¿Qué puede ofrecer el Partido Socialista Obrero Español a la sociedad española? ¿Qué puede ofrecer el Partido Socialista de la Región de Murcia a la sociedad murciana? Es un debate que quiero lanzar en clave regional pero que podríamos hacer extensible al mundo progresista valenciano y madrileño, entre otros, salpicados igualmente por ese sueño profundo en el mundo de la oposición irremediable. La clave del hundimiento socialista en estos feudos del PP se debe a que los ciudadanos no visualizan un proyecto alternativo, soluciones válidas, reales y progresistas para sus problemas cotidianos. ¿Qué me pueden ofrecen los socialistas que no me ofrezcan los que ahora gobiernan? La sociedad española, murciana, valenciana, madrileña, gallega, etc, necesita respuestas. Pero no cualquier respuesta. Respuestas sociales y progresistas que estén verdaderamente a la altura de las necesidades de nuestros ciudadanos.
Esta es la madre de todas las preguntas, y que podemos hacer extensible a comarcas, municipios y ciudades. ¿Qué puede ofrecer el Partido Socialista de la Región de Murcia a la comarca de Cartagena, a la ciudad de Murcia o al municipio de Lorca? ¿Qué nuevo derecho o beneficio real y palpable podemos ofrecer a los ciudadanos, que merezca realmente la pena y constituya y salto cualitativo en la calidad de vida de nuestro país, de nuestras regiones, de nuestras ciudades?
Queridos amigos y compañeros, en esta reflexión no valen retóricas ni entelequias. Me refiero a que los socialistas debemos abandonar la retórica fácil, basar nuestros programas en el ofrecimiento de una sanidad pública de calidad no es suficiente (o educación o seguridad), se da por supuesto en una alternativa socialdemócrata como la nuestra, no añadimos ningún valor añadido a nuestra oferta a los ciudadanos. Tampoco nos sirve a estas alturas ofrecer de modo generalista y ambigüo una lucha cuerpo a cuerpo contra la corrupción, la precariedad o la privatización de servicios. Son conceptos que no llaman la atención al ciudadano. Es triste pero real. Son batallas que hay que dar, sin renuncias, pero que no consiguen despetar la atención y el verdadero interés de los ciudadanos. No solo hay que criticar al rival político, hay que ofrecer. Y ese es el debate: ¿qué ofrecer?
Debe haber algo suficientemente concreto, suficientemente valioso, suficientemente socialista, que podamos ofrecer a los ciudadanos de este país, de esta región. Una propuesta solida que nos devuelva al lugar que siempre ocupamos para facilitarle la vida a las clases medias y bajas, para mejorar la calidad de vida de una mayoría de ciudadanos. Una propuesta que debe, a mi modo de ver, cumplir con varios requisitos:
- Debe favorecer a un amplia mayoría y constituir un importante avance social
- Debe ser una medida de apoyo a las economías domésticas y al bolsillo de los ciudadanos
- Debe tener caracter retributivo cuyo beneficio alcance a trabajadores y clases medias y bajas pero que repercuta en el pequeño empresariado
- Debe combatir la bolsa de pobreza regional y el bajo poder adquisitivo de los murcianos (valencianos, catalanes, madrileños, etc)
- Debe ser clara, explícita, y altamente apetecible, debe generar consenso en la sociedad
- Debe tener los cálculos y presupuestos que demuestren su viabilidad
Reflexionando sobre estos requisitos y echando una mirada a las necesidades de nuestra sociedad, llego a la conclusión de que ha llegado la hora de plantear en serio el debate de la Renta Universal de Ciudadanía o Renta Básica. Mi propuesta a los socialistas murcianos, pero por extensión a todos los socialistas es ésta. ¿Pero qué es una Renta Básica de Ciudadanía?
La renta básica universal (RB) o ingreso ciudadano (IC), según la define la Red Renta Básica, es un ingreso pagado por la administración, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva. Consiste en que el Estado dé una paga a todas las personas, independientemente de donde viva, de su raza o sexo, de que trabajen o no, e igual para todos.
La renta básica se define como el derecho de todo ciudadano y residente acreditado a percibir una cantidad periódica que cubra, al menos, las necesidades vitales sin que por ello deba contraprestación alguna. Se inscribe dentro de los mecanismos de distribución de la renta encaminados a la eliminación de la pobreza. Aunque, según distintos defensores de la propuesta, la renta básica es una propuesta que no se limita a acabar con la pobreza.
Técnicamente existen visiones muy diferentes sobre como financiar una Renta Básica estable. Generalmente, las propuestas sobre la financiación de la misma se suelen basar en el establecimiento de un determinado tipo impositivo sobre las rentas individuales. Existen, sin embargo, otro tipo de propuestas que no toman en cuenta el IRPF. A parte de estas cuestiones, existen otros aspectos técnicos muy importantes que no tienen que ver con la financiación de la propuesta y que han sido estudiados y debatidos tanto por defensores como por detractores de la RB. Así, por ejemplo, se ha discutido sobre los efectos que la RB podria tener (o no) sobre sobre la inflación; sobre si la RB supone una amenaza para el Estado de Bienestar o, por contra, una excelente via para hacerlo mas justo y eficaz; sobre si se fomentaría el parasitismo o si, por contra, fomentaria la autoocupación y el desempeño de labores no-remuneradas pero beneficiosas para la sociedad; sobre los efectos que podría tener de cara a la emancipación de la mujer; etc. Algunos de estos debates (como el del posible fomento del parasitismo) se puede decir que están zanjados a favor de la RB, en tanto que otros siguen abiertos.
Se han estudiado nuevos modelos fiscales basado en el ajuste de la nueva economía, que proponen disminuir al máximo el IRPF y los impuestos de sociedades, para aumentar el IVA, con el fin de equilibrar los costes de importación y exportación, así como hacer que quien más gaste tribute más. Lo que se complementa con una tasa RB, que consiste en una ampliación de la Tasa Tobin, aplicada a todo incremento de valor, para establecer un impuesto a la especulación, impuesto monetario de valor añadido, IMVA, lo que permitirá financiar la Renta Básica sin poner en peligro las prestaciones sociales (sanidad, educación, seguridad, etc.) y mantener la inversión pública (infraestructuras).
Existen sobre la mesa estudios, con datos reales, sobre cómo financiar la RB. Uno de ellos "La renda bàsica de ciutadania. Una proposta viable per Catalunya, Mediterrània, Barcelona" se explica con muchos detalles cómo puede ser financiada. Este estudio está basado en una gran muestra de 210.000 declaraciones del IRPF de Cataluña. Esta propuesta de financiación de la RB consiste en una reforma en profundidad del actual IRPF. El estudio opta por este camino porque se ha tenido acceso a datos individualizados de este impuesto, pero también porque el IRPF es especialmente útil para apreciar, por ejemplo, la redistribución resultante de la renta. La inmensa base de datos permite un conocimiento exhaustivo de los rendimientos netos susceptibles de ser gravados fiscalmente. Este estudio afirma que cada catalán mayor de edad podría recibir 6000 euros al año en concepto de RB, y cada menor de edad 3000 euros al año.
En Alaska y desde 1982 existe una RB. Toda persona que lleve residiendo legalmente en Alaska un mínimo de 6 meses recibe una RB desde hace más de un cuarto de siglo. Los resultados han sido tan buenos que ni tan sólo sus más fervientes críticos de sus inicios se aprestan ahora a pedir la supresión de la RB. Lo interesante es que esta simple medida ha comportado para los residentes en Alaska una distribución de la riqueza muy diferente a los otros Estados de EEUU. Alaska es hoy el Estado menos desigualitario de aquel país.
Hay que abrir ese debate. Quien habla de Renta Básica puede hablar de Cheque Consumo. Quien habla de 400 euros al mes puede hablar de 200, o de una cuantía progresiva según el nivel de renta. Pero debe existir una fórmula viable para poner en marcha la que sería la medida social más importante de la historia de España, que erradicaría la pobreza, que supondría un enorma avance para las economías domésticas, que fomentaría el consumo, la igualdad y haría de nuestro país, haría de nuestro región, un ejemplo para todo el mundo. Sería, por qué no decirlo, un golpe electoral sin precedentes. Los socialistas, los socialistas murcianos, podemos y debemos encarar este debate. A buen seguro los ciudadanos lo recibirían con los brazos abiertos.
RENTA BÁSICA DE CIUDADANÍA O CHEQUE CONSUMO CIUDADANO.
Un paso adelante que os propongo y que merece como mínimo una reflexión.
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