MARIANO RAJOY Y EL TIMO DE LA ESTAMPITA




Como pronosticaba hace un par de días Mariano Rajoy se quedó entre Pinto y Valdemoro en su particular batalla por salvar el cuello y la barba ante sus barones autonómicos, hoy enfrentados por la política de agua. Las 7 palabras no fueron pronunciadas y ni siquiera sonó una vez el mencionado río Ebro, confirmándose nuestros peores presagios. ¡Ay Mariano que hueles a insolidario! Los murcianicos nos tenemos que conformar con un anuncio descafeinado y sin azúcar tipo "buscaremos un acuerdo nacional del agua", manda huevos, y lo dicen los mismos que han incendiado el mayor de los consensos en democracia usando la lucha antiterrorista como herramienta política para hacer oposición. Sí, son los mismos que han jugado al bloqueo cuatro años y que tienen 17 leyes del gobierno en el Constitucional, entre ellas algunas como las de Igualdad y la Ley de matrimonio para homosexuales. Hablan de pacto los chicos que decían que harían el trasvase por bemoles. Los mismos que tienen bloqueado el CGPJ. Si alguien cree que este señor va a conseguir pactar nada con Aragón o Cataluña cuando ni siquiera es capaz de poner de acuerdo a sus líderes regionales es que le sobra inocencia por un tubo. Más madera.

Esta semana además, en ese inmenso lío que tienen montado tratando de no cabrear a los compis del norte, han lanzado un rumorcito sobre volver a plantear la interconexión de cuencas. Vaya morro se gastan algunos. Fue el Partido Popular quien a inicios de los 90 derribó ese planteamiento, diseñado por un tal Josep Borrell, en sendas votaciones en el Senado (se perdió por dos votos) y en el Consejo Nacional del Agua con la inestimable colaboración de los representantes murcianos del Partido Popular. ¡Gloriosos tiempos de maravillosas declaraciones que no puedo dejar de recordar! "Lo que Dios ha creado, el hombre no debería cambiarlo con estructuras faraónicas. En el problema del agua hay que respetar una España húmeda y otra seca. Este elemento no debe ser alterado sustancialmente por el hombre." Fue una de las muchas perlas que nos dedicaron los amigotes del Partido Popular. Vamos a refrescar las memorias, hay muchas más.

Seis meses antes de las elecciones que conformaron el último Gobierno de Felipe González, el líder de la oposición, José María Aznar, prometió en Zaragoza que con él no habría trasvase del Ebro. También se pronunció así la presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, que acompañaba entonces (enero de 1993) al presidente del PP en la precampaña electoral. La primera página del Diario 16 de Aragón, del 23 de enero de 1993, reproducía el siguiente titular. 'Aznar dice ante toda España que se opondrá a los trasvases del Ebro'. La información reflejaba unas declaraciones del entonces líder de la oposición al programa de Antena 3 Televisión Queremos saber, presentado por Mercedes Milá. Aznar afirmaba que 'su formación política se opondría a los trasvases del Ebro y añadía que 'Aragón [gobernado entonces por el PP en coalición con el Partido Aragonés], nunca ha sido insolidario tal como se dice'. A su lado, el entonces presidente regional del PP, José Ignacio Senao, fijaba la posición del partido al afirmar que 'el rechazo a los trasvases lo comparte toda la sociedad aragonesa con lo que el presidente del PP no ha buscado la rentabilidad electoral como los socialistas'. Según el actual portavoz del Gobierno aragonés, Antena 3 Televisión se ha negado a facilitarles el vídeo en el que se reproducen estas declaraciones.

No fueron las únicas. Pocas semanas antes de la jornada electoral, el periódico regional Heraldo de Aragón recogía sendas manifestaciones de Aznar y Rudi en un mitin celebrado en la plaza de toros de Zaragoza el 26 de mayo. 'Reiteraron que no habrá trasvase', dice el diario, tras recoger el compromiso de Aznar de respetar el Pacto del Agua. La oposición a los trasvases y al Plan Hidrológico diseñado por los socialistas fue el tema dominante en el discurso de la entonces portavoz adjunta del Grupo Parlamentario Popular, Loyola de Palacio, quien hizo alarde de una dialéctica vitriólica contra su ponente, el ministro socialista José Borrell. En unas manifestaciones en Zaragoza del 3 de marzo del mismo año afirmó que el PP 'rechaza los trasvases antes de agotar todas las alternativas posibles de abastecimiento. Las críticas de insolidarios que han recibido los aragoneses por su oposición a los trasvases son una falacia para ocultar la incapacidad del Gobierno'. 'El PHN', decía, 'debe contemplarse como un elemento de vertebración territorial. Se han limitado a enfrentar a Comunidades Autónomas. El PP apostaría por un mayor aprovechamiento de las aguas subterráneas, el ahorro, modernización de regadíos y mejora en la distribución', lo que ahora postula el PSOE. ¿Sorprendidos? Hay más.

La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, la popular María Teresa Esteban, también manifestaba su rechazo a los trasvases 'por motivos económicos'. Según recuerda Heraldo Esteban apostaba en Zaragoza por construir plantas desalinizadoras. 'Energéticamente era un disparate trasladar agua desde el Ebro a Almería'. La hemeroteca y la memoria histórica no fallan. El discurso y el recorrido de cada cual tampoco. Juzguen ustedes mismos estas informaciones. ¡Pero si estos peperos parecían clones de la Narbona y el Perico Saura! Y Valcárcel hablando de desalación en su discurso de investidura como una de las soluciones prioritarias para solucionar la sequía, ¡Cuando entonces desalar costaba el triple! Vergüenza debería darles. Los socialistas al menos reconocieron que fue un error manifestarse en 2003 a favor del PHN del gobierno de Aznar.

Además D. Mariano, ladeándose del tema del agua que tanto juego daba a inicios de legislatura, nos promete un AVE supersónico por Cieza, ¡Toma ya por Cieza! En ese momento nadie bajó la cabeza en las primeras filas del espectáculo. Valcárcel Siso sonriente y de buen rollo, como si la cosa no fuese con él. ¡Porque no estaba Zaplana por el pabellón que si no se bajaba otra vez los pantalones! Estas promesas grandilocuentes son sintomáticas: Rajoy demuestra haber trabajado poco por la Región de Murcia y haberse currado poco el discurso, tan poco que desconoce los pactos de 2001 donde se obvió la línea por Albecete por obra y gracia de su compi en el Consejo de Ministros Alvarez Cascos y con la condescendencia de Ramón Luis, que entonces también iba de buen rollo. Pero hay más. Eché en falta que Mariano se refiriese al boicot a la ley de dependencia en Murcia o a la oposición numantina a la desaladora de Torrevieja. ¡Mala suerte!

Tendrá que explicar Mariano como va a cuadrar tantos trasvases y tantos AVEs con la espectacular rebaja de impuestos que promete y que hará desaparecer nada más y nada menos que 25.000 millones de euros de nuestra despensa presupuestaria. ¡No se lo cree ni él pero si cuela el trasvase del Ebro, cuela la rebaja de impuestos! Valcárcel y Cámara tal para cual aunque no puedan ni verse. El presidente estuvo en su linea sacando pecho por una enmienda torticera que los populares se sacaron de la manga para recomponer el desaguisado de la anterior que enterraba la petición de trasvase desde el Ebro. Cámara incendiando el pabellón con el victimismo carca e infantil del "Zero Zapatero", nada nuevo. Han perdido la poca originalidad que tenían, aburren. Faltan ideas y lo peor, adolecen de credibilidad. Mariano Rajoy tiene un problema (detrás de otro); con el agua, también.

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