REFLEXIÓN SOBRE LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES EUROPEAS EN LA REGIÓN DE MURCIA

Los gestos son importantes: Zapatero necesita reconciliarse con la sociedad murciana

Ni Saura, ni Oñate, ni Gonzalez Tovar. El PSRM-PSOE es un partido a la deriva en la Región de Murcia por culpa de algunas decisiones políticas del gobierno socialista en Madrid. No es una excusa, es la constatación de que la marca electoral socialista, el puño y la rosa, está estigmatizada en nuestra tierra desde la famosa derogación del trasvase del Ebro. Los murcianos ni perdonan, ni olvidan aquello, y los que tratan de pasar página, son rapidamente persuadidos por la maquinaria electoral del Partido Popular. Es por lo tanto Zapatero el que pierde elecciones en la Región de Murcia, que nadie se engañe, el mismo que figura como el líder político peor valorado en esta Región, incluso por debajo del propio Saura. El "monigote" que se presente para que le partan la cara es lo de menos. Obama sería derrotado con sonrojo por Valcárcel o por cualquier delfín de su corte, incluida una mediocre como Gutierrez Cortinés. El problema y la solución está en "Ferraz", y después y solo después, se podrá meter mano a "Princesa", que tambien necesita una buena mano de pintura. La pelota está en el tejado de Zapatero, y principalmente de Zapatero, un presidente del gobierno que permanece divorciado y desconectado muy a su pesar de la sociedad murciana.

El problema por lo tanto no es Pedro Saura, que nadie se engañe, aunque sea evidente que su imagen no sea la más adecuada para liderar el partido, principalmente porque sufre el desgaste de ser la cara del "zapaterismo" en la Región de Murcia. Él tuvo que darla ante los murcianos cuando "alguien" en Madrid decidió derogar el Ebro o cuestionar el Tajo-Segura, él tuvo que mover la silla a algunos "caciques" del partido que boicoteaban el progreso, él ha tenido que desarrollar un discurso antipopular al censurar un modelo de crecimiento que otorgaba dinero fácil y plusvalías a muchos ciudadanos. Y frente a él, cuando en realidad todos miraban a Zapatero con odio, empresarios, regantes, trabajadores de la construcción, cajas de ahorros, y la inmesa mayoría de la sociedad civil. Pediría por lo tanto comprensión y solidaridad con él, aún estando en desacuerdo con su forma de dirigir el partido, porque el ataque feroz y despiadado es el análisis más facilón y superficial, y llevaría irremediablemente a una nueva derrota electoral si sacamos la conclusión de que el principal problema del socialismo murciano es la persona que lidere el partido. Ese debate es otro, y será siempre posterior. No debe ser nada sencillo ser secretario general del PSRM en Murcia, como tampoco lo era ser oposición en Marbella. Tengamos piedad con los nuestros, que hacen lo que pueden.

El problema del PSRM-PSOE se llama Jose Luis Rodríguez Zapatero. Con los datos en una mano, el presidente que más ha invertido en la Región de Murcia; con el corazón en la otra, el presidente que menos gestos, detalles y consideración política que ha tenido con esta tierra. La simpatía política nace en los sentimientos, y precisamente los sentimientos se generan con gestos. No conozco ninguna declaración de afecto o consideración de nuestro presidente en 5 años, ningún guiño, ningún empujón, ni siquiera una explicación concreta para algunas decisiones que se han tomado en el consejo de ministros y que han sentado muy mal por aquí. El mayor desprecio es no hacer aprecio. Por el contrario, hemos asistido en algunos debates al hecho de referirse, torpemente, a que "solucionaría el problema del agua en Valencia, Alicante y Almería". ¿Y Murcia? Éste puede parecer un ejemplo banal pero surte mayor efecto que una morterada de millones, porque precisamente estos desaires, intencionados o no, fortalecen el discurso victimista de los populares. ¿Dónde estos los mimos? ¿Dónde está el cariño del presidente?

Ha calado el discurso de que los murcianos somos victimas de Zapatero, y que el desprecio ha llegado a tal punto que se mandan crueles fiscales y temibles policías a vengarse de los políticos honrados que sí defienden los intereses de su región. Todo es una sospecha en esta región, y todo lo que venga de Zapatero no puede ser otra cosa que una patada en el pompis. Así pues, cualquier lugarteniente en Murcia que trate de vender a los murcianos con la cabeza algo que ellos niegan con el corazón no puede ser más que crucificado y avasallado, se llame Pedro, Juan o Antonio. Zapatero cuida a la Región de Murcia pero no la mima. Zapatero es el padre que pasa una buena manutención al hijo pero que al mismo tiempo le niega un abrazo, un cariño. En el PP saben que los abrazos, aunque sean falsos, son más importantes que los traspasos en forma de millones de euros. Están en el corazón de la gente y por lo tanto, pueden hacer con los murcianos lo que quieran, porque siempre, siempre, serán considerados mejores padres. Un padre cariñoso puede ser un ladrón, un delincuente, un chorizo, pero sigue siendo más padre que aquel que no ejerce como tal.

¿Soluciones para el PSRM-PSOE? Las principales tienen que venir de Madrid, de la ejecutiva socialista. Un cambio de política en la forma, y con algunos matices en el fondo. Para empezar, solucionar definitivamente el problema del agua en la región, acelerando la construcción de las desaladoras y blindando el Tajo-Segura, ofreciendo a la mayor brevedad un trasvase alternativo para abastecer a nuestros agricultores, algo que es urgente y prioritario. Si en 2011 no se ha aprobado un trasvase del Tajo-Medio (o similar) nuestro techo (que no suelo) será el 30% una vez más, y consecutivamente. Muy importante será entonces "venderlo", explicarlo y defenderlo para no repetir errores como con el Plan AGUA. Por supuesto habrá que seguir explicando las inversiones que llegan desde Madrid, pero será mucho más importante que Zapatero demuestre cariño, en palabras y hechos, hacia nuestra Región. Debe visitarnos más y debe tenernos más presentes en sus discursos. Debe ejercer de padre cariñoso, citarnos de vez en cuando y pasarnos la mano, para que nos podamos reconciliar con él. Los hijos necesitan las explicaciones de la dureza del padre para que no la entiendan por lo que no es. Los hijos necesitan saber que son queridos por los padres, y que tienen su afecto o consideración.

Será muy importante entender que la lucha contra la corrupción es irrenunciable, caiga quien caiga. Todavía no hemos asistido a golpes judiciales con tirón mediático, pero a buen seguro vendrán. Lo que hemos conocido es nada comparado con lo que conoceremos, algunas caretas caerán. Pero eso no garantiza la reconciliación afectiva con el socialismo español, y por ende con el socialismo murciano. Las dosis de cariño serán de nuevo imprescindibles, así como la elaboración de discursos de carácter emocional que sean capaces de llegar al corazón de los murcianos. Por último, habrá que buscar un líder que encabece una candidatura creíble en las elecciones de 2011, alguien que no esté quemado y que pueda lograr esa reconciliación que tanto necesitamos. Todos sabemos quien da el perfil. El relevo será necesario. Pero habrá que hacerlo dando las gracias a quien, con sus aciertos y sus errores, ha dado la cara por el socialismo murciano estos últimos años. Porque Zapatero, con algunas decisiones adoptadas, es el que pierde las elecciones en Murcia; porque desde aquí el margen de maniobra es escaso cuando tienes que justificar esas mismas decisiones. Por lo tanto, del propio presidente del gobierno dependerá principalmente la recuperación del socialismo murciano. En sus manos estamos.