Twitter @Peperufo

    Sigueme en Twitter

    martes, 30 de diciembre de 2008

    EL FÉNIX Y LA NUEVA ESPERANZA (CRISIS Y NEOCONS)

    Recesión, crisis, depresión: son conceptos que hoy están en boca de todos y cuya existencia es tan antigua como la del sistema económico que las genera. Echando la vista atrás, podemos ver cómo los hijos intelectuales de los liberales que combatieron junto a las clases populares contra el absolutismo feudal y la sociedad estamental no tardaron en traicionar sus postulados de igualdad y fraternidad en cuanto relevaron a la aristocracia del poder para imponer la dictadura del libre mercado. Así llegó la primera gran crisis del capitalismo en 1830, de la que fue testigo Karl Marx. Muchas más habrían de venir, como la crisis agrícola y especulativa de 1847; la crisis de 1882-1886, que llevó a la quiebra a 404 bancos; la de 1912, previa a la Gran Guerra, o el gran crack de 1929, por sólo citar algunas. En todas podemos encontrar un rasgo común: la avaricia y el insaciable ánimo de acumulación unido al mantenimiento de un bajo poder adquisitivo de la clase asalariada. Mientras el crédito funciona, el sistema sigue su curso, pero la crisis es inevitable cuando llega el momento de pagar la fiesta y caen el consumo, los beneficios empresariales y a continuación la inversión.

    Tras el paréntesis que supuso la implantación de las tesis económicas keynesianas en medio mundo y la generalización del Estado de Bienestar, el neoliberalismo volvió a tomar la iniciativa en la batalla ideológica hace tres décadas, y lo logró haciendo al mundo creer que sus tesis están fundamentadas por la ciencia económica, y que conducirían a las sociedades a la eficiencia y el pleno empleo. Estos postulados son falsos, pues la teoría económica tiene bien identificados los supuestos en los que el libre mercado falla. Nuestros actos de producción y consumo generan efectos externos, en ocasiones positivos (como la educación o la sanidad) y en otras ocasiones negativos (como la contaminación). En ausencia de regulación, los agentes guiados por sus intereses individuales producirán menos de lo socialmente deseable en el caso de los primeros y demasiado de los últimos. Asimismo, el libre mercado fracasa al dotar bienes públicos, genera monopolios y oligopolios, incentiva la especulación ante la falta de transparencia y produce ingentes desigualdades de renta que generan no solo conflictos, sino también ineficiencia, en términos de talentos desaprovechados.

    El auge del neoliberalismo económico, que a algunos puede parecer ajeno, es el responsable, entre otras cosas, del sufrimiento que el FMI ha infligido a los países que se han visto obligados a aplicar sus dolorosas (e inefectivas) políticas de ajuste, o del peligro de desmantelamiento la educación y la sanidad pública. Mucho debemos también de esta recesión al otrora considerado gran gurú Alan Greenspan, que en sus dos décadas al frente de la Reserva Federal ha ejercido una férrea defensa de la desregulación y fomentado la proliferación de los exóticos derivados financieros, que Warren Buffet calificó en su día como armas financieras de destrucción masiva, y que no han servido sino para estimular las prácticas de riesgo que han desencadenado esta crisis, así como para facilitar su rápida metástasis gracias a la difusión del riesgo.

    La propaganda neocon ha sido tan eficiente que incluso algunos políticos de izquierdas predican sin complejos la necesidad de equilibrio fiscal año a año (lo que es tan estúpido como pedir a alguien que gaste su nómina el día que la ingresa y pase hambre el resto del mes) y la austeridad presupuestaria en tiempos de crisis. ¿Quién si no ha de tirar del carro de la economía cuando el sector privado desfallece?

    Algo parece estar cambiando con esta crisis: en un reciente artículo, Paul Samuelson anunciaba el fin de la supremacía de la doctrina neoliberal inspirada en los postulados de Friedrich Hayek y Milton Friedman, mientras Joseph Stiglitz vaticina que esta crisis supondrá para el capitalismo lo que la caída del muro de Berlín supuso al comunismo. Paul Krugman también se ha sumado a las voces que claman por la recuperación del papel del Estado como agente estabilizador de la economía, y en similares términos se expresaron la semana pasada Sami Naïr e Ignacio Ramonet, a quienes tuvimos el privilegio de poder ver en Murcia.

    Mientras, los neocons españoles, ajenos al debate internacional y apadrinados por las FAES, siguen a lo suyo. Aznar defiende a capa y espada la gestión de su amigo George Bush, al que muchos consideran ya el peor presidente de la historia de los EEUU, y no se sonroja al afirmar que la culpa de esta crisis es del intervencionismo estatal. Lo hizo hace un mes en la presentación de la reedición de “Libertad para elegir” de Milton Friedman. En este acto Aznar estuvo acompañado por David Friedman, hijo de Milton, un señor que se define como anarcocapitalista (no es broma) y que ha conseguido llevar aún más al extremo las ideas de su progenitor al afirmar que incluso la legislación puede ser producida por el libre mercado. Esperanza Aguirre, por otra parte, mete en el mismo saco a fundamentalistas islámicos, comunistas, dirigentes latinoamericanos y socialistas y se queda tan pancha. Su cachorro, Pablo Casado, pidió este fin de semana en el Congreso de las Nuevas Generaciones del PP de Madrid la eliminación de las subvenciones públicas a sindicatos, avanzar en la privatización de la sanidad y la educación y la abolición del salario mínimo.


    En EEUU hemos asistido al nacimiento de una nueva esperanza encarnada en la figura de Barack Obama. ¿Estamos realmente ante el fin del dogma neoliberal que, basándose en el individualismo y el egoísmo, ha dominado la agenda de los últimos treinta años, o quizás renacerán sus falacias de las cenizas, cual ave fénix, como tantas veces han hecho a lo largo de la historia? El tiempo dirá.

    12 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Implacable el articulito...zas!

    Anónimo dijo...

    El sistema necesita reajustarse para que todos paguemos los desfases de unos cuantos.

    Anónimo dijo...

    Supongo que ha lo que ha pedido el Pablo, el PSOE quedara expectante de la poible aceptación popular que pueda tener.
    Lo hace siempre es su táctica. Aznar se metia en una guerra apoyando a Bush. La representación opositora másmunmerosa en el parlamento, callada, sin intervenir. La otra izquierda IU, ICV,CHA,ERC... mvilizan a la gente para que proteste y muestre su rechazo a la guerra. El PSOE mueve pieza y se agarra a la pancarta, sale en la foto, y se proclama capitalizador de la movilización popular. Su prensa lo publicita.

    No pongas a los sociatas españoles tan diferentes los Aznar, Aguirre...

    Anónimo dijo...

    GRACIAS POR COLGAR EL ARTICULO

    Anónimo dijo...

    Pues hay que dar mas cañita coño que estan de un subido estos peperos de la leche jejeje

    Anónimo dijo...

    Estaba cantado.

    Pero quien se acuerda ahora de los que, cuando las vacas gordas, decian que lo de la burbuja era una exageracion, que no habria estallido, que los precios se ajustarian poco a poco, dando tiempo a la gente a sacar el dinero del tocho y el resto de pamplinas?

    Mira por donde, yo me alegro. Esto se esta llevando por delante a tanto especulador como habia. Y no solo aqui, sino en todo el mundo. Cuando esto amaine, puede que volvamos a la economia real, basada en la compra y venta de bienes palpables, y no en especulaciones basadas en quimeras.

    Pero antes de que pase eso, aun nos queda por atravesar la mayor parte del desierto. Que esto no ha hecho mas que empezar. Ya vereis el 2009, ya...

    Anónimo dijo...

    ¿Ningún gobierno es capaz de ver que esto es pan para hoy y hambre para mañana? Lo que más claro me está quedando de esta crisis es que son cuatro los que dirigen el mundo a su antojo, mientras al resto de borregos nos engañan cada día más y mejor. Lo único que se consigue con todas estas actuaciones es alargar la agonía, para que los pocos listos que queden puedan saltar del barco a tiempo... mientras el resto del populacho nos destrozamos entre nosotros por cuestiones que realmente no son importantes; y cuando nos queramos dar cuenta de que nos han abandonado a nuestra suerte, será tarde para casi todos.
    PAN Y CIRCO es lo que nos gusta... somos unos put*s masoquistas a los que no nos importa que nos den por c*lo, mientras tengamos algo que echarnos a la boca, aunque sea mierda.

    Anónimo dijo...

    Pues el presidente de USA era un negrito pobre sin demasiado futuro...
    Mandan unos pocos porque nosotros lo permitimos. Somos unos comodos y Obama me parece un gran hombre, porque es uno que ha dicho -haora hablare yo, y no dejare que hablen por mi-. Y por eso ha luchado para estar donde esta

    Anónimo dijo...

    Un eco más de esa política del pelotazo iniciada por Rato y continuada por todos y que nos lleva a la miseria.
    Hay que trabajar y producir no vivir del cuento y del sudor de extranjeros, que no vienen a pagar las pensiones sino a su propio beneficio.
    Más trabajo inteligente y menos cuentos.

    Anónimo dijo...

    El PP y AZnar crearon la burbuja inmobiliaria,se llevaron miles de millones de euros y han arruinado a millones de españoles,pues en toda su vida trabajando no ganaran suficiente para pagar la grandisima hipoteca de una mierda de piso que cada dia vale menos.
    Lo que mas jode es que hay muchos tontos de los cojones que los votan para que vuelvan.Un obrero no puede votar al PP. Los ricos nunca se equivocan de voto.España no tiene solucion.

    Anónimo dijo...

    Amazonas, muy bueno tu comentario.
    Lo triste es que se crean que solo son tontos del culo los que votan PP.
    El pelotazo ya lo puso en marcha el Felipe Gonzalez antes que el Rato.
    Otra cosa triste es que los del PP te dicen claramente que son y lo que piensan en el PSOE se esconde mucha derecha camuflada de soialista.

    Anónimo dijo...

    esperanza aguirre es una persona desequilibrada que deberia estar fuera de la politica y no comiendo el coco a niñatos pijos hijos de papa que no han sabido en su vida lo que es ganarse el pan fuera del brazo protector de papa.