“Ayer el diario “El Mundo”, en su suplemento dominical “Crónica”, publicó el reportaje titulado “Fet en Catalunya” (“Hecho en Cataluña”), en que analizaba el llamamiento al boicot de productos catalanes como medida de presión contra el Estatuto, cuya tramitación se inicia pasado mañana en el Congreso de los Diputados.
Desde que se inició esta maldita campaña en contra, no de unos episodios políticos discutibles y opinables sino contra el esfuerzo, el trabajo y los más elementales derechos de una comunidad de seis millones de españoles.
La actitud editorial de “Protagonistas”, y por tanto la de quien les habla, ha sido clara y contundente: condenamos cualquier presión o chantaje contra la libertad de comercio, y rechazamos de plano que, con pretextos partidistas y otras extravagancias que no vienen al caso, grupos anónimos, a través de Internet o de mensajes telefónicos SMS, intenten distorsionar la creación de riqueza, la solidaridad entre los pueblos de España, los tradicionales flujos comerciales, y así promover una auténtica fractura mucho más injusta que la que falsamente dicen combatir…
Pues bien, ayer “El Mundo”, en el reportaje del que les hablamos, nos sorprendió con la inclusión en sus páginas con una relación detallada, pormenorizada, de productos elaborados o gestionados desde Cataluña, con sus marcas comerciales incluidas, señalando al lado las alternativas no catalanas a esos productos que se pueden adquirir en cualquier mercado. Y no sólo se trataba del cava, que parece ser el producto-estrella para esos miserables, sino que se mencionaban bienes de repostería, aguas, café e infusiones, carnes y embutidos, congelados, pastas y pizzas, galletas, postres….y hasta compresas y pilas eléctricas.
Eso es, querido Pedro Jota, responsable de “El Mundo” e ignoramos que si adrede o porque el recuadro se coló en las páginas de tu periódico… hacerles el juego a los saboteadores. Eso es, aunque la intención sea la contraria, señalar con el dedo qué productos deben comprar, o deben rehusar, los ciudadanos que están siendo víctimas de una campaña insólita en la historia de la España democrática.
Quizá sea exagerada la comparación, pero analicemos lo que hacen publicaciones del entorno etarra cuando, con el pretexto de informar con exactitud a sus lectores, reproducen un manual de instrucciones para elaborar explosivos caseros, que incluye cómo preparar la goma-2, dónde hay que enchufar el temporizador, y cómo hacer una carcasa con una olla-exprés…
Perdona la comparación, Pedro Jota, pero somos los informadores con nuestro criterio y nuestro juicio (y no la censura de otros tiempos con sus imposiciones y sus amenazas) los que debemos imponernos un código ético, una auto-regulación para contar – y valga otro ejemplo- un asesinato sin dar pistas sobre la dirección del mafioso que vende las pistolas y las balas.
Basta con relatar el asesinato, es suficiente condenar el asesinato… pero hay detalles innecesarios cuya narración hace que salga el tiro por la culata.
No quiero entrar en polémicas, Pedro Jota, y sabes el respeto y la admiración que te tengo como colega. Pero, de todo corazón te lo digo, tú te has equivocado y yo, que vivo y siento a Cataluña y a España al mismo tiempo, no me puedo callar.”
Luis del Olmo, carta sin respuesta del 31 de octubre en Punto Radio.
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