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    martes, 27 de junio de 2006

    EL CONCEPTO "NACIÓN ESPAÑOLA", UNA INVENCIÓN BURGUESA.

















    España no ha sido una nación hasta que la constitución liberal de 1812
    la consideró de dicha forma. Sin embargo, habría que conceder a aquellas leyes el rango de verdad absoluta para dejar de creer que tales hechos no fueron sino un invento orquestado por unos pocos. Por entonces, los constructores del Estado-Nación español estaban creando un ente inmaterial cimentado sobre ciertos valores sociales y culturales de ideología liberal, que tratarían de imponer a través de diferentes medios.

    Se trataba de homogeneizar cultural y socialmente a una población que hasta entonces había vivido bajo el manto de un régimen absolutista, y en esta misión la educación cobraba un especial interés. No hay más que revisar el discurso preliminar de la constitución de 1812 para comprobar cuales eran las intenciones de sus redactores:

    “Para que el carácter sea nacional, para que el espíritu público pueda dirigirse al grande objeto de formar verdaderos españoles, hombres de bien y amantes de su patria, es preciso que no quede confiada la dirección de la enseñanza pública en manos mercenarias”.

    Sin embargo, después de superar todos los obstáculos de carácter político y vencer así a los ideales absolutistas, los constructores del Estado-Nación se encontraron con un problema de difícil solución: la falta de recursos económicos y la realidad provinciana del territorio que gobernaban.

    Mientras Francia había conseguido homogeneizar lingüísticamente su territorio con excusa en la erradicación del analfabetismo, España era incapaz de imitar dicha estrategia. En primer lugar, porque el estado cedió gran parte de sus competencias educativas a la iglesia, que formaba católicos y no tanto españoles. En segundo lugar porque no tenía recursos económicos para articular el territorio, y el caciquismo era todo menos una táctica de homogeneización. Y finalmente, porque España era una realidad localista, muy mal comunicada y donde la realidad legal distaba mucho de corresponderse con la realidad material.

    Es una falacia entender que la creación de una ley o constitución repercute inmediatamente en la vida real de las personas. Y es un anacronismo interpretar que las luchas políticas históricas han tenido lugar siempre de una forma similar, es decir, bajo ejércitos bien estructurados y compuestos por la mayoría de los ciudadanos convocados.

    Sólo cuando la construcción del ferrocarril fue una realidad, debida al capital extranjero bajo concesiones, la realidad española pudo estructurarse de una forma más o menos similar a la del resto de Estados Europeos. Demasiado tarde, porque las burguesías catalanas y vascas habían profundizado en las diferencias culturales con el fin de satisfacer unos intereses propios que se fundamentaban principalmente en la economía.

    Así pues, la Nación Española fue un invento de unos pocos soñadores que intentaban homogeneizar una población determinada, aprovechando las fronteras del Estado absolutista. "Las naciones o son políticas o son ilusiones". Las naciones son en sí misma ilusiones, sean políticas o no. Una nación política es real en tanto la gente cree en ella, pero cuando deja de ser así, desaparece. Si mañana todo el mundo niega que España sea una nación, este concepto tan burdo y "objetivo" desaparece, revelando que ni es objetivo ni es real.

    3 comentarios:

    Anónimo dijo...

    España, que ha tenido el mayor imperio y el mayor capital jamas forjado por otro imperio solo se ha limitado a malgastarlo y hacer lo que siempre ha hecho, gracias a unos monarquas inutiles y que miraban mas por su bragueta que otra cosa, igual que pasa ahora...y tenemos que seguir soportandolos que vivan como "reyes" los muy jodios, de acto en acto, de viaje en viaje, viviendo a todo tren y con vacaciones de ensueño, solo por haber nacido...las monarquias deberian de ser aniquiladas

    Anónimo dijo...

    Excelente el resumen de algo tan complicado y artificial como es España. Y fundamentalmente la España que tenemos, que la derecha define y defiende, como propiedad y como ideal para la manipulaciones y rearme de sus gregarios.
    El problema es difícil pero quizas todavía exista alguna solución a medio o largo plazo, siempre que venga por la libre y voluntaria asociacion de nacionalidades y regiones en un estado de corte federal. Algo que desde hace muchos años viene diciendo Maragall y de los que posiblemente ha convencido a Zapatero.

    Peperufo dijo...

    Gracias por vuestros comentarios.