REFLEXIÓN: ¡DESPIERTA, LEVANTATE CONTRA LA CORRUPCIÓN URBANÍSTICA!
CORRUPCIÓN PARA TODOS
Hemos llegado a un punto de cogorza mental que en determinadas zonas de este país, muy concreta y especialmente en el Levante español pero también en Madrid, Baleares y Andalucía (entre otras), la ciudadanía llega a tolerar con total naturalidad y condescendencia la corrupción de una clase política en supuesta convivencia con los poderes económicos, en lo que supone un evidente ejercicio de asimilación cultural del trapicheo y de la picaresca más patética.
Pone la carne de gallina ver como gente obrera, honrada, humilde, mil eurista (siendo optimistas) defiende con tanto ahínco los modelo de desarrollo desequilibrados en origen y eminentemente basados en la especulación del suelo, que benefician en exclusiva a las grandes rentas y a los grandes negocios de aquellos que usan el maletín con la soltura de Lucky Luck con las pistolas. Asistimos pues a una situación paradójica que merece una profunda reflexión por cuanto la tolerancia, encubierta o no, con la corrupción, es el germen base donde nace la canallesca de nuestra clase política.
Es como una niebla mental que impide, que obstruye y teje el pensamiento de la gente. Es una hipnosis hecha realidad que posibilita esa escena tan descorazonadora de ver a las víctimas defiendiendo a sus “verdugos económicos”, "el robado justificando al supuesto ladrón" y que por qué no, "al pobre extiendiendo su mejor alfombra para que la pisen los corruptos".
Es el síndrome de Estocolmo elevado a la enésima potencia, bajado a la calle, incrustado en el inconsciente colectivo del pueblo, traído y manido una y otra vez cuantas veces haga falta para que no se desmonte el chiringuito y las sanguijuelas tengan siempre por donde chupar en el cotarro urbanístico, recordemos, tan bien montado y legitimado desde aquella ya famosa reforma de la Ley del Suelo de 1998 y el desmonte de las Fiscalías Anticorrupción.
En Marbella tenemos un ejemplo claro y notorio de cómo el poder político lanza sus tentáculos de tal manera que logra implementar, con el dinero de los maletines, la red propagandística y populacha donde inocentemente, uno a uno, los ciudadanos vamos cayendo fruto de la frustración y la desidia mental. Es un ejemplo de cómo el poder político siembra muy diligentemente los cimientos de la trama con propaganda y populismo barato para así abrir, sin resistencia popular alguna, la veda que destapa el tarro del dinero fácil y el blanqueo de lo negro. Porque la viuda negra antes de comer, inmoviliza con su veneno a la víctima. Porque nuestra geografía está llena de bichejos sin escrúpulos que "pican" a su antojo.
La población, ya en proceso de anestesiado, recibe su particular droga en forma de burdas soflamas que proclaman a los cuatro vientos unas supuestas, por inexistentes, riquezas babilónicas que el cacique constructor, por obra y gracia del gobernante, ha tenido a bien a traer al municipio, como el que no quiere la cosa. Riquezas deseadas y vitoreadas cual bienvenido señor Marshall por la población sumisa y complaciente al olor del dinero que nunca oleran, inutilizada por el slogan barato, obnubilada ante el espectáculo de los duplexs y los centros comerciales multiplicados cúal milagro de los panes.
Unos beneficios que el ciudadano percibe pero no participa de ellos aunque quiera, inocentes ignorantes que no comprenden que el cotarro no se ha montado para ellos si no para cuatro manos privilegiadas que lo mueven todo. Riquezas en forma de timo, a no ser que un pueblo, en su bendito sueño, aprecie como oro el duro bronce de los contratos temporales, los sueldos empequeñecidos y la vivienda por las nubes.
Los modelos insostenibles, basados en el ladrillo, que sufrimos en Levante y algunas otras comunidades, son una hipoteca para los ciudadanos y un chollo para los hombres de negro. Es un fenómeno a estudiar por extendido y preocupante, con unas gentes que trabajan duro para malvivir con las migajas que los corruptos les dejan, mientras que, haciendo honor al dicho “tonto y apaleado”, alientan y defienden el modelo especulativo y depredador que objetivamente, por evidente, poco o nada les reporta para su día a día. Estética y poco más.
A los levantinos, en pleno siglo XXI, parece que no les importa la sanidad, ni la educación, ni la seguridad, ni las infraestructuras, ni que se vean envueltos en los desmanes urbanísticos de los poderosos, ni que tengan que pasar largas horas de tráfico para ir al trabajo por culpa de la incompetencia de una clase política podrida, ni la falta de respuestas a las necesidades sociales y déficits que tanto merman a la población, ni les importan las rentas diminutas que nos cuelan mientras nos venden que somos los que más crecemos del mundo mundial.
¿Por qué? Porque a nuestros gobernantes comparsa les vale, se sobran, con un simple slogan machacón, por burdo y falaz, basado en mentiras y poderosas técnicas de persuasión, para que los levantinos, gustosos, respondamos electoralmente cuan autómatas, sin conciencia, a imagen y semejanza de los baños de multitudes que se daban los Gil y Julían Muñoz de turno, y todo por medio cubo de agua o por la unidad de la nación, que manda huevos.
Durante el Gilismo, y aún a día de hoy con la famosa Malaya, no son pocos los que defienden los modelos insostenibles basados en el ladrillo y justificados con el "nos traen riqueza al pueblo", lema antológico montado en un alarde de palurdismo y ausencia de miras preocupante del que desconoce que el pan para hoy y agua para mañana no es una mera cita, si no un hecho incontestable, del que caen presa fácil aquellos irresponsables desinformados que ignoran que "traen riqueza" a base de vender el patrimonio de todos los ciudadanos mientras nos hipotecan con las políticas regresivas y antisociales de los politicuchos de turno.
¿Qué riqueza es esa? ¿Usted es más rico porque vende su piso, porque ve liquidez? La diferencia es que venden su piso (es una metáfora) pero el dinero no vuelve a usted, se lo quedan supuestamente los cuatro políticos de turno en convivencia con los estimados empresarios que según se dice, pagan las campañas de autobombo y autoengaño para tenerle a usted embobado, mirando para otro lado mientras se reparten el botín. Agua, solidaridad, fin de España, Cataluña, cualquier cosa vale para despistar al personal.
¡Despertad! Nosotros ponemos el patrimonio, ellos lo venden y los beneficios nosotros por supuesto ni olerlos; a lo sumo recibimos alguna patada adicional en forma de caos circulatorio, destrucción de un especio protegido o una vivienda cada vez más inaccesible. Y aún así, nosotros ponemos la otra mejilla como buenos tontos cristianos porque total, aquí lo que hace falta es agua para todos y además, inexorablemente del Ebro, porque tiene que ser del Ebro oiga. ¿Qué más da si es del Ebro, desalada o en botella?
La mala fe y la corta conciencia lleva a asustar, cual Orson Wells al pobre agricultor, contándole una serie de leyendas terroríficas dignas de estudio por iker Jiménez para terminar concluyendo, por obra y gracia de Dios, que el agua desalada es cancerígena y que el diablo no es si no un señor con mucho talante y la sonrisa complaciente. Y si hace falta, sacamos al coco Rovira y al vampiro Maragall, que siempre es un recurso socorrido y populacho que encanta a la masa analfabeta.
El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.
Es aquel que consiente, sin informarse y sin oponer resistencia, a los corruptos que se meten en los bolsillos los colegios, los centros de salud y las pensiones de los demás; aquel que permite que le roben en sus narices mientras su única reacción es hacer palmas y animar el saqueo; aquel que desconoce que juegan con su ignorancia y con sus sentimientos solo por puro interés particular y económico. Auténticos asnos que viven obsesionados con la zanahoria podrida que los políticos interesados le ponen delante para que arree mientras recibe los latigazos correspondientes.
El modelo especulador que nuestros gobernantes nos quieren vender a base de buenas cifras macroeconómicas ha empobrecido inexorablemente a una población que ha visto mermados sus servicios públicos bajo gobiernos rancios y conservadores que han promocionado como nadie la iniciativa privada, aquella que solo los más adinerados se pueden permitir. Porque la gente, con su ceguera habitual, alaba la gestión económica del que se encuentra con las reformas estructurales hechas a raíz de aquellaa recesión económica; populares que se dejan arrastrar por una situación de bonanza económica mundial con unos tipos de interés históricamente bajos y unas ayudas europeas record mientras venden un mérito que no tienen. ¿Son el milagro como ellos se autoproclaman?
En definitiva se aplaude a los que teniendo todas estas variables a favor han congelado el gasto público, han especulado con el suelo y no han repartido la enorme riqueza que se estaba generando. Porque en otros países, en otras regiones, se crece sin que la economía sumergida represente el 40%, sin que el dinero negro campe a sus anchas. Porque otra forma de gobernar es posible y la maldita gallina de los huevos de oro nos ha dejado el corral lleno de mierda. Huevos ninguno, se los han llevado los zorros de siempre delante de nuestras propias narices.
Sin embargo, la pobre ama de casa que no encuentra guardería para su hija pequeña, sigue votándoles. Sin embargo, el joven encerrado en un trabajo precario y que se tiene que hipotecar a 50 años les sigue votando. El anciano que tiene que esperar 2 horas cada vez que acude a unas urgencias masificadas porque se ha congelado el gasto sanitario en estos últimos 10 años, les sigue votando. ¿Por qué? Porque un día le dijeron que iban a hacer no sé qué tubería que nos iba a solucionar todos los problemas habidos y por haber.
No pasa nada, porque el señor que tiene que tragar con colas y atascos cada vez que va a trabajar por culpa de la falta de previsión y la avaricia de nuestros gobernantes volverá a votar al alcalde por muy incompetente que este sea. ¿Qué más da sin nos van a traer ríos de oro del Ebro y descenderá Jesucristo en patera para bendecir al pueblo mediterráneo? ¿Qué más da si gracias a los gurús y a la firme resistencia de la zona España no ha caído ya en manos de los separatistas?
Esta es la triste realidad de una sociedad aborregada que disfruta viendo como le pegan patadas en el culo y se ríen de su flagrante inocencia. Ciegos al negocio que han montado justo delante de ellos y confundidos al extremo de que ya, por muy machacados, son incapaces de reaccionar, cambiar de rumbo y decir alto y claro "basta ya". Es lo que da la burda suficiencia de conformarse con proferir algún insulto al gobierno de la nación o a Carod Rovira para apaciguar el fuego intencionado que otros, se encargan de encender cada vez que amaina, no sea que alguien, por avispado, vaya a pedirles cuentas de algo y se destape caja de Pandora.
Porque los murcianos, los alicantinos, los madrileños, los mallorquines, los marbellís (y otros), todos aquellos que permitimos la corrupción y llegamos a legitimarla, somos unos tontos y unos paletos de mucho cuidado. Luego lloraremos, diremos que como habíamos estado tan ciegos, que esto es una vergüenza. Ahora, tras cientos de avisos, de años de denuncias de todo tipo, en Marbella se tiran de los pelos y piden justicia inmediata y reparadora, cuando los primeros merecedores en recibir cachete y pasar unas horas purgando en los calabozos deberían ser esos votantes que, sin tener intereses económicos directos, beneficio ni oficio, votaron a una opción que, conocido era directa o indirectamente, metía la mano en la caja mientras el pueblo se estancaba en sus servicios sociales y en sus infraestructuras básicas.
Ellos legitimaron la corrupción, ellos merecen llevar unas orejas de burro un par de meses por lo menos. Ahora tienen un ayuntamiento en quiebra y los mismos colegios y hospitales que tenían antes de la riqueza llegara, esa famosa riqueza que todavía hoy, en muchas zonas, se defiende a capa y espada. ¡Qué grandes los lumbreras que defendieron el expolio!
Así pues el rebuzno es el sonido que más se extiende por el Levante español como el que tiene una reserva de asnos protegida por la UNESCO. Porque los alaridos no vienen logicamente de los lobos del negocio, esos están encantados, en silencio degustando el motín; vienen del ciudadano analfabeto e ignorante que da el visto bueno con su desinterés al expolio de la corrupción. La ciudadanía debe reaccionar y sublevarse ante los políticos con sociedades de convivencia con empresarios de la construcción, contra aquellos que anteponen el bolsillo propio al bienestar general, contra aquellos que entran a la política para forrarse con nuestro patrimonio, contra aquellos que esquilman nuestro medio ambiente y lo venden al mejor postor como si fuese un bien propio y no común, contra aquellos que afrentan a la ley con sus prácticas antidemocráticas.
Porque el modelo que nos venden ha sido, es y será especulación, precariedad, sueldos bajos, baja productividad, vivienda inaccesible y negociazo para los de siempre. Porque aquí hace falta otra cosa; construcción también, pero controlada, ordenada, con transparencia, con inversiones en educación y sanidad pública, en infraestructuras, en una industria olvidada, en investigación y desarrollo, en nuevas tecnologías, una nueva cultura que deje atrás el Aznarismo económico y que eche todo el lastre corrupto que engangrena la convivencia y el bienestar, día a día, de los ciudadanos. De nosotros depende, de nuestra indignación, de nuestra respuesta, y sobre todo, de nuestro voto.
Pido disculpas de antemano por el tono duro, pero a veces hay que ponerse serio, sobre todo cuando hablamos de estas cosas. Denunciad la corrupción, este blog está a vuestra disposición.Comentarios como siempre.