE. En cualquier caso, como todos intuímos con mayor o menor convicción, los escenarios "a priori" pueden variar si los partidos saben mover bien sus piezas, en política, meses, semanas, días, dan para mucho, casi como los segundos en un partido de baloncesto. Con Zapatero y Rajoy en el subsuelo de la valoración que tienen los españoles de su gestión política, no sería sensato ni que los unos se dieran como ganadores absolutos ni que los otros bajasen los brazos en señal de derrota, porque no todo el pescado está vendido, ni mucho menos. Algunas claves importantes hay que señalar al respecto.
La distancia en las encuestas entre los dos grandes partidos, entre 10 y 15 puntos, no se traduce en un significativo trasvase de votos del PSOE al PP. Mientras la fidelidad en el voto de los populares supera el 80%, en el caso de los socialistas apenas supera el 50%, con Zapatero de candidato. Los indecisos representan una porción todavía importante, rondando el 25%. Y los partidos minoritarios recogen migajas en el peor momento para las grandes marcas, principalmente para el PSOE, pero el efecto del voto útil volverá a estar encima de la mesa cuando se acerque la fecha de las urnas, sobre todo por el escaso perfil y carisma de los candidatos alternativos. Zapatero y Rajoy están peor valorados que nunca, y nos encontramos en un escenario donde el electorado exije un cambio. ¿Pero qué cambio? En las encuestas aún no se dislumbra que ese cambio deba materializarse en un cambio de siglas, sino de líder. Esto nos lleva a concluir que el votante socialista no está pensando en votar a Rajoy sino que está desmovilizado, desilusionado y con un ánimo de derrota inevitable, mientras que el votante del PP está movilizado y con la certeza de que "la victoria es segura". Este escenario puede cambiar y en Génova lo saben. En Ferraz, confían en ello, a pesar de temer la magnitud del desgaste por la crísis.
Un primer análisis debería centrarse en si esa desmovilización en los socialistas corre a cargo de la marca "Zapatero" o de la marca "PSOE". Según las encuestas, la fidelidad en el voto socialista aumentaría alrededor de 20 puntos con un cambio de candidato, lo que demostraría que es la marca del presidente del gobierno la que resta puntos a las expectativas del PSOE y que el electorado aún estaría dispuesto a confiar en este partido, pero con otro líder a la cabeza. Caso similar aunque menos dramático de partida para el líder de la oposición, que si bien no parece restar tanto para su marca, tampoco suma apoyos, incluso la valoración que tienen de él sus votantes y simpatizantes deja mucho que desear y no garantiza una victoria solvente en las urnas. Hasta ahora el PSOE aguantaba la moral en base a que Zapatero salía mejor parado (valorado) en las encuestas que Rajoy, pero ese escenario ha cambiado, a un empate técnico. El PP por su parte aspira a ganar por asfixia del rival, castigado por el peso de la crísis económica, y por el deterioro de su líder y secretario general, en horas bajas, y practicamente amortizado, según considera una mayoría de pesos pesados y barones de su propio partido, que ansían, como agua de mayo, su relevo o renuncia a encabezar el cartel electoral socialista. Con ello pretenden evitar que las elecciones del 22-M sean un plebiscito "Zapatero SÍ, Zapatero NO".
La primera batalla por la sucesión la han dado precisamente los barones socialistas, quienes en privado (y algunos en público como Barreda) verbalizan que la figura del presidente puede arrastrar las expectativas electorales socialistas en las comunidades y municipios que elegirán representantes en apenas dos meses. Han pedido por activa y por pasiva a Zapatero un gesto en forma de renuncia explícita antes de la citada fecha, cosa que creo, se terminará produciendo. En las bases del partido la percepción es la misma, incluídos los jóvenes que aun le profesan admiración y esto es lo que decantaría definitivamente la balanza en favor de su renuncia. En breves semanas, en el mes de marzo o entrado abril, de forma sorpresiva, el presidente del gobierno anunciaría su negativa a la reelección en las urnas, para alivio de barones, presidentes y líderes regionales. A partir de ahí, se abriría un abanico de posibilidades, que merecen un análisis más sosegado. Zapatero ejercería de presidente y secretario general, no habría en ningún caso una dimisión; el candidato habría que buscarlo, a través de un consenso generalizado, o de unas primarias abiertas con diversos candidatos. En cualquier caso, con un candidato alternativo a Zapatero, el escenario cambiaría, y Rajoy, tendría que ponerse, y mucho, las pilas, por si acaso.
Si analizamos nuestro pasado reciente y el de nuestros vecinos europeos, observamos un comportamiento electoral en el centro-izquierda (aunque no exclusivo de esta ideología) en el que los gobernantes socialdemócratas aparecen excesivamente castigados en las encuestas en épocas de crísis o desgaste, pero a la hora de acudir a las urnas, ese amplio rechazo queda reducido y minimizado a pocos puntos, y en algunos casos, quedando intactas las posibilidades de reelección de líderes o partidos practicamente denostados por la demoscopia. Podríamos irnos atrás en el tiempo, a los años 93 y 96, dos elecciones en las que las encuestas daban ventajas a los populares cercanas a los 10-20 puntos. El PSOE terminó ganando las primeras y perdiendo por un solo punto las segundas. Dirán, y cierto es, que mientras Gónzalez sumaba, Zapatero resta. Pero de momento este dato nos debería servir como muestra de que los votantes y simpatizantes socialistas tienen un espiritu crítico que no tienen los votantes conservadores, esto es cierto, pero que a la hora de la verdad, la sola idea de un gobierno presidido por un representante del PP, termina movilizando a ese mismo electorado, minimizando la derrota o aumentando exponencialmente, según avanza la campaña, las posibilidades de victoria.
Tenemos muy presente el caso alemán, con Gerard Shroëder siendo canciller, y con todas las encuestas en su contra al final de su primer y segundo mandatos, con una Alemania en crísis por los costes de una reunificación complicada y con la división de la izquierda alemana, una vez el canciller acababa de aplicar las recetas que hoy aplica Zapatero, casi 9 años antes, que explican la pujanza de la economía alemana debido a su capacidad de adaptación/flexibilización en situaciones de crísis como la actual. Shoëder ya abordó la reforma de edad de jubilación, la reforma laboral y reforma del sistema financiero con los sindicatos y sus propias bases en contra. Shroëder también ganó sus segundos comicios con las encuestas en contra, y sorprendentemente, y de nuevo, quedó en un empate técnico con Angela Merkel en las elecciones de 2005 cuando el SPD se desintegraba en una sangría de dimisiones, ministros incluídos, por el giro de la política económica defendida por el canciller. Solo su mala relación con su antiguo número 2, que fundó un nuevo partido, impidió su reelección. Al final, Merkel fue presidenta gracias a la unión entre conservadores y socialistas, que formarían gobierno. Por los pelos, como Gónzalez en 1996.
David Cameron sienta un precedente preocupante para Mariano Rajoy. Una ventaja sideral en las encuestas que fue perdiendo fuelle y terreno hasta el último día, donde todavía se percibían posibilidades para los laboralistas, quienes finalmente no renovaron gobierno por la decisión de Clegg, líder de los liberales, de corte socialdemócrata, que finalmente decidieron apoyar a un nuevo primer ministro, dada la nula credibilidad del primer ministro saliente. Cameron ejemplifica la estrategia de la derecha europea y española y pone en serio pre-aviso a los votantes progresistas: una campaña de perfil moderado, sin apenas propuestas, y con la única estrategia de dejar que la crísis cueza en su salsa al gobierno de turno. Brown era sin duda el peor candidato que tuvo jamás el PL, pero Cameron tuvo que sudar y mentir como nunca para salir victorioso. Solo una vez confirmado como primer ministro mostró su verdadera cara desarrollando una política de recortes, ajustes y privatizaciones brutal que ha llevado a la calle a miles de ingleses, principalmente jóvenes, indignados, y estafados por la aparente moderación pre-electoral del líder conservador. Bastará al líder socialista que se enfrente a Rajoy recordar la experiencia inglesa para poner en guardia a los "despistados" por los cantos de sirena del Partido de los Trabajadores (PP). Como también podría hacer mención a las políticas que el PP aplica en comunidades y ayuntamientos donde gobierna.
¿Qué lecciones podemos sacar para España y para las elecciones de 2012? Una muy evidente: que el electorado socialista está durmiendo, pero puede despertar. Una segunda: que el principe que despierte del soporífero sueño a los votantes de centro-izquierda no puede ser Zapatero. No puede ejercer de revulsivo quién ha tenido que ejercer de anestesista, empujado por los mercados y los vicios de una burbuja inmobiliaria que le explotó en las manos El electorado progresista castigará y demostrará su cabreo en las elecciones autonómicas y municipales, no sabemos en qué medida, pero parece que así será. Lo que es bastante dudoso, por no decir improbable, es que ese electorado extienda el castigo en otras sucesivas elecciones. En España y en Europa, la izquierda expresa con contundencia su resignación castigando en elecciones consideradas secundarias (consideración que no comparto en absoluto). Lo normal y razonable es que ese mismo electorado desmovilizado se asuste del poder que el PP puede aglutinar, conseguir, recuperar y/o mantener en las elecciones de mayo. Sería suficiente un toque de atención a la marca "PSOE", y suficiente la visión de tener un alcalde o un presidente autonómico conservador, aplicando políticas regresivas, privatizando servicios sociales, utilizando como un instrumento de propaganda las televisiones públicas, sin la menor sensabilidad social. Los funcionarios públicos españoles ya están viendo que no es lo mismo tener un presidente del PP que del PSOE, sobre todo los murcianos y los manchegos, las dos caras de la misma moneda en las medidas que unos y otros adoptan para reducir el déficit publico.
La única posibilidad de que el PSOE salve los muebles en 2012 pasa por la elección de un nuevo candidato. Un candidato capaz de movilizar a las bases, capaz de crear ilusión y consenso, convicción, en el electorado socialista. Todas las encuestas señalan a Alfredo Pérez Rubalcaba como el único capaz de revertir el desánimo en la familia socialista, como el catalizador del descontento de sus filas. En el PP le temen más que a nadie, sus asesores y sociólogos saben que el vicepresidente tiene mucho tirón entre los suyos, y el respeto de ese sector centrista de la población, el que decide las elecciones y que se está pensando avalar o no la candidatura de Mariano Rajoy con pinzas en las narices. Alfredo debería ser la apuesta, como he afirmado en reiteradas ocasiones, por el realismo que transmite, y la seguridad y fortaleza que representa frente a la frivolidad y el "buenismo" de Zapatero, no lo olvidemos, el presidente más progresista y valiente que ha conocido este país, pero desdibujado por su exceso de verborrea y por rodearse de malos y peores consejeros. Hasta los barones que repudian a Zapatero buscan la foto con el ministro, porque no resta, suma. Por eso la orden del PP es derribar a Rubalcaba, de la forma que sea y como sea, eso es muy significativo. Algo dirán sus encuestas internas que les preocupa tanto. Rubalcaba tiene pocos puntos débiles, por no decir ninguno, ni siquiera lo sería su edad. Tiene el respeto incluso de la parte más moderada del electorado del PP aunque ese respeto se transforme en odio visceral por el simple temor a que su capacidad mil veces demostrada deje en mal lugar a su propio candidato. Pero, ¿y las alternativas a Rubalcaba? Parece que no preocupan al PP.
Carme Chacón parece querer dar batalla, como Bono, aunque ninguno de los dos daría la talla suficiente para incomodar a Rajoy, y no garantizan un resultado ni siquiera digno para los socialistas. No mejorarían significativamente a Zapatero como cartel. La ministra de Defesa carece de carisma y de liderazgo, y a pesar de sus años en la política arrastra una imagen de inexperta, seguramente injusta, pero muy resaltada por ser el fuerte de Rubalcaba, su potencial alternativa en caso de primarias. Bono quiere maniobrar en la sombra como hace años pero es considerado un infiltrado del PP para el sector más progresista , pujante y joven del PSOE, mientras que no termina de conectar con el electorado crítico de los populares, muy minoritario. Blanco no es una opción seria por su imagen frívola. Fernández Vara se descarta de la carrera, y Tomás Gómez tiene bastante con lidiar con el toro de Madrid, que tiene mala pinta, todo sea dicho. Solo Rubalcaba puede ofrecer ese subidón de adrenalina necesario para revetir las encuestas. Estamos hablando seguramente del mejor orador y parlamentario que ha conocido la política española. Un azote brillante del PP. El peor enemigo, como han reconocido fuentes del partido de Rajoy.
El escenario podría ser el siguiente. En marzo de 2012, la economía española crea empleo neto, y empieza a conocer cifras macroeconómicas aceptables a pesar de que logicamente la tasa de paro sigue siendo alta; todas las reformas impopulares están hechas, y el peso de las mismas se ha diluído en las espaldas de Zapatero. Rubalcaba moviliza desde el primer momento al electorado, y la campaña electoral, y las metidas de pata de Rajoy y sus colaboradores ponen en guardia a los simpatizantes socialistas, quienes empiezan, de nuevo, a plantear la necesidad de un voto útil para evitar que el PP concentre demasiado poder en sus manos despues de su victoria en las elecciones autonómicas y municipales y con las primeras fotos de los escándalos de Gürtel aun en la retina. Hay debates electorales, donde la capacidad de Rubalcaba deja en evidencia la inacción y ruindaz de Rajoy, que carece de propuestas. Si alguien es capaz de desnudar las miserias del PP ese es Rubalcaba. Mucha gente puede empezar a apreciar que mejor es cambiar de plan que no tener plan y que el PP ha apostado por el hundimiento del país como caballo ganador, que vende humo. Rajoy no tiene con quien pactar en caso de ganar por minoría mientras que la relación personal de Rubalcaba con los líderes y portavoces de los partidos nacionalistas y de oposición es excelente. A ningún grupo le interesará dar su apoyo al PP, despues de la experiencia de 1996 pues temerán desgastes en sus feudos y electorados, especialmente CIU. Y mientras tanto, ETA "cerrando el chiringuito", desatando la verborrea de la extrema derecha, el "TDT PARTY".
Conclusión: es probable un escenario similar al de 1996, o a los que se enfrentó el ex-canciller aléman Shroëder. Los socialistas con un nuevo candidato solo pueden crecer. Puede que no sea suficiente o sea demasiado tarde, pero al menos habrá partido. La batalla se jugará escaño a escaño, provincia a provincia, voto a voto. Rubalcaba debe rodearse de un equipo experto, preparado y ciertamente renovado aunque eso suponga recuperar a viejas glorias del socialismo como Solana, Boyer o Borrell. Chacón deberá ejercer como número 2 para movilizar las bases socialistas de Cataluña. Si Rubalcaba tiene éxito será una excelente vicepresidenta, portavoz y ministra de Interior para dar el salto después a la presidencia, y si no en cualquier caso, será una buena líder para la oposición, el relevo generacional natural. Por eso todavía no ha llegado la hora de Chacón, y se equivocaría dando un paso adelante en estos momentos. El gran partido es en marzo de 2012 y debe capitanearlo el mejor. Porque con Rubalcaba de candidato, habrá partido, seguro. Mientras tanto toca salvar los muebles en mayo, donde se juega otro titulo (o varios), menos valorado pero no menos importante. Los socialistas tienen que resistir. Dependerá de muchos factores pero principalmente de uno. Atentos a Zapatero.
La distancia en las encuestas entre los dos grandes partidos, entre 10 y 15 puntos, no se traduce en un significativo trasvase de votos del PSOE al PP. Mientras la fidelidad en el voto de los populares supera el 80%, en el caso de los socialistas apenas supera el 50%, con Zapatero de candidato. Los indecisos representan una porción todavía importante, rondando el 25%. Y los partidos minoritarios recogen migajas en el peor momento para las grandes marcas, principalmente para el PSOE, pero el efecto del voto útil volverá a estar encima de la mesa cuando se acerque la fecha de las urnas, sobre todo por el escaso perfil y carisma de los candidatos alternativos. Zapatero y Rajoy están peor valorados que nunca, y nos encontramos en un escenario donde el electorado exije un cambio. ¿Pero qué cambio? En las encuestas aún no se dislumbra que ese cambio deba materializarse en un cambio de siglas, sino de líder. Esto nos lleva a concluir que el votante socialista no está pensando en votar a Rajoy sino que está desmovilizado, desilusionado y con un ánimo de derrota inevitable, mientras que el votante del PP está movilizado y con la certeza de que "la victoria es segura". Este escenario puede cambiar y en Génova lo saben. En Ferraz, confían en ello, a pesar de temer la magnitud del desgaste por la crísis.
Un primer análisis debería centrarse en si esa desmovilización en los socialistas corre a cargo de la marca "Zapatero" o de la marca "PSOE". Según las encuestas, la fidelidad en el voto socialista aumentaría alrededor de 20 puntos con un cambio de candidato, lo que demostraría que es la marca del presidente del gobierno la que resta puntos a las expectativas del PSOE y que el electorado aún estaría dispuesto a confiar en este partido, pero con otro líder a la cabeza. Caso similar aunque menos dramático de partida para el líder de la oposición, que si bien no parece restar tanto para su marca, tampoco suma apoyos, incluso la valoración que tienen de él sus votantes y simpatizantes deja mucho que desear y no garantiza una victoria solvente en las urnas. Hasta ahora el PSOE aguantaba la moral en base a que Zapatero salía mejor parado (valorado) en las encuestas que Rajoy, pero ese escenario ha cambiado, a un empate técnico. El PP por su parte aspira a ganar por asfixia del rival, castigado por el peso de la crísis económica, y por el deterioro de su líder y secretario general, en horas bajas, y practicamente amortizado, según considera una mayoría de pesos pesados y barones de su propio partido, que ansían, como agua de mayo, su relevo o renuncia a encabezar el cartel electoral socialista. Con ello pretenden evitar que las elecciones del 22-M sean un plebiscito "Zapatero SÍ, Zapatero NO".
La primera batalla por la sucesión la han dado precisamente los barones socialistas, quienes en privado (y algunos en público como Barreda) verbalizan que la figura del presidente puede arrastrar las expectativas electorales socialistas en las comunidades y municipios que elegirán representantes en apenas dos meses. Han pedido por activa y por pasiva a Zapatero un gesto en forma de renuncia explícita antes de la citada fecha, cosa que creo, se terminará produciendo. En las bases del partido la percepción es la misma, incluídos los jóvenes que aun le profesan admiración y esto es lo que decantaría definitivamente la balanza en favor de su renuncia. En breves semanas, en el mes de marzo o entrado abril, de forma sorpresiva, el presidente del gobierno anunciaría su negativa a la reelección en las urnas, para alivio de barones, presidentes y líderes regionales. A partir de ahí, se abriría un abanico de posibilidades, que merecen un análisis más sosegado. Zapatero ejercería de presidente y secretario general, no habría en ningún caso una dimisión; el candidato habría que buscarlo, a través de un consenso generalizado, o de unas primarias abiertas con diversos candidatos. En cualquier caso, con un candidato alternativo a Zapatero, el escenario cambiaría, y Rajoy, tendría que ponerse, y mucho, las pilas, por si acaso.
Si analizamos nuestro pasado reciente y el de nuestros vecinos europeos, observamos un comportamiento electoral en el centro-izquierda (aunque no exclusivo de esta ideología) en el que los gobernantes socialdemócratas aparecen excesivamente castigados en las encuestas en épocas de crísis o desgaste, pero a la hora de acudir a las urnas, ese amplio rechazo queda reducido y minimizado a pocos puntos, y en algunos casos, quedando intactas las posibilidades de reelección de líderes o partidos practicamente denostados por la demoscopia. Podríamos irnos atrás en el tiempo, a los años 93 y 96, dos elecciones en las que las encuestas daban ventajas a los populares cercanas a los 10-20 puntos. El PSOE terminó ganando las primeras y perdiendo por un solo punto las segundas. Dirán, y cierto es, que mientras Gónzalez sumaba, Zapatero resta. Pero de momento este dato nos debería servir como muestra de que los votantes y simpatizantes socialistas tienen un espiritu crítico que no tienen los votantes conservadores, esto es cierto, pero que a la hora de la verdad, la sola idea de un gobierno presidido por un representante del PP, termina movilizando a ese mismo electorado, minimizando la derrota o aumentando exponencialmente, según avanza la campaña, las posibilidades de victoria.
Tenemos muy presente el caso alemán, con Gerard Shroëder siendo canciller, y con todas las encuestas en su contra al final de su primer y segundo mandatos, con una Alemania en crísis por los costes de una reunificación complicada y con la división de la izquierda alemana, una vez el canciller acababa de aplicar las recetas que hoy aplica Zapatero, casi 9 años antes, que explican la pujanza de la economía alemana debido a su capacidad de adaptación/flexibilización en situaciones de crísis como la actual. Shoëder ya abordó la reforma de edad de jubilación, la reforma laboral y reforma del sistema financiero con los sindicatos y sus propias bases en contra. Shroëder también ganó sus segundos comicios con las encuestas en contra, y sorprendentemente, y de nuevo, quedó en un empate técnico con Angela Merkel en las elecciones de 2005 cuando el SPD se desintegraba en una sangría de dimisiones, ministros incluídos, por el giro de la política económica defendida por el canciller. Solo su mala relación con su antiguo número 2, que fundó un nuevo partido, impidió su reelección. Al final, Merkel fue presidenta gracias a la unión entre conservadores y socialistas, que formarían gobierno. Por los pelos, como Gónzalez en 1996.
David Cameron sienta un precedente preocupante para Mariano Rajoy. Una ventaja sideral en las encuestas que fue perdiendo fuelle y terreno hasta el último día, donde todavía se percibían posibilidades para los laboralistas, quienes finalmente no renovaron gobierno por la decisión de Clegg, líder de los liberales, de corte socialdemócrata, que finalmente decidieron apoyar a un nuevo primer ministro, dada la nula credibilidad del primer ministro saliente. Cameron ejemplifica la estrategia de la derecha europea y española y pone en serio pre-aviso a los votantes progresistas: una campaña de perfil moderado, sin apenas propuestas, y con la única estrategia de dejar que la crísis cueza en su salsa al gobierno de turno. Brown era sin duda el peor candidato que tuvo jamás el PL, pero Cameron tuvo que sudar y mentir como nunca para salir victorioso. Solo una vez confirmado como primer ministro mostró su verdadera cara desarrollando una política de recortes, ajustes y privatizaciones brutal que ha llevado a la calle a miles de ingleses, principalmente jóvenes, indignados, y estafados por la aparente moderación pre-electoral del líder conservador. Bastará al líder socialista que se enfrente a Rajoy recordar la experiencia inglesa para poner en guardia a los "despistados" por los cantos de sirena del Partido de los Trabajadores (PP). Como también podría hacer mención a las políticas que el PP aplica en comunidades y ayuntamientos donde gobierna.
¿Qué lecciones podemos sacar para España y para las elecciones de 2012? Una muy evidente: que el electorado socialista está durmiendo, pero puede despertar. Una segunda: que el principe que despierte del soporífero sueño a los votantes de centro-izquierda no puede ser Zapatero. No puede ejercer de revulsivo quién ha tenido que ejercer de anestesista, empujado por los mercados y los vicios de una burbuja inmobiliaria que le explotó en las manos El electorado progresista castigará y demostrará su cabreo en las elecciones autonómicas y municipales, no sabemos en qué medida, pero parece que así será. Lo que es bastante dudoso, por no decir improbable, es que ese electorado extienda el castigo en otras sucesivas elecciones. En España y en Europa, la izquierda expresa con contundencia su resignación castigando en elecciones consideradas secundarias (consideración que no comparto en absoluto). Lo normal y razonable es que ese mismo electorado desmovilizado se asuste del poder que el PP puede aglutinar, conseguir, recuperar y/o mantener en las elecciones de mayo. Sería suficiente un toque de atención a la marca "PSOE", y suficiente la visión de tener un alcalde o un presidente autonómico conservador, aplicando políticas regresivas, privatizando servicios sociales, utilizando como un instrumento de propaganda las televisiones públicas, sin la menor sensabilidad social. Los funcionarios públicos españoles ya están viendo que no es lo mismo tener un presidente del PP que del PSOE, sobre todo los murcianos y los manchegos, las dos caras de la misma moneda en las medidas que unos y otros adoptan para reducir el déficit publico.
La única posibilidad de que el PSOE salve los muebles en 2012 pasa por la elección de un nuevo candidato. Un candidato capaz de movilizar a las bases, capaz de crear ilusión y consenso, convicción, en el electorado socialista. Todas las encuestas señalan a Alfredo Pérez Rubalcaba como el único capaz de revertir el desánimo en la familia socialista, como el catalizador del descontento de sus filas. En el PP le temen más que a nadie, sus asesores y sociólogos saben que el vicepresidente tiene mucho tirón entre los suyos, y el respeto de ese sector centrista de la población, el que decide las elecciones y que se está pensando avalar o no la candidatura de Mariano Rajoy con pinzas en las narices. Alfredo debería ser la apuesta, como he afirmado en reiteradas ocasiones, por el realismo que transmite, y la seguridad y fortaleza que representa frente a la frivolidad y el "buenismo" de Zapatero, no lo olvidemos, el presidente más progresista y valiente que ha conocido este país, pero desdibujado por su exceso de verborrea y por rodearse de malos y peores consejeros. Hasta los barones que repudian a Zapatero buscan la foto con el ministro, porque no resta, suma. Por eso la orden del PP es derribar a Rubalcaba, de la forma que sea y como sea, eso es muy significativo. Algo dirán sus encuestas internas que les preocupa tanto. Rubalcaba tiene pocos puntos débiles, por no decir ninguno, ni siquiera lo sería su edad. Tiene el respeto incluso de la parte más moderada del electorado del PP aunque ese respeto se transforme en odio visceral por el simple temor a que su capacidad mil veces demostrada deje en mal lugar a su propio candidato. Pero, ¿y las alternativas a Rubalcaba? Parece que no preocupan al PP.
Carme Chacón parece querer dar batalla, como Bono, aunque ninguno de los dos daría la talla suficiente para incomodar a Rajoy, y no garantizan un resultado ni siquiera digno para los socialistas. No mejorarían significativamente a Zapatero como cartel. La ministra de Defesa carece de carisma y de liderazgo, y a pesar de sus años en la política arrastra una imagen de inexperta, seguramente injusta, pero muy resaltada por ser el fuerte de Rubalcaba, su potencial alternativa en caso de primarias. Bono quiere maniobrar en la sombra como hace años pero es considerado un infiltrado del PP para el sector más progresista , pujante y joven del PSOE, mientras que no termina de conectar con el electorado crítico de los populares, muy minoritario. Blanco no es una opción seria por su imagen frívola. Fernández Vara se descarta de la carrera, y Tomás Gómez tiene bastante con lidiar con el toro de Madrid, que tiene mala pinta, todo sea dicho. Solo Rubalcaba puede ofrecer ese subidón de adrenalina necesario para revetir las encuestas. Estamos hablando seguramente del mejor orador y parlamentario que ha conocido la política española. Un azote brillante del PP. El peor enemigo, como han reconocido fuentes del partido de Rajoy.
El escenario podría ser el siguiente. En marzo de 2012, la economía española crea empleo neto, y empieza a conocer cifras macroeconómicas aceptables a pesar de que logicamente la tasa de paro sigue siendo alta; todas las reformas impopulares están hechas, y el peso de las mismas se ha diluído en las espaldas de Zapatero. Rubalcaba moviliza desde el primer momento al electorado, y la campaña electoral, y las metidas de pata de Rajoy y sus colaboradores ponen en guardia a los simpatizantes socialistas, quienes empiezan, de nuevo, a plantear la necesidad de un voto útil para evitar que el PP concentre demasiado poder en sus manos despues de su victoria en las elecciones autonómicas y municipales y con las primeras fotos de los escándalos de Gürtel aun en la retina. Hay debates electorales, donde la capacidad de Rubalcaba deja en evidencia la inacción y ruindaz de Rajoy, que carece de propuestas. Si alguien es capaz de desnudar las miserias del PP ese es Rubalcaba. Mucha gente puede empezar a apreciar que mejor es cambiar de plan que no tener plan y que el PP ha apostado por el hundimiento del país como caballo ganador, que vende humo. Rajoy no tiene con quien pactar en caso de ganar por minoría mientras que la relación personal de Rubalcaba con los líderes y portavoces de los partidos nacionalistas y de oposición es excelente. A ningún grupo le interesará dar su apoyo al PP, despues de la experiencia de 1996 pues temerán desgastes en sus feudos y electorados, especialmente CIU. Y mientras tanto, ETA "cerrando el chiringuito", desatando la verborrea de la extrema derecha, el "TDT PARTY".
Conclusión: es probable un escenario similar al de 1996, o a los que se enfrentó el ex-canciller aléman Shroëder. Los socialistas con un nuevo candidato solo pueden crecer. Puede que no sea suficiente o sea demasiado tarde, pero al menos habrá partido. La batalla se jugará escaño a escaño, provincia a provincia, voto a voto. Rubalcaba debe rodearse de un equipo experto, preparado y ciertamente renovado aunque eso suponga recuperar a viejas glorias del socialismo como Solana, Boyer o Borrell. Chacón deberá ejercer como número 2 para movilizar las bases socialistas de Cataluña. Si Rubalcaba tiene éxito será una excelente vicepresidenta, portavoz y ministra de Interior para dar el salto después a la presidencia, y si no en cualquier caso, será una buena líder para la oposición, el relevo generacional natural. Por eso todavía no ha llegado la hora de Chacón, y se equivocaría dando un paso adelante en estos momentos. El gran partido es en marzo de 2012 y debe capitanearlo el mejor. Porque con Rubalcaba de candidato, habrá partido, seguro. Mientras tanto toca salvar los muebles en mayo, donde se juega otro titulo (o varios), menos valorado pero no menos importante. Los socialistas tienen que resistir. Dependerá de muchos factores pero principalmente de uno. Atentos a Zapatero.
25 comentarios:
Te veo hoy optimista peperufo. Yo no lo tengo tan claro. El PSOE lleva mucho tiempo con una politica de comunicacion flojisima y colocando a gente de baja talla en cargos para los que evidentemente, o por lo menos aparentemente, no estan preparados (Pajin, Sebastian, Blanco o el mismo Pedro Saura) mientras se deja a Narbona, Almunia, Solana o Jauregui en el limbo europeo y se desperdicia a gente como Eduardo Madina.
Zapatero lo ha venido haciendo fatal desde hace tiempo, y no se puede gobernar a golpe de de ideas felices en lo economico, llevandole la contraria a un buen ministro dececonomia como Solbes para despues tener que dar marcha atras en todo y quedar como un panoli.
Tampoco se pueden cometer idioteces como los nombramientos de Carlos Divar y demás, como si pensaran que se lo iban a agradecer y no poner en su sitio por lo menos economicamente a la iglesia catolica que lleva 8 años machcandolo.
Asi no se gobierna, porque ni contentas a los otros porque es imposible, ni contentas a los tuyos, que te han votado para otra cosa.
Zapatero puede haber sido muy bueno en lo social, mas por intenciones que por realidades, pero en lo politico es un verdadero desastre, tanto por lo que ha hecho como por lo que no.
Mira, hay una cosa que no se me olvida, en el programa Tengo una pregunta para usted, el famoso del precio de un cafe, un chaval de 20 años se quejó de que no podia comprarse un piso, y el bueno de ZP, le solto un discurso sobre subvenciones, VPOs y demás, en lugar de decirle claramente que un tio de 20 años no puede comprarse una casa ahora, ni lo ha podido nunca ni podrá. La gente normal es bastante mas sensata de lo que parece, y lo que quiere es que el que les gobierne tenga los pies en la tierra y diga las cosas claras y como son.
Y una vez dejado claro que no soy Zapateril, espero que tengas razón en tus predicciones y que Alfredo quiera y pueda, porque con Marianico dios nos pille confesados.
Yo lo veo igual que tu peperufo que alegria :))
Cuánto ladran algunos peperos con el faisán de los cojones, se ve que rubalcaba cabalga. Es pronto para saber de candidatos, pero imagináis un cara a cara rubalcaba vs rajoy..., el no-sabe, no-contesta, no-está iba a dar pena, y eso lo sabe el pp y sus corifeos, de ahí los ataque y ladridos, aún antes de saber si va a ser candidato. Miedo se llama eso. Aunque fuera solo por eso ya me caería bien.
Rubalcaba: libertario en su juventud en la lucha clandestina contra Franco, campeón de España universitario en 100 metros lisos, experto en cine y en jazz, doctor en bioquimica, hacedor de un importante pacto en educación en la etapa de Gonzalez, el mejor ministro de interior con éxito de sus mandos y los cuerpos de seguridad con el mayor grueso de detenidos del crimen organizado, mafias, corruptos y de etarras de nuestra historia, años luz de las débiles y mediocres gestiones de los Acebes, Mayor Oreja y etceteras y un hombre honesto que se deja la piel en servir con enorme capacidad cuantas cuestiones se le pongan por delante, sin perder un ápice de sensibilidad social.
Parecerá una loa, y lo es, son datos y hechos en un país que como decía Lorca por desgracia "fusilamos a los mejores para luego convertirlos en héroes"
Rubalcaba está más quemado que la ceniza de un puro, más visto que el TEBEO y más pringado con el Faisán que un cazo.
Chacón es el prototipo del político actual. Mujer, joven, catalana, ¿sin experiencia? bueno eso es lo de menos. Aquí lo importante una vez más es la estética.
La señora Chacon no esta preparada para ser presidenta del gobierno..Pero no esta preparada en ningun aspecto..Todavia le hace falta mucho recorrido..Es una persona de partido, siempre en el partido, nunca ha trabajado en nada fuera del partido..Y aqui como en cualquier empresa el responsable maximo tiene que ser alguien con experiencia y preparado..La señora Chacon con todos mis respetos seria una demagoga mas...Lo mismo que lo ha sido y lo sigue siendo Zapatero..Es alguien que va hacia donde le quieren mover sus asesores de imagen..Pero no sabe nada de nada..Es todo Marketing de un buen estudio de diseño..A la señora Chacon le pasaria lo mismo..
Lo que nos faltaba ¡Chacón presidente del Gobierno! ¿No tiene nadie mejor el PSOE? Alguien menos avaricioso y ambicioso, con menos ansia de poder, alguien mas justo, humilde... y con familiares libres de sospecha de hacer negocios en sus empresas al calor del cargo político de su conyuge.
Zapatero ha sido un presidente muy especial, y la grandeza de sus políticas las tendremos que reconocer en el futuro, pero en muchas ocasiones ha sido ingenuo, Carmen Chacón no tiene posibilidad real de ser presidente del gobierno, nisiquiera jefe de la oposición, no existe en su pasado ni presente político nada que la haga especial, carismática ni genere ilusión en su posible elección, es más me atrevería a decir, que lo que se percibe de su gestión es decorativo porque no le ha tocado hacer nada especial, los verdaderos problemas de su departamento los han gestionado otras ministras y ministros y a ella sólo le ha tocado repartir medallas, nunca ha tenido que tomar decisiones polémicas, además ser catalana le quitaría más apoyos que los que le daría en el resto de España, aunque ella nunca se haya declarado catalanista.
SOCIATAS, NO TENEIS NADAAAA QUE HACER, OS ARRASAREMOS, COMO HABEIS VUELTO A DEJAR ESPAÑA, SINVERGUENZAS!!
Rubalcaba es el mejor candidato posible,quien no lo vea que pida cita ya con el oculista.Es la unica posibilidad real para el psoe,yo tambien lo veo asi.
rafael
RUBALCABA SI
Peperufo, lamento ver que a tu blog ya han llegado también los patéticos trolls de la caverna que dejan comentarios tan inteligentes como el de Demo.
No tengo nada en contra de la discrepancia y de la critica, pero tanta estupidez resulta cansina.....
Lo que necesita este país no es otro político de "academia", titulado en lo "políticamente correcto". Se necesita un estadista, un político de raza, intuitivo, claro, de mensaje directo y contundente, que sepa reconocer errores y manejarse con grandeza y capacidad de diálogo, aun en contra de los intereses de su propio partido... Todo esto descarta a la práctica mayoría de los candidatos jóvenes alternativos a Rubalcaba, como pudiera ser Chacón.
España necesita con urgencia un presidente de fuste, con experiencia y liderazgo reconocido y reconocible.
Todos los caminos conducen inexorablemente a Rubalcaba.
Este país no está sobrado de políticos-estadistas de la categoría de Rubalcaba, y no nos podemos permitir el lujo de desperdiciar esta oportunidad, ahora que está claro que él está dispuesto.
Nadie hubiera dicho lo mismo hace, tan solo, diez o doce años. Por la misma razón, Chacón debe esperar y quizá más adelante tenga también su oportunidad. Porque ahora no es su momento, ni tiene la suficiente experiencia.
Es sintomático que la mayoría de los tertulianos de la derecha, dándoselas de objetivos e independientes, a cualquiera le ven ventajas (incluido a Zapatero) menos a Rubalcaba. Fijaros, por si aún no os habíais dado cuenta. ¡Le tienen pánico!, por algo será.
Comparto plénamente tu análisis Peperufo y, sin embargo, tengo el pleno convencimiento de que va a ser Chacón. ¿Por qué? Pues no lo puedo decir, pero sí que la información me llega de muy, muy arriba.
Pues con Chacón nos arrasarán, y lo harán para 8 años.
Primero es catalana, con lo que la campaña en el 90% del territorio está chupada para el PP, no os digo nada en Madrid, Murcia o Valencia.
Segundo es una mujer con imagen de inexperta, y ultimamente aparenta un carácter agrio, casi rozando la estupidez y la terquedad en las formas, demasiado artificial, y desde luego, carisma cero.
Ésta chica tiene poco nivel para levantar esta situación. Con el viento a favor, y con paciencia, no te digo yo que no la vea como presidenta, aunque me sigue rechinando. Su marido es uno de los mayores responsables del desastre de comunicación que ha habido durante años en el gobierno. Miedo me da.
Leed a Carlos Carnicero sobre el tema,advirtiendo de chacón y resaltando que ya no hay politicos como rubalcaba...
Tal vez, podría probarse una fórmula distinta en la carrera electoral. Que, por una vez, no se vendiera sólo un candidato, sino que se creara un proyecto de equipo de gobierno, más ó menos perfilado a priori, en el que todos los ciudadanos tuviéramos la oportunidad de saber quien podría ser el futuro ministro de hacienda ó de exteriores, por poner un ejemplo. Sé que es una prerrogativa del jefe del ejecutivo, y sé que sería imposible mantener un mismo equipo a lo largo de una legislatura. Pero componer una imagen de equipo de entrada, para lidiar con los problemas inmediatos, tal vez podría ser un refuerzo interesante y que podría favorecer y sorprender al PP. Imaginemos por un momento que Rubalcaba concurre a las elecciones de cabeza de lista y comunica, al principio de la campaña electoral, que su equipo de gobierno se compondría de: Solana en Exteriores, Campa en Hacienda, Jáuregui en Fomento, Eduardo Madina en Medio Ambiente, Chacón en Defensa, Trini de nuevo en Sanidad, Aguilar en Interior, Fernández Vara en Educación... por decir algo. Prescindir de cuotas de partido ó de cualquier otro tipo, sacando a gente como Pajín ó Blanco de la primera linea. ¿Qué podría ocurrir? Opinad al respecto, por favor.
A mi todo lo que sea Rubalcaba y gente de peso como Solana me parece perfecto, experiencia y seriedad es lo que se necesita en un gobierno, no gente joven con ideas felices
Atención;
llevo leyendo este y otros blogs de marcado carácter socialdemócrata durante bastante tiempo, y en este, en concreto he dejado algunas opiniones. Me ha interesado mucho la capacidad de análisis del autor del blog y en general, estoy bastante de acuerdo con sus postulados. En especial en lo que hace referencia a su preferencia por Pérez Rubalcaba como candidato presidenciable para 2012.
Pero se me queda corto el hecho de simplemente opinar. Necesito hacer algo más, y, dada la situación del partido a nivel local, y su funcionamiento no me apetece nada embrollarme en el funcionamiento interno de una institución demasiado dominada por sectores-familias-corrientes-amiguismos y demás movimientos que al final burocratizan en exceso la vida política y la llevan, en su caso, a niveles de esclerósis preocupantes.
Por eso, me gustaría en este foro someter a vuestra opinión, dada la general coincidencia sobre el análisis de la situación y las posibles soluciones, como en el caso del candidato, QUÉ PODRÍAMOS HACER PARA AYUDAR A PROMOVER COMO CANDIDATO A RUBALCABA. No sé exactamente qué: montar una plataforma con adhesiones vía web, movilizaciones puntuales, etc.
Si os parece adecuado, por favor, proponed vuestra soluciones.
Un Saludo.
P.A.
Una aclaración acerca de mi anterior comentario. Estoy convencido de que una movilización proveniente de la sociedad civil, al margen de los cauces partidarios, podría resultar mucho más efectiva. Sería, indudablemente, mucho más abierta y libre, y podría contar con muchos más respaldos si se prescinde de la marca del partido, que vive, en cierta parte con razón por la pésima gestión interna, en sus mínimos históricos hoy por hoy.
P.A.
Ojala se fijen en Eduardo Madina
Peligro si Alfredo adquiere demasiado protagonismo. Zapatero debe seguir acaparando el mayor peso del desgaste, si deja a Rubalcaba en primera linea solo, el cántabro puede acabar pagándolo.
Saludos.
¡¡animo rubalcaba!!
Chacón está posicionando y a mi no me convence nada QUE HORROR
Luisa
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