RAJOY Y SU "PROMETER PROMETER HASTA METER": UN LÍDER ARTIFICIAL QUE BASA SU DISCURSO EN MENTIRAS Y QUE NO AFRONTA SUS RESPONSABILIDADES.

















Rajoy entró en la plaza de TVE con la lección bien aprendida y la enorme ventaja de conocer los entresijos del embite, consciente de que su baza era mejorar las marcas parciales de Zapatero en su visita tres semanas atrás. Llegó como aquel empollón que se las sabe todas confiado en que sus asesores habían cercado en sus indicaciones cualquier peligro de vértigo que pudiese acontecer en el cara a cara a pecho descubierto con los ciudadanos. Seguro que se sabía de memorieta la lista de precios de cafeterías, bares y pubs diversos, sin embargo no consiguió recordar su sueldo, aunque bueno algo más sabemos, cobra más de 300 euros, respuesta que provocó un careto en la señora del tipo "¿me tomas por gilipollas o qué?".

Mal asunto cuando no sabes ni cuanto ganas o peor, cuando no lo quieres decir para no quedar mal, porque descubres tus cartas y todos los esfuerzos añadidos te dejan como lo que eres, un tipo artificial que sale a jugar al despiste masivo dibujandose como cordial y moderado; mucho más natural fue Zapatero. Un torero que no mete muletilla no es torero y si la intención inicial era ser cercano y dicharachero hasta el aburrimiento con los ciudadanos, la primera en la frente. Cercano pero solo hasta donde me interesa, que el guión no dice nada de destapar sueldos.

La corrida empezó prometiendo con una pregunta de las que hacen daño pero la entrevista se diluyó entre la evidente artificialidad de un Rajoy que parecía programado y unas cuestiones que por momentos rozaban lo intrascendente, excaso nivel a ambos lados, ni torero ni toros dieron la talla salvo puntuales excepciones. No se vió la bravura ni el celo en las preguntas que Zapatero sufrió semanas atrás. Nadie pidió cuentas de los años de gobierno de Rajoy como ministro en rotación, ni se pidieron pisos ni se mordió a la yugular con temas tan sabrosos como los casos de corrupción que asolan al Partido Popular o las políticas involucionistas que llevaron y llevan a cabo allá donde gobierna.

Excesivo tufo a 11M y ETA, temas muy manidos y que ya aburren a las ovejas, donde Rajoy se manejó con su habitual hipocresía, lanzando a diestro y siniestro informaciones falsas, cuando menos imprecisas. "Mientras De Juana se pasea de compras por San Sebastián los concejales del PP van con escolta" "estoy a favor del cumplimiento integro de condenas"; lo dice el miembro de un gobierno que redujo en año y medio la pena del sanguinario terrorista por escribir libros haciendo loas a ETA. Curioso y no tan curioso. En cuanto al 11M "lo que digan los tribunales", menudo morro gasta el gallego, lo podían haber dicho hace 3 años y habernos ahorrado el revival de mentiras y estiercol que llevan desmenuzando desde entonces, ¿no?

Le preguntaron por las mentiras, por la crispación, por las manifestaciones, por Irak, por el lamentable comportamiento que tiene su partido en el congreso...la respuesta fue que somos exagerados, que no existe crispación, que no existen malos modos, que manifestarse siempre ha sido guay y que lo de Irak no es tan grave pero que deberíamos fijarnos en el belicista Zapatero que nos mantiene en Afganistán. Qué campechano el tío cometiendo errores de léxico graves "hació", repitiendo palabras "oiga un juez es un juez" y dandose golpes de pecho "yo soy como ustedes". Si fuerza un poco más la sonrisa se caga encima, fijo.

Donde más a gusto se encontró fue en las preguntas sobre derechos sociales, quizá porque es un tema que le trae sin cuidado. Llegó a prometer bajadas espectaculares de impuestos y subidas de pensiones, sueldos y aquelarres en forma de billetes de 500 euros: que me expliquen la formula de recaudar menos y gastar más. Desde luego esa no fue la tónica de sus gobiernos, celosos de bajar el gasto social y ceder el empuje a las privatizaciones de servicios. Mariano jugó con el dicho "prometer prometer hasta meter" con esa picardía de quien cuenta historietas personales para ganarse al público con esa gracia gallega que él tiene. Ya sabemos más de sus viajes, de su familia, de su mujer, de sus primos, enfin, que no se notó que era más falso que un billete de 300 euros y que la consigna era tratar como tontos a los demás. A mí particularmente su vida no me interesa.

Las preguntas incómodas, pocas y mal formuladas en su mayoría, no obtenían respuestas si no la afirmación de que se estudiarían soluciones. Rajoy fue en un solo debate liberal, progresista y hasta comunista ("todos somos iguales, mismos derechos, etc..") y se quedó tan pancho. Sobre la corrupción ni palabra, sobre la vivienda el esperpento, liberar suelo, la misma formula que nos ha duplicado en pocos años el precio de la vivienda. Sus ojos rezumaban negocio y trapicheo. ¡Que se cumpla la ley! Curiosa forma de hacer cumplir la ley vaciar las Fiscalías Anticorrupción y rebajar las plantillas de Policia en sus 8 años de gobierno señor Rajoy. Con menos cara también se vive.

Poco más se puede añadir. En el tema de la inmigración, complaciencia y discurso progre, no ha colado. Pide que se exija contrato de trabajo para venir y legalizarse pero él cuando era ministro no lo exijía y ni siquiera solicitaba un certificado de penales. A otro con la moserga. Con toda la ventaja que traía apareció artificial, estirado, falso y sin escrúpulos a la hora de mentir. Nada brillante, nada creíble. La derechona demuestra que no tiene líder ni tiene proyecto. Aburren a las ovejas y fuera del ring terrorista no dan una. Con cuatro sonrisas, cuatro historietas y cuatro mentiras dudo que este señor pueda continuar en la política mucho más. Lo mandaran a un retiro en FAES, porque a poco más aspira. Gracias por quedar en evidencia. Hoy millones de españoles lo tenemos mucho más claro.

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