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    jueves, 16 de marzo de 2006

    RAJOY Y SU MOCHILA (II)

















    RAJOY, CON EL MUNDO EN LA MOCHILA.


    Dos años después, el PP sigue tropezando con la piedra del 11-M. Más que la propia masacre, que honestamente gestionada hubiera podido desatar una oleada de solidaridad con el Gobierno, fueron las mentiras sobre su autoría las que movilizaron contra el PP al electorado abstencionista. Pero, lejos de aprender de sus errores, los populares continúan empecinados en achacar su batacazo electoral no al monumental tropezón de Aznar, Acebes y Zaplana, sino a una siniestra zancadilla que, aunque ejecutada por terroristas islamistas, pudo ser planeada por ETA, el PSOE, policías, espías... O todos a la vez, conjurados para engañosamente conducir a Acebes hacia la pista de ETA y luego, justo en la víspera de las elecciones, dejarle por mentiroso.

    Tan peregrina teoría, desmentida por los investigadores, sólo puede apoyarse en elucubraciones y preguntas trampa. A saber: ¿Cómo pudo El Chino, uno de los suicidas de Leganés, traficar con drogas en Euskadi sin tener el amparo de ETA? O la más reciente: ¿Fue una invención policial la mochila bomba que no explotó y condujo a las primeras detenciones?

    Hasta ahora apartado de estas cuitas, el lunes Rajoy se dejó aconsejar por Acebes y cometió el craso error de dar crédito a las dudas sobre la mochila sembradas por El Mundo y aireadas por la COPE. Incluso planteó la posible anulación de la causa del 11-M, sabedor de que pronto el sumario probará la inconsistencia de las insinuaciones del PP. De poco sirve que ante la aclaración del juez Rajoy haya rectificado a medias, pues ha delegado en Zaplana el trabajo sucio de alimentar las sospechas.

    Al jalear a El Mundo para ganarse sus favores, además, Rajoy ha abierto una brecha en el frente mediático afín al PP. Censurado por el Abc --ahora en abierta pugna con la COPE-- y ninguneado por La Razón, al líder popular le empiezan a fallar los apoyos. Que tenga cuidado, porque con todo el peso del mundo en la mochila, y sin otros sherpas que los que quieren dictarle el camino a seguir, le costará avanzar en su tortuoso ascenso a la Moncloa.


    El actual responsable de la investigación policial del 11-M aclara todas las ‘sombras’.

    El comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia niega cualquier relación entre el islamismo y ETA.


    El responsable de las informaciones y análisis de toda la investigación policial de la masacre de Madrid, el jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), comisario José Cabanillas, ha aclarado en los micrófonos de la Cadena SER todas las sombras sembradas por dirigentes del Partido Popular y algunos medios de comunicación sobre el 11-M. Cabanillas descarta cualquier relación entre ETA y los islamistas, algo que ha calificado de “disparatado”; apunta la participación material en el atentado de algunos de los que se suicidaron en el piso de Leganés; muestra su “dolor” por algunas insinuaciones y asegura que ha tenido que consolar a sus subordinados


    El comisario Cabanillas ha aclarado una por una las supuestas sombras en torno a la investigación policial del mayor atentado de la historia de España.

    La autoría

    Lo primero que ha querido dejar claro es que, en base a los datos recogidos en la investigación, puede afirmarse que “los atentados del 11-M fueron cometidos por individuos procedentes del Magreb”, y que sus intenciones se explican “dentro del ámbito de la Yihad islámica”.

    Para respaldar esta afirmación ha citado documentos que se hicieron públicos a través de Internet en los meses de octubre y noviembre de 2003 en los que se definía la estrategia 'yihadista' tras la guerra de Irak; documentos de diciembre con amenazas directas al pueblo español; y por último, las reivindicaciones que hicieron de la masacre los terroristas y Bin Laden en abril de 2004.

    Por ello, la policía tiene constancia de que “algunos de los que se suicidaron en el piso de Leganés fueron los autores materiales de la masacre”. Sus huellas están en los vehículos utilizados, en los lugares en los que se preparó las bombas, en el piso de Leganés, en las tarjetas de móviles y en la mochila colocada en las vías del AVE en el mes de abril y que fue desactivada.

    Ningún indicio de ETA

    José Cabanillas ha sido contundente al afirmar que “no tenemos ningún indicio de que ETA participara en los atentados”. Y tampoco de la existencia de una relación entre los etarras y los islamistas. “¿Cómo es posible que un grupo que se autodefine como marxista-lenilista esté vinculado con los islamistas?”, se pregunta.

    Califica de “disparatada” la posible relación entre un islamista y los miembros de un comando legal de ETA, como el desarticulado en Cañaveras, y se pregunta “¿desde cuándo un miembro legal va presumiendo de su pertenencia a la banda terrorista?”.

    La bolsa-bomba de Vallecas

    En cuanto a la polémica sobre la bolsa-bomba desactivada en Vallecas, y que fue la primera pista que apuntaba a la autoría islamista, Cabanillas ha explicado todo el itinerario seguido. Miembros de la policía municipal que participan en las operaciones de rescate en el tren de El Pozo sacan enseres personales de las víctimas (entre ellos otra bolsa que se explosionó). Estos objetos fueron trasladados al Ifema y de nuevo devueltos a la comisaría de Puente de Vallecas, en todo momento custodiados por policías. En la comisaría, una agente descubre la famosa bolsa de viaje y detecta que porta una bomba que fue desactivada por los Tédax. Cabanillas considera que “no es relevante” que el jefe policial encargado de la custodia no reconociera la bolsa mostrada por el juez Del Olmo “ya que ésta era nueva y comprada en un local donde se suponía que habían sido adquiridas”.

    Los vehículos de Alcalá de Henares

    El responsable policial confirma que el explosivo encontrado en esta bolsa-bomba “es de la misma naturaleza” que el encontrado en la furgoneta ‘Kangoo’ encontrada en Alcalá de Henares. “Simplemente difiere en una pequeña contaminación de ‘metamina’, que no estaba en el explosivo en su origen”, debida a la manipulación de la misma durante su traslado o tratamiento.

    Por último, aclara que el ‘Skoda Fabia’, localizado en el mes de junio en la estación de Alcalá, permitió a la policía científica descubrir huellas del entonces conocido como ‘séptimo suicida de Leganés’, posteriormente identificado como Alakema Lamari. Este vehículo fue inicialmente robado por un grupo de delincuentes comunes de nacionalidad chilena en Benidorm.

    Orgullosos del trabajo hecho

    Por último, ha mostrado su “dolor” y “malestar” cuando desde algunos sectores “te señalan como alguien que no quiere esclarecer la verdad y encubrir a otros”. Además, asegura que ha “tenido que consolar a varios subordinados que venían indignados, aunque afortunadamente no he tenido que aplacar ninguna protesta porque somos gente disciplinada”.

    José Cabanillas dice que se sienten “satisfechos con el trabajo hecho, porque hemos puesto lo mejor de nosotros”.

    AUDIOS.

    NISOMBRADEETA

    DUELE

    1 comentario:

    Anónimo dijo...

    Gracias por los audios, aunque lo mejor de lo mejor la foto de Mariano, jajajajaa