LOS ECOS DE LA DERROTA DE MARIANO RAJOY.
De debates y comentarios sobre el pasado.
Habitualmente un debate político no se gana tanto mientras los políticos discuten, sino cuando estos callan. Son los comentarios del día siguiente en tertulias, periódicos y mesas redondas variadas donde la mayoría de gente llega a conclusiones sobre quién lo hizo mejor, más que viendo el circo personalmente. Eso no es tan cierto en España, donde la prensa está muy polarizada, pero es interesante repasar las reacciones de la prensa.
Un par de cosas me han sorprendido en las reacciones al debate. La primera, el comentario generalizado que Rajoy es mejor parlamentario que Zapatero, pero que ayer no acabó de demostrarlo. Esto lo he leido tanto en El País atribuido a diputados del PP como en el menos sospechoso de rojerío El Mundo, pasando incluso por los autoproclamados hooligans de la Cope o Libertad Digital. Lo cierto es que lo de Rajoy me empieza a sonar como lo de Fernando Torres. Todo el mundo dice que es muy bueno, que es de lo mejorcito, que tiene una calidad que se sale, pero a la hora de la verdad parece que nunca acaba por hacer nada extraordinario. No le recuerdo un debate parlamentario importante que no haya acabado con estos falsos halagos hacia Don Mariano; es mejor que Zapatero, pero hoy no ha estado tan bien.
Quizás ya va siendo hora de empezar a ver al Presidente del Gobierno como un parlamentario con todas las letras, y parar de subestimarle. El PP empieza a recordarme al PSOE de 1998, ese partido todo convencido de su candidato invencible y de la mediocridad Aznariana, avanzando orgullosamente hacia una soberana paliza electoral que llegaría dos años más tarde. Tanto llamar a Zapatero tonto algunos han acabado por creérselo; si no se ponen serios la torta será de impresión.
Otra cosa que me ha sorprendido es la crítica de algunos a que Zapatero hablara de la experiencia de gobierno del PP hace unos años. Si bien hablar de Alianza Popular en el 78 si es casi historia antigua, el mencionar la experiencia de gestión de los populares es algo perfectamente legítimo. Zapatero está defendiendo un proyecto, y lo compara con las políticas que aplicaba Rajoy y sus compañeros de partido (todos ellos en el mismo barco) no hace demasiado. Es perfectamente posible decir que lo que Rajoy aprobaba como ministro hace unos años es parecido a lo que sigue defendiendo ahora, así que comparar su obra de gobierno con la del PP no está en absoluto fuera de lugar. Si por añadido el líder conservador está criticando medidas que él impulsó como ministro (regularizar inmigrantes) o critica problemas que eran peores cuando él estaba en el gobierno (seguridad ciudadana), con aún más razón.
En una democracia, a los políticos los escogemos según lo que dicen y según cómo actúan. Hablar es gratis (por algo tengo una bitácora), tomar decisiones en un gobierno no lo es. Rajoy tiene en su currículum palabras y hechos, y hablar de ambos es perféctamente legítimo. Zapatero puede decir que el país va mejor con él que cuando Rajoy campaba por el ejecutivo para defender su gestión sin que eso sea "ataque a los gobiernos del PP". No, es defender que sus políticas dan mejor resultado, y listos.
Por último, un par de detalles sobre inmigración, que parece que algunos no se cansan de hablar de ello nunca. Para empezar, Rajoy acusando ayer a Zapatero de la entrada de 700.000 inmigrantes "por el norte" tiene bastante de cómico. Para empezar, la frontera con Francia es una línea administrativa, al menos por lo que a paso de personas se refiere. No es un lugar donde la Guardia Civil se pueda poner a controlar pasaportes, ya que milagros de la Unión Europea, hay libre circulación en casi todos los aspectos. Si los ilegales entran por Francia para venir aquí, el problema es europeo, no español. Y no se puede quejar del efecto llamada de las regularizaciones cuando fueron ellos los que las inventaron.
Egocrata.
1 comentario:
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