OPERACIÓN NINETTE: DE LAS RESPONSABILIDADES POLÍTICAS Y PENALES A LA TÁCTICA DE LOS FARISEOS.

Las responsabilidades judiciales en el asunto "Ninette" empiezan a depurarse en los juzgados de San Javier, mientras tanto las responsabilidades políticas se ponen en marcha sin dilación. En este sentido hay que reconocer que los socialistas han dado el "do" de pecho a la hora de extirpar sus células corruptas en cargos del partido. Chapeau para el ayuntamiento de Los Alcazares, con su alcaldesa a la cabeza Encarna Gil, que acaba de retirar todas las competencias a su concejal de urbanismo tras ser imputado expulsándolo del grupo socialista y exigiendole además que entregue su acta de concejal. Sus propios compañeros le hacen el vacío, sí señor, esto es un gesto digno, como fue ejemplarizante que en menos de 6 horas Escudero fuera dado de baja en el Partido Socialista de la Región de Murcia. Para más mérito, Juan Carlos Ruiz le echa un ordago a Jara y lo pierde, le pregunta "si esta vez no va a pedir que se retiren competencias urbanísticas en Los Alcazares", a lo que el portavoz socialista le dice que por ellos ningún problema pero que también lo aplique a otros ayuntamientos donde hay encarcelados e imputados.

El Psoe está dando una verdadera lección de tolerancia cero con la corrupción. Cirugía rápida y apoyo total a las actuaciones judiciales, sin menoscabo de ninguna instancia, acelerando las responsabilidades políticas que se puedan tomar. Porque nadie está libre de tener ovejas negras en sus listas, pero todos tienen la responsabilidad de depurarlas sin demora. Me alegra ver que la izquierda no se manifiesta contra la actuación judicial y la labor periodística como sucedió en Totana. Me alegra ver como la izquierda pide que se depuren responsabilidades políticas y penales. Me alegra ver como la izquierda se pone del lado de la Justicia. Me satisface que no todos los políticos sean iguales y que la ejecutiva socialista se aplique su propio cuento con más fuerza si cabe.

Es la diferencia entre la corrupción de partido y la corrupción de personas, es el matiz entre quienes aborrecen la corrupción y la promueven. La corrupción de partido provoca que una imputación sea negada, defendida y amparada aún cuando se dicten medidas provisionales como la prisión. Si el problema fuese un nombre, un alcalde, un concejal, si solo hablásemos de una o varias personas individuales que han metido la mano, la solución sería sencilla como en el caso de Los Alcazares: expulsión y condena. Pero cuando un partido pone toda su maquinaria a defender al corrupto, cuando se organizan plataformas, cuando se pone en duda la labor de la Justicia, es porque se teme algo y las malas prácticas llegan a instancias más altas y quien sabe si de partido.

Algo huele y muy mal en el Partido Popular cuando se enrocan con sus imputados, más de 20 de momento, cuando no les hacen dimitir, cuando dan tantas vueltas para negar la realidad, cuando ponen a trabajar a sus medios afines para ocultar la realidad a la gente, cuando ponen a su disposición carísimos bufetes de abogados para defenderles el cortijo. Nadie mueve tanto ni suda gota por un alcalducho. Si no se teme nada se actua como lo ha hecho el PSRM en Los Alcazares, rápido y con contundencia. Es entonces cuando afortunadamente podemos decir que no todos son iguales. Hasta IU ha sido manchada por un concejal en Ricote, nadie se libra. Pero la izquierda no vota ni apoya a corruptos. Es la primera interesada en ganar credibilidad en su discurso. Y lo mejor de todo, es que lo está consiguiendo. Los corruptos a la cárcel, sean de donde sean y del color que sean. Pero no todos los políticos son iguales ni todos tratan por igual los temas de corrupción, eso que quede muy claro. Ese es un discurso que deslizan los que más tienen que callar. Cuidado con los ellos, los fariseos.

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